Daniel de la Fuente fue el triunfador de las novilladas de promoción
Daniel de la Fuente fue el triunfador de las novilladas de promoción - JUAN FLORES
Final de promoción

El sevillano Daniel de la Fuente, triunfador del ciclo de promoción

Rocío Romero, con dos orejas, cuaja una gran actuación en Sevilla y Francisco de Manuel es tercero

Sevilla Actualizado: Guardar
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La noche fue larga con ocho novillos. Debutaba La Peregrina, el hierro de Antonio Ferrera, preocupado porque el encierro sirviera para los chavales. Al final el triunfador fue para Daniel de la Fuente vivió la cara y la cruz. Su primero fue un regalito y al segundo le cortó las dos orejas en lo que supuso el desquite. Con sones de Manolete, la faena tuvo temple, ligazón y verticalidad con la diestra. Bajó la mano, se gustó en los molinetes y en los remates y demostró seguridad y oficio. Lo principal es que el novillero cigarrero consiguió conectar con el público desde el principio,que le pidió los dos trofeos con fuerza. Antes se la había jugado de verdad con el que abrió plaza que se lo pensó mucho antes de tomar los engaños.

Comenzó por doblones y lo sacó más allá del tercio pero el novillo estaba deseando irse. Le pegó tres volteretas muy feas pero volvió a ponerse con la zurda. El público valoró el esfuerzo y fue ovacionado. 

Otras dos orejas cortó Rocío Romero, la primera a un novillo muy complicado con el que la cordobesa comenzó por bajo en una primera serie que ahormó la embestida y metió al astado en la muleta. A la tercera tanda ya estaba sonando la música. Con la siguiente, de ayudados, y después al natural, confirmó que tiene mucho sitio y un gran sentido del temple. Cortó una oreja a pesar de que el astado tardó en caer. Otra logró del sexto, que le brindó a Morante de la Puebla. Se mostró firme y con seguridad, citando con la muleta siempre adelantada.Tuvo disposición primero con la zurda y después en redondo. Fue segunda del ciclo, pero cortar tres orejas en Sevilla no es tarea fácil.  Así las cosas, la final fue cosa de dos.

Manuel Diosleguarde fue silenciado en su lote. Al tercero, con presencia, lo recibió con el compás abierto a la verónica, muy dispuesto. En la muleta mostró solvencia aunque también que su toreo necesita algo más de pausa. Se lo echó a los lomos, por fortuna sin consecuencias, antes de rajarse y desentenderse del engaño y el novillero fue silenciado. El alumno de la escuela de Salamanca sufrió otros dos revolcones en el séptimo con el que se entregó, pero su labor no llegó a tomar cuerpo.

Francisco de Manuel, que había mostrado buenas maneras en el primer festejo de promoción, también se fue vacío. El alumno de la escuela de Colmenar Viejo se templó a la verónica con el cuarto, que apretó en banderillas pero transmitió en los primeros compases de la faena de muleta. Con algunos altibajos, estuvo firme y mostró que tiene buen concepto, sonó la música y dejó detalles de buen gusto aunque el palco no le dio la oreja que pidió el público. El que cerró plaza tampoco le dio muchas opciones y el festejo ya estaba cuesta arriba a la espera de lo que decidiera el jurado. Al final, ganó el sevillano.  

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