Fútbol americano
Ningún evento deportivo hace sombra a la Super Bowl
Según la revista «Forbes», la NFL es la competición que más dinero mueve del mundo, con 663 millones de euros
Los Philadelphia Eagles se llevaron la Super Bowl LII. Los New England Patriots de Tom Brady no pudieron repetir título y Nick Foles se convirtió en la estrella del partido. Un año más, los estadounidenses se reunieron enfrente del televisor para disfrutar de este evento. Un encuentro que trasciende al fútbol americano, empapado de publicidad, música, espectáculo y sentimiento nacional. No existe otro evento deportivo en el mundo que pueda hacer sombra a la Super Bowl.
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Según la revista «Forbes» , la NFL es la competición que más dinero mueve a nivel global con 663 millones de euros . La seguirían los Juegos Olímpicos con 419 millones de euros . Para encontrar una competición de fútbol habría que bajar hasta el cuarto puesto: el Mundial logra movilizar 229 millones. La cifra de la Champions League , la competición futbolística reina de clubes, es de 185 millones. El poderío económico de la NFL es, por tanto, incuestionable .
Una fiesta nacional
Los datos que rodean a la Super Bowl hablan por sí solos. La audiencia de esta cita superó con creces los 100 millones de espectadores en Estados Unidos , con un share mayor del 50%. Además, otras 100 millones de personas siguieron el encuentro desde otra parte del mundo. Solo un evento como el Mundial o una final de la Champions League pueden llegar a superar estos números, si bien solo es en este apartado donde la Super Bowl tiene rival.
Los precios para acudir al estadio son prohibitivos . El coste medio de la entrada para ver a los Eagles contra los Patriots fue de 5.000 euros , si bien a medida que se acercaba la fecha llegó a subir hasta los 9.000 euros. Un asiento en un palco, por ejemplo, llegó a venderse en la reventa por cientos de miles de euros. Tal es la pasión con la que se vive esta cita que ese día es en el que menos bodas se celebran en el país norteamericano. Además, según una encuesta realizada en Estados Unidos, un 14% de los ciudadanos se perderían el nacimiento de su hijo por ver este partido.
Y es que la Super Bowl LII no solo grabó en la historia el triunfo de los Eagles. Un evento así dejó para la posteridad momentos que poco o nada tienen que ver con el fútbol americano: el himno cantado por Pink , la actuación de Justin Timberlake -para muchos el concierto más visto del mundo- o los anuncios del descanso ya forman parte de la cultura estadounidense. Conocedores de la repercusión que tiene, las marcas llegaron a pagar hasta cinco millones de euros por 30 segundos de televisión. Otro negocio que sufre un fuerte impulso como consecuencia del encuentro es el de las casas de apuestas, las cuales llegaron a mover por el partido más de 4.5000 millones de euros.
Ante una cita como esta, todos se prepararon para aprovecharla al máximo. Los 73.000 espectadores que acudieron al estadio disfrutaron en directo de un evento mundial. Más de 100 cámaras y 500 trabajadores se encargaron de que el partido se llevase a cabo de la mejor manera. Los telespectadores estadounidenses, por su parte, disfrutaron del día como si de la fiesta nacional se tratase. Durante la jornada de la final, se estima que se consumieron 1.035 millones de alitas de pollo, 51,7 millones de cajas de cerveza y 14.000 millones de patatas fritas.
La Super Bowl es un negocio en el que equipos, espectadores, televisiones, marcas y artistas contribuyen a la realización del mayor evento deportivo del mundo. Los Eagles fueron los que este año lograron cerrar el show con su victoria, un triunfo que, como no podía ser de otro modo, se merece una copa a la altura del show. El Trofeo Vince Lombardi , valorado en 20.000 euros y creado por Tiffany's, es el broche perfecto que homenajea la grandilocuencia de esta final.
