El luchador español que va a debutar en el UFC, Enrique Marín «Wasabi»
El luchador español que va a debutar en el UFC, Enrique Marín «Wasabi» - Facebook

Artes Marciales Mixtas«Si gano mi combate en el UFC 200, espero que sirva para el resto de luchadores españoles»

Enrique Marín «Wasabi» muestra su visión sobre la pelea del próximo 9 de julio frente a Sage Northcutt en el mayor evento de la historia de las artes marciales mixtas

Madrid Actualizado: Guardar
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Hay personas que ganan por decisión unánime en las distancias cortas. En el cara a cara. Enrique Marín «Wasabi» (Sanlúcar la Mayor, 1986) es una de ellas. Un profesor de educación física sevillano que a sus 29 años le ha llegado la oportunidad de su vida: pelear el próximo 9 de julio en uno de los mayores eventos de artes marciales mixtas de la historia, el UFC 200, ante la estrella emergente Sage Northcutt. Pese a estar viviendo en una nube, Wasabi no tiene vértigo, y sus palabras desprenden una enorme seguridad en sí mismo. Un guerrero de hablar didáctico y sencillo que ha encontrado el ángulo perfecto en las artes marciales mixtas a golpe de humildad. Un espartano con los límites en el cielo, pero con los pies en la tierra.

En su cortísima estancia en Madrid en busca del visado, hace un alto en el camino para atender con amabilidad a ABC. Con el prominente gracejo andaluz que lo caracteriza, no finta ni uno de los disparos en forma de pregunta que se le realizan. Pasen y lean.

¿Cómo acaba un profesor sevillano en el UFC?

Son dos caminos totalmente diferentes. Empecé a estudiar la carrera de magisterio de Educación Física y me la saqué. Pero mucho antes ya era un aficionado de las artes marciales, me gustaba la adrenalina que me aportaban. Buscaba cuál era la que más adrenalina me aportaba. Siempre digo que la adrenalina es una sustancia que me permite demostrarme a mí mismo que estoy vivo. Cuanta más haya, mejor. Uní esa búsqueda de la adrenalina con el deporte que a mí me gustaba y todo confluyó en las artes marciales mixtas.

¿Llegó a ejercer de docente?

Sí, sí. (¿Lo echa de menos?) Ahora mismo no. Estoy bien donde estoy.

Es el centro de atención por su estreno en el que será posiblemente el mejor evento de la historia, el UFC 200. Por ello, el foco mediático se cierne sobre usted. ¿Siente esa presión?

«La adrenalina es una sustancia que me permite demostrarme a mí mismo que estoy vivo»

Dicen que la presión crea el diamante. Al haber más presión te permite conocerte más a ti mismo en esos momentos difíciles. Estoy un poco desconectado en Estados Unidos y eso igual es bueno, ya no solo por la calidad de los entrenamientos sino porque me permite desconectar un poquito más. Siento esa presión, pero al final no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con lo que nos pasa. Lo que yo hago es: me tiene que sudar, y que se me entienda el término sudar, para que te sude algo tienes que tragarlo, procesarlo y que sude. Diferente es que te resbale, no me resbala, me tiene que sudar.

Aunque en el mundillo de las MMA (artes marciales mixtas) ya se le conocía, ¿ha notado el cambio del anonimato mediático a su situación actual?

Sí se nota, evidentemente no a niveles estratosféricos, pero si se nota y mucho más por el hecho de que compita en el UFC 200. Se han dado muchos primeros casos: el primer español por primera vez en un evento principal de UFC y encima en un UFC 200 que va a ser histórico por su cartel. Al fin y al cabo el ser el primero en algo te posiciona, te guste o no, y eso marca una diferencia.

¿Quién es su «headcouch»?

Rafael Cordeiro es el principal, pero también Victor Dávila (comentarista de UFC), que yo le llamo patrón. Coincidió conmigo en el The Ultimate Fighter (TUF) y hay un gran nexo. Cordeiro es una leyenda viva de las MMA, ¡qué no sabrá ese hombre de este deporte! Y Dávila es analista, trabaja analizando combates por lo que entiende mucho. Llevan mucho tiempo en este mundo y me dan una serie de detalles que yo muchas veces no veo por la situación en la que me encuentro.

¿Cómo se ha preparado el campamento de entrenamiento?

