Portada de ABC del pasado 11 de octubre
Portada de ABC del pasado 11 de octubre

La portada de ABC al niño Adrián inspiró el gran brindis de Cayetano en la Feria del Pilar

«Yo estoy dispuesto a morir por el toro, ¿lo están los antitaurinos?», dijo el torero

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Un brindis con la raza Rivera y la torería Ordóñez sobrecogió a todo aquel que puedo escucharlo por televisión. Cayetano pronunció el padre de todos los brindisen su arrebatada tarde en la recién concluida Feria del Pilar. Solo sus cercanos conocían que sufría un proceso gripal que lo mantuvo en cama hasta que tuvo que enfundarse el vestido de torear.

Nadie lo hubiera pensado tras el derroche torero que hizo luego en la Misericordia. Sí era consciente su mozo de espadas, Ramiro Curá, que pasó la mañana entre el sorteo y las farmacias, buscando medicamentos para paliar el malestar. Más que una capilla, Ramiro tuvo que transformar una mesita en una botica de guardia, con practicante incluido.

Sabedor de su pánico a las agujas -¡quién lo diría en un hombre que se juega la vida delante del toro!-, su fiel escudero consultó al matador si era viable el medicamento inyectado. «Contra todo pronóstico me dio su ok sin vacilar. Localicé a un practicante que se comprometió a estar en media hora en el hotel. Subí a su habitación para ir ganando tiempo con la otra medicación (3 fármacos) y, mientras, fui montando la capilla y la silla con el vestido de esa tarde», cuenta Curá en su fantástico e interesantísimo blog «Desde el "cochecuadrilla"».

Sigue Ramiro: «Su cara de preocupación era evidente así que, para distraerlo en la medida de lo posible, comencé a hablarle de cosas más o menos intrascendentes mientras él permanecía en la cama como cualquier enfermo. Entonces recordé la portada de ABC que había compartido en sus redes Rosario Pérez esa mañana. En ella, una foto del festival en Valencia por Adrián –el niño malito de cáncer– en que se mencionaba un tuit de Cayetano en referencia a quienes habían deseado su muerte. “¡Cobardes!”, clama Cayetano contra los autores de los perversos tuits».

Al comentárselo, Cayetano Rivera pidió ver la portada: «Lo hizo a través de mi teléfono. En ese momento, su gesto de enfermo tornó irritación, cabreo, indignación. Estuvo unos minutos olvidado de su estado comentando la actitud de ciertos antitaurinos con poca sensibilidad. Luego llegó el practicante y cambiamos de tema... No podría asegurarlo porque él suele ser muy reservado para estas cosas, pero tengo la convicción de que en ese momento se comenzó a fraguar uno de los brindis más sentidos, comprometidos y vibrantes que se hayan escuchado nunca por televisión».

Su brindis fue puro corazón y coraje, la verdad del toreo enmarcada en su voz: «Ojalá los antitaurinos sintieran el mismo amor y respeto por las personas que nosotros sentimos hacia los animales -dijo a los micrófonos de Movistar Plus-. Yo estoy dispuesto a morir por el toro y hacia lo que representa. ¿Lo están ellos [en alusión a los antis]? En especial quiero brindar esta faena a Adrián, que todavía es un niño pero ya tiene corazón de torero. Te vas a curar, valiente».

Cayetano no podía entender cómo los animalistas no se conformaban ya solo con atacar a los toreros, sino con un niño enfermo de cáncer, Adrián, el pequeño gran héroe del pueblo taurino. Repugnante las miserias humanas embistiendo con tanto odio contra un chiquillo que lucha por curarse mientras en las redes vierten comentarios de esta vomitiva guisa: «Adrián, vas a morir».

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