Kevin Streelman junto a Ethan Couch, el niño enfermo al que hizo cumplir el sueño de su vida en Augusta
Kevin Streelman junto a Ethan Couch, el niño enfermo al que hizo cumplir el sueño de su vida en Augusta - AFP
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El sueño del niño con cáncer que venció un torneo en Augusta

«Quiero ir al Masters», se propuso Ethan Couch. Dicho y hecho: fue el caddy de Kevin Streelman en la fiesta de los pares 3

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El Masters de Augusta es un acontecimiento único, un espectáculo al que cualquier aficionado al golf debe acudir al menos una vez en la vida. Y esta experiencia alcanza diversos niveles de felicidad según la persona que la realice: para un jugador profesional es la culminación de su carrera; para uno amateur la idealización de sus expectativas deportivas... pero para un niño enfermo con un tumor cerebral, puede llegar a ser su esperanza vital.

Hace dos años, a Ethan Couch le detectaron un tumor cerebral inoperable. Y en cuanto se lo comunicaron y le dijeron que tenía que ponerse un objetivo de lucha para sobrellevarlo, lo tuvo muy claro: «quiero ir al Masters de Augusta», explicó. Hace unos meses, el jugador del PGA Tour Kevin Streelman vivió una dura experiencia con su recién nacido y decidió involucrarse más en ayudar a los niños enfermos.

De ahí que se pusiera en contacto con la Fundación Make a Wish (cumplir un deseo) y le explicaran el caso de Ethan. Su respuesta fue inmediata: llamó al chaval por teléfono y le dijo que le invitaba al torneo. De inmediato se quedó sin habla, pero cuando le dijo: «en el torneo de pares 3 puedo llevar al 'caddy' que quiera, ¿te apuntas?», el pequeño se echó a llorar de satisfacción.

Y como las acciones buenas reciben buenas recompensas, la historia tuvo el mejor de los finales, con el dúo ganando el torneo en el desempate al colombiano Camilo Villegas. «Hoy no se trata de mí -reconoció con humildad Kevin al rocoger el trofeo- sino de haberle proporciando a Ethan una experiencia inolvidable que le permita seguir luchando».

Pero no sólo fue emotivo el aperitivo del primer grande del año por esta historia humana; en el terreno social se vivió una auténtica fiesta familiar en la que participaron la mayoría de los profesionales. Tiger Woods se paseó orgulloso por el campo con sus hijos Sam y Charlie, de 7 y 6 años, y su novia Lindsey Vonn. Bubba Watson hizo lo propio con los suyos, al igual que Ian Poulter, Miguel Ángel Jiménez, Louis Oosthuizen o, incluso, Ben Martin y James Hahn, que patearon en el último hoyo con sus bebés en brazos. «Poder hacer partícipes a mis niños de esta experiencia es muy especial», confirmó el Tiger. Otro caso peculiar fue el de Rory McIlroy. El número uno mundial quiso premiar a un célebre amigo suyo, el cantante de One Direction Niall Horan. Además de llevarle la bolsa, el músico (hándicap 9) tuvo la oportunidad de tirar a 'green' en el último hoyo de su maestro, pero la lanzó al agua. «Mira que he actuado veces ante miles de espectadores, pero la tensión que sentí en ese golpe no la había experimentado nunca», declaró.

En el plano deportivo hay que destacar los cinco hoyos en uno conseguidos (dos por parte de Villegas), con especial protagonismo para el conseguido por Jack Nicklaus en el 4. «Es el primero que hago en mi vida en este recorrido, estoy encantado» comentó el mejor golfista de la historia, ganador de 18 «majors», que ayer volvió a disfrutar como un niño.

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