entrevista

«Mi gran sueño es participar en unos Juegos Olímpicos»

Benjamín Jiménez Trujillo. Árbitro Internacional de Baloncesto | El puertorrealeño es uno de los 40 seleccionados para arbitrar en septiembre en el Eurobasket

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Nacido el 23 de octubre de 1976 en la localidad gaditana de Puerto Real (municipio en el que vive entre viaje y viaje), Benjamín Jiménez Trujillo es actualmente uno de los árbitros de referencia en el baloncesto.

Internacional desde 2011, más de una década lleva en la máxima competición nacional. Y en ese tiempo ha dirigido encuentros de la EuroChallenge, Eurocup y Euroliga. También de la Liga Endesa y de la Copa del Rey, competición esta última en la que impartió justicia en la reciente final disputada entre Real Madrid y Barça en Gran Canaria. Ahí está su asombrosa carta de presentación. Ahora llega un nuevo y apasionante reto.

–¿Qué sintió al conocer que será uno de los 40 elegidos para arbitrar en el próximo Eurobasket Masculino?

–La sorpresa fue enorme y es algo inexplicable. Es cierto que había estado de reserva en el Mundial celebrado en España y que acudí al Mundial sub 19, pero cuando te comunican algo así no te lo esperas. Soy junto a Emilio Pérez Pizarro el representante español. Estoy muy ilusionado y satisfecho, y deseo que llegue el momento.

–Se trata de una edición pionera de la cita. Algo histórico, ya que cuatro serán las sedes del evento...

–Así es. Entre el 5 y el 20 de septiembre tendrá lugar la cita en cuatro países: Alemania, Croacia, Letonia y Francia. Eso garantiza que cuatro selecciones sean anfitrionas del Eurobasket y, por tanto, el ambiente sea mayor en más partidos. Será una gran experiencia y será bonito vivirla. Ahora sólo sé que no arbitraré los partidos de España. Luego llegará la segunda fase y no sé el sistema que se empleará.

–Es el enésimo reconocimiento a una extraordinaria trayectoria. ¿Cuál es su próximo reto?

–Siempre he soñado con estar presente en unos Juegos Olímpicos. Es algo con lo que sueña todo deportista y, aunque es muy complicado, uno no pierde la esperanza. Si al empezar en el mundo del arbitraje me dicen que voy a ser seleccionado para acudir a un Eurobasket, no me lo creo. Sin embargo, ahí está el resultado.

–¿Ha cambiado mucho el baloncesto en todo este tiempo? Hace ya más de una década que debutó en la ACB...

–El baloncesto ha evolucionado bastante. Ahora se ha crecido físicamente, los espacios son menores, el contacto es mayor...Me acuerdo que antes, cuando eras pequeño, veías a jugadores que medían 2,05 y te sorprendías, y ahora esa estatura es normal en un jugador de baloncesto.

–¿Cómo surge su idilio con el silbato?

–Jugaba en los infantiles de la AD Las Canteras, pero un día comencé a arbitrar partidos en el colegio y me picó el 'gusanillo'. Elegí arbitrar al no poder tener licencia de ambas y el tiempo me ha dado la razón.

–¿Qué imagen da el arbitraje español en el exterior? ¿Es respetado?

–La imagen es excepcional y el arbitraje español es muy respetado en cualquier zona del mundo. Salvando a la NBA y, seguidamente a la Euroliga, hay que tener en cuenta que nuestra Liga es de las competiciones más poderosas en este momento.

–Será un orgullo llevar nombre de Puerto Real y el de la provincia de Cádiz a tantos kilómetros de distancia...

–Completamente. Ahora bien, cuando me preguntan siempre dejo muy claro que soy de Puerto Real. Soy un amante de mi pueblo y aquí paso mis vacaciones y los momentos que puedo. Me apetece descansar aquí después del trasiego de viajes debido a la competición, ya que mi tierra me aporta calidad de vida, tranquilidad y aquí están mi familia y mis amigos.

–Un referente en el arbitraje.

–Sin lugar a dudas, Miguelo Betancor. Era el referente cuando empecé en el mundo del arbitraje y es un modelo a seguir.

–¿Con qué se queda después de todo este tiempo?

–Con las experiencias vividas, los lugares y las personas que conoces... Pero aún me quedan 15 años al pie del cañón.

–Un consejo a futuros colegiados.

–Mi consejo es que tengan los pies en el suelo y sean humildes. Con trabajo y un poco de suerte se pueden lograr los objetivos. Eso sí, cuando estás arriba nunca puedes perder las señas de identidad y siempre tienes que acordarte de los tuyos.

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