La historia taurina de Cuba, con 20 plazas de toros, llega a La Habana el 7 de julio

«Cuba brava. El toreo en la memoria histórica de Cuba» está dedicada a Curro Romero

MADRID Actualizado: Guardar
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El museo de la Casa de México en La Habana abrirá el próximo 7 de julio (San Fermín), y hasta el 30 de agosto, una exposición que recuperará la memoria de la historia de la tauromaquia cubana, que se extiende desde 1492 hasta finales del XIX, con la independencia de la isla.

El que fuera matador de toros mexicano Rodrigo Galguera, ahora dedicado a labores de galerista de arte, ha recopilado durante cuatro años una notable cantidad de objetos, fotos, documentos y fondos bibliográficos que evidencian la larga tradición taurina de este país caribeño, donde se construyeron hasta veinte plazas de toros, entre las que destacó la de Carlos III, de La Habana.

En esos recintos llegaron a actuar las primeras figuras del toreo españolas de finales del XIX, como Guerrita o Luis Mazzantini, e incluso, por encontrarse allí contratado para varias corridas, murió allí, el 4 de diciembre de 1868 y a los 50 años de edad, el famoso Curro Cúchares, víctima de la «fiebre amarilla».

Galguera, en colaboración con el Gobierno cubano y la embajada de México, explica a EFE que ha conseguido reunir las imágenes, carteles, textos y documentos que atestiguan esta larga historia taurina truncada con la guerra de la independencia cubana y la llegada a la isla de los norteamericanos.

Cuba brava

Con el título de «Cuba brava. El toreo en la memoria histórica de Cuba», el proyecto, en el que colabora la embajada de México, pretende «fortalecer el vínculo cultural con otros países afectos a los toros y, al mismo tiempo, despertar el interés por la Fiesta en un país que desconoce una historia que fue borrada por un intervencionismo ajeno a la tradición iberoamericana».

Además está prevista la publicación de un libro que amplíe los datos aportados por la exposición, extendiéndose sobre los distintos toreros nacidos en Cuba, como El Cheche, sus distintas plazas y las más de veinte revistas taurinas que reseñaron cada festejo celebrado en la isla, que fue el primer enclave americano donde se lidiaron toros.

La muestra, que incluye pinturas, esculturas, vestidos y trastos de torear, carteles, cabezas de toros y demás objetos relacionados con la lidia, se acompañará de un ciclo de cine taurino, así como de conferencias y cursos dirigidos por Javier Villaseñor, agregado cultural de la embajada mexicana y que tendrán continuidad en varias universidades y escuelas de la isla.

La inauguración de la exposición, que Galguera dedica al diestro Curro Romero, que fue su padrino de alternativa, incluirá el prólogo de un concierto de pasodobles en la Plaza de Armas de La Habana Vieja, tras el que la comitiva, precedida por un alguacilillo, se trasladará en un pasacalles hasta el Museo de la Casa de México.

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