Unas de las virtudes más conmovedoras del ciclismo y de los ciclistas es su escasa propensión a la queja. Tanto el deporte como sus practicantes asumen los obstáculos y las desgracias como un puerto más en el recorrido. Se vive mucha miseria, dicen los corredores como quien cuenta que estamos en otoño. Parte del equipaje. El célebre chapa y pintura , expresión acuñada desde tiempo inmemorial en el pelotón, equivale a la ausencia de huesos rotos. Significa que un corredor se puede haber desollado por completo en una caída, pero que puede seguir adelante. El afán de superación viene a cuento estos días con la rehabilitación de Kris Boeckmans (Lee el post completo)
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