Justo antes de irme a California, entrenaba con mi equipo de Sevilla (Sutemi), que es humilde y pequeño y no tiene ningún luchador profesional, pero siempre los defino como cinturones negros en ilusión. Y al final todo suma. Ellos tenían muchas ganas y motivación por echarme una mano y yo súper encantado, al fin y al cabo es lo que cuenta, y te hablo con conocimiento de causa. De nada te sirve entrenar en un gimnasio de campeones si hay valores que no proceden, cuando detrás de que te levanten una mano en un combate hay todo un equipo detrás. La parte del boxeo me lo preparaba en Córdoba, en el RR Team del entrenador Carlos Repiso, que es una máquina y sabe leer los entresijos de este deporte y que, por cierto, va a estar en mi esquina durante el combate junto a Rafael Cordeiro. Después de esto, ya empezó el campamento en Californa y me fui al Kings MMA (uno de los mejores gimnasios de MMA del mundo), que son 8 o 9 semanas de preparación. Según el pico de esfuerzo hago dos o tres entrenamientos al día.

La parte psicológica es muy importante en este deporte, ¿cómo se vigila este aspecto?

Tengo a Álvaro Prades, mi entrenador emocional. Hacemos «coaching» deportivo. Me ha aportado una serie de herramientas para ir haciendo y aprendiendo. No en lo referente al combate, sino a lo que rodea a la pelea, que es más importante incluso que el propio combate.

Tiene que bajar de 77 kilos a 70, ¿qué tal se siente en el nuevo peso?

Me siento mejor a nivel de rendimiento porque tengo menos lastre. Mi cuerpo no es súper seco como el del chaval con el que peleo (Sage Northcutt), que parece un súper héroe. Yo tenía mi capita de grasa, porque soy del sur y me gusta el buen comer, que es uno de los mayores placeres de la vida. Lo de no poder comer lo llevo mal porque me encanta comer (risas). Pero a nivel de rendimiento me noto mucho más ligero.

«Wasabi» golpea a un rival
«Wasabi» golpea a un rival - UFC

¿Está ya en el peso?

Nunca se está en el peso hasta poco tiempo antes, que se seca y se hace el corte de peso.

¿Qué dieta sigue para su preparación física?

El dietista me da una serie de patrones, no me dice cada comida que tengo que ingerir pero sí que cuántas veces tengo que comer al día y de las cosas que me debo privar.

¿Qué tal lleva el jet lag con tanto viaje?

Trato de dormir lo máximo en el avión. Con todos los kilómetros que llevo en dos meses ya estoy hecho.

¿Con quién ha tenido el placer de entrenar en Kings MMA?

Con muchos luchadores de UFC. Con Kelvin Gastelum, que es como mi hermano y vivimos juntos cuando estoy en Estados Unidos. También con Rafael Don Anjos, Fabricio Werdum, Jake Ellenberger, Beneil Dariush y Leonardo Mafra del TUF Brasil, entre otros.

¿Cómo está porcentualmente el combate contra Sage Northcutt?

El favorito es él.

¿Pero hay opciones reales?

Voy a llevarme ese combate. Sería una tontería pensar lo contrario. Voy a salir a ganar. Una cosa es ir confiado y otra cosa es confiar en ti mismo. Yo confío en mí, pero no estoy confiado. Él es un tío jovencito, muy explosivo y fuerte, pero voy a ganar.

Sage Northcutt es una estrella emergente del UFC y allí le cuidan mucho, ¿cree que debería terminar el combate por la vía rápida (KO o sumisión) porque de lo contrario se podría usted ver perjudicado por una decisión de los jueces?

No lo sé, quiero pensar que no. Lo que está claro es que yo me he preparado lo suficiente como para que no se llegue a esa incertidumbre. Mi pelea va a estar decantada para un lado o para otro de manera segura. Incluso para la gente que no entiende mucho de este deporte lo va a tener claro.

¿Cuál diría que es su punto fuerte en combate?

Que no suelo perder la cabeza. Hay luchadores que durante el combate son muy emocionales, yo siempre trato de mantener la serenidad dentro de la tormenta.

Si gana va a escribir el nombre de España en la universalidad de las artes marciales mixtas...

Es muy bonito. Pero sobre todo yo espero que eso sirva para el bien común, para todos los luchadores españoles. Si mi victoria sirviera para aportar algo al deporte español yo me alegro mucho. Siempre he preferido el bien común al individual.

«Voy a ganar la pelea contra Sage Northcutt. Confío en mí, pero no estoy confiado»

Y si pierde este combate… ¿Habría una segunda oportunidad?

No lo sé. En UFC hay una política de privacidad grande y eso depende de muchos factores como por ejemplo el desempeño que tengas en la pelea, cómo te vendas… tiene todo tipo de variables. Ellos hacen sus estudios de mercado y deciden.

Dicen que hay que apuntar hacia la luna porque aunque falle aterrizará en las estrellas. ¿Hacia dónde apunta Enrique Marín?

