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Escena de la obra «El grito en el cielo» - TEATROESPAÑOL

La Zaranda: «Andalucía es una catástrofe cultural con una villanía y un desprecio asombroso»

La compañía estrena «El grito en el cielo» en el Teatro Español del 13 al 31 de enero.

La Zaranda ha decidido marcharse de Andalucía, la tierra que los vio nacer, después de 38 años. «Nadie puede decir que somos una compañía andaluza, solo en origen. No hay interés por la cultura, es una completa mentira. Andalucía es una catástrofe cultural con una villanía y un desprecio asombroso», sentencia el dramaturgo Eusebio Calonge

MADRID Actualizado: Guardar
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¿Qué tal si los próximos Reyes Magos sois vosotros? Bromeó el director del Teatro Español, Juan Carlos Pérez de la Fuente durante la presentación de «El grito en el cielo», la última obra de la compañía La Zaranda. El chiste, cargado de actualidad, guardaba un sentido en el que quizás ni el propio De la Fuente reparó. Los de La Zaranda ya son Reyes Magos. Reyes del teatro.

Podría sonar a elogio fácil y a exageración al mismo tiempo. Pero no. La Zaranda se sienta en el trono desde hace 38 años, cuando nacieron con su primer trabajo, «Los tinglados de Maricastaña». Desde ese momento, y aún habiendo pasado penurias económicas y portazos en su propia tierra, Andalucía, que ahora han decidido abandonar («nadie puede decir que somos una compañía andaluza, solo en origen»), si es que no lo hizo ella antes, pese a todo, La Zaranda ha sido y es (el futuro no es de nadie) una de las compañías más sólidas y más valoradas del mundo.

Pero, ¿cómo lo han hecho? No hay fórmulas. La Zaranda huye de lo prefabricado. Es puro instinto, pura pasión y, sobre todo, pura fe. «Lo que más tira es la curiosidad, saber con cada trabajo si eres capaz de asomarte a algo digno de llamarse teatro. Eso mueve todo. El resto es aguantar porque estamos en una estructura social muy difícil para el arte. El teatro es nuestro único refugio», dice Eusebio Calonge. Y también el de sus espectadores.

Aterrizan el próximo 13 de enero nuevamente en el Español con «El grito en el cielo», de Calonge, y dirigida por Paco de la Zaranda. Cuenta con un reparto ya más que conocido. Y no tanto. A los habituales y necesarios Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y el propio Paco, se suman Iosune Onraita y Celia Bermejo.

El grito en el cielo» podrá verse desde el 13 al 31 de enero en el Teatro Español. De martes a sábados a las 20 h. Domingos a las 19 h.)

Este trabajo, ambientado en un tétrico geriátrico, es una continuación del último, « El Régimen del pienso» (2012). Ambos (aunque aquí podría englobarse a casi todos las creaciones «zarandeanas») hacen una punzante, pero sobre todo real y dolorosa, crítica al ser (o más bien no ser) en el que nos hemos convertido. Impávidos, insensibles, «embalsamados», ironizaron alguna vez y perdidos por una marea de consumo, mentira, corrupción, vanidad y vacuidad.

Es la primera vez que crean un trabajo frente al público, en este caso en la Bienal de Venecia. Respecto a ello aseguraron que La Zaranda «tiene que abrir nuevos horizontes». Sin embargo, han sido muy herméticos respecto al proceso de creación. ¿Por qué se produce ese cambio ahora, después de 38 años?

Eusebio Calonge: Siempre hay una edad de escuchar y ya esa se nos ha pasado y ahora vemos mucha gente joven que te busca, que te invita a sus ensayos y que quiere saber de ti y es muy lícita. Hemos construido un lenguaje poético y hay que empezar a mirar hacia afuera, desde la obra también, no solo desde cómo trabajamos sino desde el propio trabajo. Ese horizonte poético de La Zaranda tiene que poner la vista hacia afuera. Coincide la edad, esta es determinante para saber dónde puedes empezar tú a sembrar dudas en los otros, no se trata de dar doctrinas, sino enseñar nada más que a dudar en la forma de trabajo de la dramaturgia contemporánea.

