Fiestas Colombinas

Roca Rey corta oreja y maquilla una tarde sin brillo en Huelva

Talavante pincha el mejor lote de Cuvillo y Morante pecha con dos toros sin opciones

Roca Rey, en la tarde de ayer ALBERTO DÍAZ

Lorena Muñoz

El cartel estrella de Las Colombinas casi llenó la plaza a pesar del cambio obligado por la grave lesión de Manzanares y la entrada de Alejandro Talavante . La terna tenía suficientes atractivos y alicientes para resistir a otra tarde de calor asfixiante. Con ocho minutos de retraso, los cinco de rigor que tiene de menos el reloj del coso de la Merced y tres más de regalo, dio comienzo el esperado paseíllo. Otra cosa es lo que luego aconteció en el ruedo. Solo Roca Rey cortó una oreja de un desigual encierro que tuvo dos toros buenos.

El peruano, que el año pasado pinchó una gran faena y se quedó sin trofeos , la logró en el tercero. El público protestó la presencia y hechuras del toro al que el diestro llevó al caballo galleando por chicuelinas antes de perder el capote y dejó un variado quite con caleserinas. En el primer estatutario, el astado, que había hecho cosas buenas hasta ese momento, se fue rajado. Al otro lado de la plaza terminó la serie que había iniciado y ya en los medios y en redondo lo metió en la muleta bajando la mano , templando y tirando de la embestida primero con la diestra y después con la zurda, en ayudados. Fue una faena larga y técnica que terminó con manoletinas y una estocada que le valió la oreja.

Para cuando salió el sexto, siempre al relance y a su aire, el festejo ya caminaba por la peligrosa senda de la decepción. La ovación se la llevó el picador Sergio Molina que agarró al astado arriba tras cruzar el ruedo de peto a peto. Luego casi arrolla a Morante cuando lo sacaba para hacer el quite. Así las cosas, Roca Rey cogió la muleta para intentar remontar los ánimos pero el toro se quedaba corto y no logró pasar de correcto y dispuesto.

Morante de la Puebla regresaba a Huelva tras el descanso del año pasado y no tuvo fortuna con su lote aunque algunos protestaran a su salida de la plaza. Salió dispuesto a saludar el primero a la verónica, con suavidad y temple. Si no fue más lucido fue porque el toro perdió las manos pero volvió a la carga en el quite a la verónica con una media que encendió al tendido. Se echó la muleta a la mano izquierda para la primera serie que sacó más allá del tercio al Cuvillo que estaba sin fuerzas para seguir el engaño. El cigarrero se la echó por delante, sin molestarlo e intentó llevarlo con suavidad pero no había de dónde sacar. Los pitos fueron para el astado en el arrastre y el silencio para el torero.

El cuarto se pegó un costalazo cuando Morante intentaba torearlo a la verónica y fue protestado por el público para que lo devolvieran a los corrales después de salir del caballo donde solo se señaló la suerte. Tras una lidia alborotada, el propio torero puso orden en banderillas y dejó una bonita larga cordobesa antes de retirarse a coger los avíos. Las protestas continuaron cuando el cigarrero intentó torear con la mano a media altura para evitar lo inevitable, ya que el toro se caíacada vez que medio lo obligaba. Cierto sector de la parroquia se enfadó, con razón, ya que no hubo manera de que pudiera torear, así que entre pitos y palmas, se dirigió a saludar al presidente. Más pitos se llevó el Cuvillo cuando se lo llevaron hacia la puerta de arrastre.

A Alejandro Talavante le tocaron dos ejemplares con posibilidades pero le faltó convicción y rematar con la espada. Con mucha facilidad en el manejo del capote saludó el extremeño al segundo al que quitó por chicuelinas antes de que Trujillo saludara tras dos buenos pares. Por estatuarios, la trincherilla y el de la firma fue el inicio para llevarlo a los medios donde comenzó con la diestra. Respondió el toro, que acudió con bravura , humillando, con recorrido, fijeza y repetición. A la faena le costó conectar con la embestida y con el público al principio y fue al natural donde el torero logró los mejores momentos con «Farfonillo» que se llevó una ovación en el arrastre. Abrochó con manoletinas pero no supo rematar con la espada y el premio quedó en saludos desde el tercio.

Aún tenía el quinto, un toro alto que fue a regañadientes al capote al comienzo, empujó al caballo y apretó en banderillas. Lo brindó Talavante que debió ver posibilidades en la embestida con cierto picante que tenía «Berlanguillo» . La labor templada, de menos a más aunque sin muchas aperturas, no llegó a entusiasmar. Citó a pies juntos, pero dio muchos muletazos a los que le faltó alma y rotundidad. Volvió a encasquillarse con la espada y hasta sonaron dos avisos.

 

PLAZA REAL DE TOROS DE LA MERCED

 Sábado, 5 de agosto de 2017

 Toros de Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y de juego. Destacaron el bravo 2º y el 5º. Pitados 1º, 4º y 6º

MORANTE DE LA PUEBLA, de rojo Lanzada y oro. Estocada casi entera (silencio) y estocada (silencio)

AJEJANDRO TALAVANTE, de azul Baratillo y oro. Dos pinchazos, otro hondo y descabello (ovación y saludos tras aviso) y tres pinchazos, media y descabello ( silencio tras dos avisos)

ROCA REY , de verde San Roque y oro. Estocada (oreja) y pinchazo y estocada (silencio)

Tercera de abono. Casi lleno en tarde muy calurosa. Saludó Juan José Trujillo

 

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación