CON SU PERMISO

Análisis: tres y tres

El Fandi corta una oreja en la tarde de este sábado J.M.SERRANO

Alfredo Casas

Quiso el sorteo matutino enlotar el desigual encierro de Fuente Ymbro de forma que los integrantes de la decimosegunda terna de la presente Feria de Abril dispusieran de un toro de francas opciones -1º, 2º y 6º- y otro astado de mayor complejidad, con más incógnitas por despejar -3º, 4º y 5º-.

Astifino, aleonado, algo montado, hondo y apretado de carnes fue el castaño claro que rompió festejo. Desde su salida por toriles, «Hechizo» dejó patente la calidad de sus descolgadas y acompasadas embestidas por el pitón izquierdo. Ya por el derecho se movió con la cara a media altura y no terminó de rebosarse tras las telas. De medido motor, el «fuenteymbro» fue hacia delante mientras le duró la gasolina. Traspasado el ecuador del festejo, Padilla dispuso de un toro que, por montado y corto de cuello, apenas humilló su generosa cornamenta. Orientado y gazapón, «Primoroso» arrolló en banderillas y, tras ser severamente castigado en el inicio de la faena de muleta, se desentendió de la lidia antes de rajarse por completo.

Cinqueño fue el astado que hizo segundo en el orden de lidia. Corto de manos, montado, de generoso cuarto delantero y escurrido de riñones, «Sabuco» buscó disculpas para no entrar al peto del caballo. De enrazado y emotivo inicio de faena, el de Ricardo Gallardo tuvo una docena larga de exigentes embestidas por el pitón derecho. Después, cambiado el engaño a la mano zurda de «El Cid», se aburrió. Enseñando las palas, largo de manos y vareado de carnes fue el quinto, un astado de reservona salida, mansa pelea en varas y laboriosa brega. Mirón y desclasado, «Jaleo» fue toro de explosivas inercias, mentirosete a más no poder.

Regresó a Sevilla David Fandila «El Fandi» para lidiar en primer lugar astado abrochado y embastecido, de templada salida e incuestionable poder que, tras ser ahormado en el tercio de varas, únicamente se movió antes de llegar a los embroques. Lo de después fue otra historia. Bruto, topón e incierto, «Indómito» repuso los viajes y buscó con sentido antes de rajarse a los adentros. Completó el encierro un toro con leña para pasar un invierno y finas hechuras. Lidiado entre un abundante aguacero, «Observador» fue astado fijo y pronto, de notable pitón derecho. Noble y repetidor, el toro se empleó por abajo, con franqueza y profundidad, cuantas veces quiso Fandila. Y quiso el de Granada. Hasta tener garantizada la única oreja de la tarde.

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