Paco de la Zaranda: Además, se da de una forma natural. Las circunstancias son las que hay, y si la gente pide que des un curso, una charla...Además, una cosa lleva a a otra. Se han enterado que estuviste en tal sitio y te invitan a otro.

Eusebio Calonge: Es lícito. Ahora sí podemos contagiar. Antes la mirada hacia dentro de La Zaranda no la queríamos sacar.

Hay muchas formas de hablar de supervivencia en el teatro. Ha sido un año duro para ustedes a nivel económico, a nivel artístico...Y aún así siguen luchan y triunfando. ¿Cómo hacen para seguir?

Eusebio Calonge: Todo viene junto, las desgracias nunca vienen solas, como dice el refrán. Uno tiene ciclos buenos y malos. Lo que más tira es la curiosidad, de nuevo saber saber si eres capaz de asomarte a algo digno de llarmarse teatro. Ese es el empuje. Eso mueve todo. El resto, hay que aguantar muchas cosas porque uno está en una estructura social muy difícil al arte. Pero al final, impera eso, qué tiene uno que decir y sin querer se te van escribiendo cosas por dentro. No es un reto, es nuestro único refugio, las obras.

Paco de la Zaranda: «El hasta aquí llegamos» no lo podemos plantear. No puedo decir «voy a dejar el teatro».

Eusebio Calonge: Esto es como la muerte o el amor, cuando llegan, llegan. No hay una estrategia de mercado, ni siquiera artística. Si las condiciones se dan tú sigues, si son adversas no puedes seguir.

¿Está mejorando la situación?

Eusebio Calonge: Hemos pasado por un sacudón económico muy fuerte. Sin apoyo de nada ni de nadie.

Paco: Ya nos trajimos la empresa a Madrid. Hay 650 teatros en Andalucía y no trabajamos ni en cuatro.

Eusebio Calonge: Nadie puede decir que somos una compañía andaluza, solo en origen. No hay interés por la cultura, es una completa mentira. Andalucía es una catástrofe cultural con una villanía y un desprecio asombroso. No te queda otra cosa que irse por no reventar. Y no es cuestión de lamerse las heridas, sino que el mundo es muy grande y lo que tú eres va contigo y que además somos más fuertes: no los necesitamos.

¿Qué sienten respecto a eso?

Tristeza pero no por nosotros, sino por el destino del teatro en Andalucía. Hay gente joven de mucho valor que se tiene que ir porque no reciben el menor apoyo porque allí todo es un juego de villano.

Pero aún en los mejores momentos...

Paco de la Zaranda: Es que nunca hubo un buen momento.

Pero jamás quisieron identificarse con el teatro andaluz, no quisieron que La Zaranda fuera «de Andalucía»

No eso de ser andaluz profesional es algo muy bajo. Eso va en los vaivenes políticos y nunca nos ha interesado.

Han dicho que a través del teatro expresaban los que son. Pero que ya no lo hacen. ¿Qué buscan ahora?

«Al teatro solo le das tu tiempo, pero no eres nada si él no quiere»

Paco de la Zaranda: Que el teatro se exprese a través nuestro. Únicamente uno es un conductor por donde pasa el misterio del teatro que pasa a través del que lo hace y así llega al público. No hay que usar el teatro para decir lo que siento. Yo soy permeable a lo que el teatro me habla y lo que a mí se me rebela, a todos los niveles, a nivel de un lenguaje, esa comunicación entra en un plano que no se puede expresar, plano de sensibilidades, es una sentimiento que se transforma en palabras, imágenes...El resultado de un trabajo es lo que has absorbido porque el teatro te lo da. El teatro da, no tú al teatro. Tú solo le das tu tiempo, pero no eres nada si él no quiere. Llámale teatro o mejor el misterio del teatro. El misterio se manifiesta de muchas maneras, el teatro es una de ellas.

¿Qué supone para La Zaranda el público? Dicen que trabajan para el teatro y por el teatro. ¿Qué significa un patio de butacas lleno o vacío? ¿Les preocupa el apoyo del público?

