Andrés Amorós

Fraude de ley y esperpento

«Cuando el Tribunal Constitucional falló que la prohibición catalana era ilegal, cambiaron de táctica: no prohibirían las corridas pero las adaptarían "a la balear"»

Andrés Amorós
Madrid Actualizado: Guardar
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El proyecto de ley sobre las corridas de toros «a la balear», que acaba de aprobar ese Parlamento es un fraude de ley y un esperpento.

Un evidente fraude de ley, ante todo. Sus promotores, el tripartito que gobierna las Islas, anunció, hace un año, otra ley, que suponía la prohibición absoluta de la Fiesta. Les advirtieron que eso sería anticonstitucional: no les importaba. Cuando el Tribunal Constitucional falló que la prohibición catalana era ilegal, cambiaron de táctica: no prohibirían las corridas pero las adaptarían «a la balear». Es lo que han hecho.

Es como si alguna Comunidad quisiera prohibir el teatro y, al temer que fuera ilegal, decidiera crear un tipo de teatro… en el que no hubiera actores representando en directo sino grabaciones.

Podrían llamarlo «teatro» pero estarían falsificando radicalmente su esencia.

El esperpento también está claro. Las corridas no podrán durar más de dos horas. ¿Se imaginan que una Comunidad prohibiera los espectáculos de teatro o de ópera que duren más de eso? Si la gente lo pasa bien, ¿por qué prohibirles que disfruten? Y, si se aburren, no acudirán o se irán, a la mitad… También se prohíbe «el rejoneo a caballo»: ¿será lícito, si se hace en burro o en camello?

El nuevo proyecto vulnera también la más elemental libertad económica, al obligar al empresario a comprar los toros que se vayan a lidiar en la ganadería más cercana: ¿tendrían que hacerlo, también, los vendedores de sobrasada o de camisetas de lana?

Al tener conocimiento del proyecto, como es habitual, el Gobierno central lo trasladó al organismo correspondiente para averiguar si incumplía o no alguna norma constitucional. En este caso, a la Dirección General de Bellas Artes, del Ministerio de Cultura. Su informe jurídico – publicado, en resumen, en todos los medios – fue demoledor, demostrando todos los puntos del proyecto que son claramente anticonstitucionales. Al recibirlo, la respuesta de los políticos baleares fue rotunda: pensaban seguir adelante, sin hacerle ni caso. ¿Usará el Gobierno los medios que posee para que se cumpla la ley? Veremos…

Fraude y esperpento: ése es el resumen. Para nada he hablado de afición o no a la Fiesta sino de respeto a la ley y a la libertad.

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