Yo he pegado un tiro al aire a ver hasta donde sube la bala (risas). En «El arte de la guerra» decía Sun Tzu que las oportunidades se van presentando a medida que vas aprovechando las que tienes delante. Es decir, aprovechas esta y te va a abrir paso a la siguiente, pero si no la aprovechas no esperes que te lleguen otras. Yo aprovecho las oportunidades que se me van presentando, luchando por ellas. Se me presentó la oportunidad de presentarme al TUF y me maté para que las pruebas salieran bien, conseguí entrar y me maté por llegar a la final, me maté en la final y no pudo ser, pero no pasa nada pasamos página y a por el siguiente reto. Estoy recibiendo mucho apoyo pero yo sé que ese apoyo no es gratuito. ¿Cómo lo puedo devolver? Dándolo todo, hasta que reviente.

Usted que conoce bien los gimnasios españoles, ¿cómo ve el panorama nacional?

Hay luchadores buenísimos y mucho más consagrados que yo. Simplemente yo me monté en el tren que se me presentó y, por supuesto, una vez montado en el tren te agarras fuertemente. Pero hay muchísimos peleadores que son grandísimos, pero sí que es verdad que todavía hay falta de apoyo mediático. Es el típico discurso de los deportes que no son el fútbol, pero es una realidad.

¿Por eso hay una fuga de guerreros?

Evidentemente, hay muchos promotores aquí que se tienen que llevar a los luchadores fuera para competir.

¿Admira a algún luchador en concreto?

Muchos, incluso españoles. De UFC, por ejemplo, Rafael Dos Anjos, Frankie Edgar, José Aldo, Jon Jones y George Saint-Pierre.

¿Cómo es el UFC desde dentro?

Más grande que desde fuera. Yo cuando entré iba mirando hacia todos los lados alucinando con todos los aspectos. Funciona como un reloj. No tiene margen de error.

¿Cómo ha cambiado su vida desde que es un guerrero del UFC?

No es que haya cambiado, es que está cambiando. Todavía no he peleado y ahora estoy en el proceso de cambio. Sube tu nivel mediático y empiezas a crear opinión. Hay que estar aprendiendo constantemente y adaptarse al cambio, pero soy sencillo no soy famoso ni cosas de esas, soy de mi pueblo de toda la vida. Se nota un poco este cambio y cuando pelee en el UFC 200 será otra vuelta de tuerca más.

Imagen del cartel del UFC 200
Imagen del cartel del UFC 200 - Facebook

Últimamente no ha parado de viajar. Cuéntenos una anécdota que se le haya quedado guardada en la retina.

Hay muchísimas. Pero me río mucho con Kelvin Gastelum (fue el «coach» de Wasabi en el TUF), que pelea también en el UFC 200, y está todo el día tropezándose y rompe las cosas sin querer, no es consciente de la fuerza que tiene. Le pasa como a Hércules que se apoyaba en los templos y los tiraba, pues a Kelvin le pasa igual (risas).

¿Qué hace para desconectar?

Cuando estoy en campamento (entrenamiento) no hago nada que pueda poner en peligro mi integridad física. Pero cuando estoy fuera del campamento todo lo que implique adrenalina: puenting, paracaidismo… Todos esos deportes me encantan. También leo mucho, me gusta el buen cine… pero los libros los llevo siempre conmigo.

¿Y el inglés está controlado?

Sí, si. Lo llevo bien. Estuve en una academia desde los 16 años y también viví en el extranjero y salí a estudiar a Holanda. Además mi mayor afición es viajar, cogerme una mochilita y a viajar, que eso también ayuda.

¿Cuáles son sus planes de futuro?

No suelo pensar mucho en el futuro, pero de momento me gustaría seguir con mi vida deportiva como competidor el tiempo que haga falta mientras aguanten mi cuerpo y mi mente. De esa vida deportiva me gustaría sacarle el jugo y trasmitirlo a mis alumnos y mis compañeros en mi escuela.

¿Qué le han aportado las artes marciales mixtas como persona?

Todo, es mi modo de vida. A este deporte le debo el conocer una serie de valores como el compromiso con uno mismo, el trabajo en equipo. Sin equipo estás perdido. Si tienes que luchar no puedes estar todo el tiempo cansado, hay que tener el acondicionamiento físico en buen nivel porque en la lucha si te cansas el otro te va a golpear. Y, sobre todo, el no pelearte. Odio a la gente que se pelea en la calle.

Dígame una filosofía de vida, guerrero

Tratar bien a la gente y no pelearte. Vive y dejar vivir.

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