Eusebio Calonge: Se corre el peligro de hablar del público como una masa gris que piensa y siente igual. El artista tiene que sustraer de esa masa gris a ciertas almas y orientarlas bien hacia el teatro. Desde ese punto de vista siempre ha sido muy importante. Orientarlos hacia el buen teatro. Hacia el teatro. Hay que sustraerla de la masa que busca el ocio, que busca otra cosa. En el público se refleja, y ahí es donde buscamos. No somos capitalistas de alma, no queremos a todo el público del mundo, queremos al mejor. Hay un teatro que queremos que te permita emocionarte y pensar. Son espectadores que descubren la obra por dentro. En la memoria les va a quedar imágenes, alguna frase. El teatro no es otra cosa que dejar en la memoria algún recuerdo.

¿Habéis cambiado en estos años? En alguna obra han dicho: «Si nos dicen que cambiamos, resulta que nos traicionamos y si hacemos lo mismo, que nos repetimos»

Eusebio Calonge: Es una autocrítica. En aquél tiempo estaba siempre ese trabajar en esa cuerda floja.

Paco de la Zaranda: Nosotros copiamos a La Zaranda.

Eusebio Calonge: Hay un lenguaje y el lenguaje eres tú. Una cantata de Bach es una cantata de Bach. Un parlamento de Dostovieski, será siempre un parlamento de Dostovieski. En el estilo siempre están tus propias obsesiones y de eso no te libra nadie. Uno escribe con su sangre y es siempre la misma.

Paco de la Zaranda: La verdad es la verdad y si se repite es bueno. Si busco una escena no me planteo si me repito, solo que sea verdad. Sí que hay una exigencia a través del tiempo, uno va depurando un lenguaje que te va metiendo por unos vericuetos que son otros. Lo que no puedes pasar es por lo mismo, porque si no eres una ratita encerrada. Hay que buscar la salida que te lleva a otras cosas pero sin dejar de ser tú, porque si no estás perdido. Pero si en el equipaje eres tú mismo y vas buscando la belleza lógicamente entras en encrucijada pero te van gustando y emocionando las mismas cosas pero todo se va depurando. No me puede gustar la misma pintura ahora que con 20 pero la que me gustó con 20 me llevó a la de ahora. Es un camino.

La música de Semana Santa ya no está presente. ¿Por esa búsqueda, ese camino?

Eusebio Calonge: Hace muchos trabajos que no está. Pero no es una decisión. Llega un momento en que hay cosas que no te motivan y si a ti no te motivan ya no te interesa trabajar con ella. Pero sí sigue el elemento de la música sacra, que sí es irrenunciable para nosotros.

Paco de la Zaranda: En la línea de la pregunta anterior, quizás la música de Semana Santa nos llevó a la sacra. ¿Era válido aquello? En su momento sí. Ahora me identifico más con otro tipo de música. Y el teatro hace lo que quiere. "Ahora es esto", dice. Puedes poner eso o la música más de pachanga. No es ser exquisito. Lo que haces requiere de un tipo de música.

¿Por qué le ponen el grito en el cielo?

«¿Quién responde al grito? La fe. Ni siquiera la confianza en lo humano»

Eusebio Calonge: Eso es que nadie te escucha en la Tierra, por eso lo pones en el Cielo. Se pone el grito en el cielo en el propio destino humano, un destino tan materialmente cerrado, vamos cumpliendo analíticas y cada una es una posibilidad menos de vida, y cierran por completo el horizonte a tu trascendencia, a tu propia espiritualidad, a tu propia alma. Se hace que el hombre pierda contacto con su propia alma, con lo cual es una forma de perder contacto consigo mismo. Ese es el grito en el cielo. Ante eso se pone el grito. ¿Quién responde? La fe. Ni siquiera la confianza en lo humano. Es solo la fe.

Reniegan de entender el arte como evasión. ¿Qué rol cumple La Zaranda? ¿Nos hace más conscientes de la realidad al margen de buscar siempre trascendencia?

