Cinco faenas memorables de Morante

«Peregrino», Plaza Monumental

Méjico, 11 de diciembre de 2016.

Morante de la Puebla abrió la puerta grande del coso mexicano tras una histórica faena a Peregrino, un astado de 520 kilos de la ganadería de Teófilo Gómez . El torero sevillano compartía cartel con José María Manzanares y el diestro mexicano Gerardo Rivera . Era el cuarto de la tarde y desde los primeros pases se intuyó una faena histórica. El inicio con la muleta, con una sucesión de chicuelinas, fue un prodigio de torería . La plaza se emocionó con la profunda obra de Morante. Fundamentó su labor en la mano derecha, ya que por ese pitón el toro embestía con vigor. LA faena mereció dos orejas. Pocos días después, el 18 de enero de 2017, Morante repetiría éxito con otro astado de Teófilo Gómez, compartiendo cartel con El Juli y Luis David Adame .

«Dudosito», Plaza de la Real Maestranza

Sevilla, 15 de abril de 2016.

Era el último toro de Morante en la Feria de Sevilla de 2016. Había comparecido ya tres tardes con discretos resultados. Pocos esperaban que apareciera la magia del diestro cuando «Dudosito», de la ganadería de Núñez del Cuvillo, irrumpió en la plaza. El toro iba justo de fuerzas, pero Morante lo mimó en el caballo . El astado lo agradeció sacando gran nobleza y permitiendo a Morante desplegar toda su estética: naturales y derechazos a cámara lentísima que pusieron a la plaza de pie, enfervorecida. El de la Puebla dibujó hasta una media verónica... con la muleta. Sevilla se vino abajo. Dos orejas y sabor a toreo legendario en aquella corrida cuyo cartel compartió con El Juli y Roca Rey .

«Alboroto», Plaza de Las Ventas

Madrid, 21 de mayo de 2009.

«Yo es lo mejor que he visto en el toreo de capa en mi vida», escribió Zabala de la Serna en su crónica en ABC. Morante de la Puebla cautivó a los espectadores de la plaza de toros de Las Ventas con un recital de toreo de capa que pasará, sin duda, a las páginas de oro de la Tauromaquia. Compartía cartel con José María Manzanares y Rubén Pinar . Fue en el cuarto de la tarde, un buen toro de Juan Pedro Domecq al que el sevillano recibió con media docena de verónicas templadas, con gusto, con cadencia, ganando terreno y rematadas con dos soberbias medias en el centro del anillo. Tras la primera vara, sacó el toro a los medios y la plaza enloqueció con el capote. La faena fue premiada con una oreja, pero la afición capitalina no olvida aquella tarde.

Bilbao, 23 de agosto de 2011.

Morante compartía la cuarta corrida de feria con José María Manzanares y David Mora con toros de Núñez del Cuvillo. Tras saludar en el primera, el cuarto de la tarde irrumpió en el albero. Un ejemplar bien presentado y colorao ojo de perdiz que no despertar mucha expectación, siendo incluso protestado por el respetable. Pero el diestro de la Puebla comenzó a hilar naturales con una suvidad inusitada. El toro, lejos de derrumbarse, fue creciendo en prestaciones y nobleza. Mató de certera estocada arriba y el presidente conceidó las dos orejas, algo que no ocurría en el coso bilbaíno desde que los lograse Manuel Jesús el Cid cuatro años antes. Otra faena para el recuerdo.

«Gastador», Plaza de toros de Jerez

Jerez de la Frontera, 8 de mayo de 2010.

Seis toros de Núñez del Cuvillo para Finito de Córdoba , Morante y El Cid. El diestro de la Puebla había liquidado a su primero con cuatro pinchazos y dos descabellos. Al quinto de la tarde, un jabonero pequeño, le hizo de todo en todos los tercios. Tarde inolvidable que enfervoreció al público del coso gaditano. «No es posible torear más lento, esculpir tamaña obra de arte», reflejó Fernando Carrasco en su crónica, titulada «Morante, y el que venga detrás, que arree». El público pidió el rabo, pero la Presidencia sólo concedió las dos orejas.