Eusebio Calonge: El arte es una inmersión, una toma de conciencia con lo más profundo que tiene el hombre, que es su propio latido, su propio sentido de ser. Ese pienso luego existo, es más bien, existo luego pienso. De alguna manera siempre será una coyuntura y una diatriba distinta. Se busca ver lo que no puedes ver, es decir, dar presencia a lo que siempre está ausente. La revelación. El sentido del arte es revelar lo que no existe. Uno trabaja cuando quiere ver sobre el escenario aquello que no existe, que nunca se puede ver. Por eso siempre hay gran fracaso. Por eso hay una gran crisis más allá de la económica, porque sabes que nunca vas a llegar a eso pero es el constante que te hace crear.

Paco, sigue actuando y dirigiendo. ¿Se plantea dejar el escenario para solo dedicarse a dirigir?

Paco de La Zaranda: La respuesta (y no es escaparme) es hacer lo que el teatro quiera. Y si quiere que esté en lo alto de un escenario lo haré. Si no, no lo estaré. Creo que este año puede que se cumplan las dos cosas. Pero no por haberlo decidido, sino porque así se ha dado.

Decía que se lo pasaba fatal mirando las obras desde afuera...

Paco de La Zaranda: Sí, pero porque era muy chiquillo. No es muy agradable estar fuera. El que no esté como actor no significa que esté afuera.

Eusebio Calonge: Paco no sabe estar fuera y yo tampoco en el sentido de que no trabajo, tampoco sé estar. Yo como técnico también estoy dentro. También hay coyunturas.

Siempre han sido muy críticos con la escena actual. ¿Ha cambiado? ¿Ha mejora o empeorado?

Paco de La Zaranda: Está como está la sociedad. Convaleciente.

«Hemos sido punta de lanza que muestra que los despachos no nos han podido tumbar»

Eusebio Calonge: La sociedad no tiene valores. El teatro no los refleja. Pero con todo, yo soy optimista. Hay algo bueno de la crisis. Como no se podía vender ningún producto, hay gente que optó por hacer cosas «no vendibles». Pero no en el sentido de detonantes, sino que hicieron lo que querían. Las vanguardias, que dependían de las subvenciones estatales empezaron a mermar. Y ahí puede ver un repunte. La pelea nuestra tiene sentido para mucha gente joven en el sentido de que hemos sido punta de lanza que ellos ven que los despachos no nos han podido tumbar. Soy optimista pese a que todo está politizado y parece que no se puede hablar de nada más. El teatro es algo eterno como cualquier arte y va a seguir emanando. Estas cosas regenera.

Haciendo teatro diferente al resto, habiendo hecho lo que siempre sintieron, no cediendo, siendo fieles con su teatro no comercial les ha ido muy bien. Espectaculamente bien. Tanto que han cosechado premios en todas partes del mundo, incluido un Premio Nacional de Teatro. ¿Cómo se hace para ser exitoso sin traicionarse?

Eusebio Calonge: Los premios te los da la vida, los demás son placas que se llenan de moho rápidamente. La gente que uno conoce, se cruza, estar atentos a la gente. Ahora hay mucha psicosis de la «alfombra roja» a costa de denunciar lo mal que están otros, esa cosa hipócrita del «negocio teatral». El premio es la gente para nosotros.

Paco de La Zaranda: Sentirnos vivos es el premio más grande.

Ya hablamos de Andalucía. ¿Le debéis algo a España?

Eusebio Calonge: Lo importante es lo que eres. Tus referencias culturales son las tuyas. Este país no hay amor por la tradición, que detesta su propia historia, que cuando la recupera es para vengarse, más allá de ese calvario, decía Ramón Gaya que ser español es una penitencia, más allá de todo eso es lo que somos. Quizás hay menos apoyos estatales, pero también salen grandes cosas. Pedagógicamente para que se de la pintura en Francia se necesita cuidado, educación. Aquí sale un bruto en un pueblo perdido de Aragón y es Goya. Aquí no hay nada académico, hay otra sangre que fluye con más violencia. Cultura de pico y luego un pueblo muy inculto. Uno es lo que es, no puede ser otra cosa.

Paco de La Zaranda: Aquí hay lugares donde se nos quiere mucho. Madrid, por ejemplo.

¿Sienten el Teatro Español como una casa?

Paco de la Zaranda: Es muy especial para nosotros.

Eusebio Calonge: Es el más antiguo de Europa. Aquí hay energía.El patio de carruajes por donde entraban los cómicos aún está. Y cuando se pisa ese escenario se ve esa fuerza de los que pisaron. Y además, la gente aquí es muy amable. Una familia.

¿Les da respeto ese escenario pese a los años?

Paco de La Zaranda: Cualquier sitio donde vamos nos da respeto.

Eusebio Calonge: El Español también. Vuelves a Madrid. Mucha gente espera mucho de ti.

Los tres últimos trabajos fueron coproducidos por el Festival Temporada Alta de Girona. ¿Cómo ven el apoyo de Cataluña y no de Andalucía?

Eusebio Calonge: Hay gente que le gusta y que apuesta por un trabajo de riesgo y además es bonito porque La Zaranda es un riesgo enfocado hacia todo el público, es para todo el público de allí. Gente que sí te reconoce. Esta gente lo hace y es un festival muy importante, el más importante a nivel nacional ahora mismo.

¿Se van a seguir llamando La Zaranda, «Teatro inestable de Andalucía la baja?

Eusebio Calonge: Sí, eso está dentro. Es más, no lo habían puesto en el cartel (Ahora está)

¿Hay guiños a Juan de la Zaranda en la obra? (Uno e los fundadores del grupo, fallecido en Jerez en 2013)

Eusebio Calonge: Muchos.

Citan a García Lorca. El Manantial («Luchando bajo el peso de la sombra/un manantial cantaba/ Yo me acerqué para escuchar su canto/ pero mi corazón no entiende nada). La Zaranda nunca ha sido muy «lorquiana»...

Eusebio Calonge: A Juan le gustaba. Yo empecé irónicamente jugando con él y al final descubrí que el verso nos llevaba al final de la obra. Juan ha estado muy presente, no en el argumento pero sí en escenas muy emotivas que la gente puede que no vea, pero nosotros sí.

Siempre hablan de montajes como procesos dolorosos, montan en verano con altísimas temperaturas, se lo pasan mal. ¿Esa manera de concebir el teatro con dolor se mantiene al margen de que haya o no público?

«No me imagino un montaje sin dolor»

Eusebio Calonge: La gente que se acerca se cree que tenemos una fórmula mágica para hacer obras pero lo que hay que enseñar que la desilusión está en cada ensayo. Las ideas vienen y se van. La Musa a veces viene y a veces no. Tienes que arrancar algo de ti y arrancarle algo a la muerte. Sin dolor no me lo imagino.

Paco de La Zaranda: «Parirás con dolor»...

Nunca han comulgado con ningún partido. Pero en «El régimen del pienso» (2012) se percibía una crítica a la situación de desempleo que se vivió en aquel momento...¿Había una crítica social directa a determinadas políticas que se daban en el país?

Paco de La Zaranda: Estábamos viviendo eso.

Eusebio Calonge: Es un reflejo de lo que vives en ese momento. A Semprún, uno de los actores, sufre un ictus y se queda fuera de la escena. Queríamos que se hiciera esa crítica pero desde ese postulado, no falso, por eso metimos el teatro dentro del teatro. Hay una gente que hace una obra ajena a la desgracia del tipo que insiste en que él quiere seguir. Hay una crítica al propio mundo del teatro que se envanece en la crítica, pero en realidad sueña con premios sin otro nivel de implicación. Mucha gente se hizo rica criticando la denuncia ajena. Y eso no es lícito. Nosotros solo hemos reflejado un tiempo concreto. Pero sí que es cierto, y si lo ves es porque está ahí.

¿Y crítica a la eutanasia en este trabajo?

Eusebio Calonge: Claro. Hay cosas que de este mundo siniestro en el que vives y en la que no vas a participar.

¿Por qué este trabajo es una continuidad «El Régimen del pienso»?

Eusebio Calonge: Es una conexión más que continuidad. De alguna forma, es un reflejo nítido. Vamos recogiendo cosas. Hay un universo próximo a lo que se vive, eso es lo que los une

¿Podemos llegar a una época peor respecto a la crisis de valores?

Paco de La Zaranda: No hay nada nuevo bajo el sol. El ser humano ya ha pasado todas las épocas y la historia se repite, aunque con sus matices. Pero peor, sí, pero también se puede estar mejor.

Eusebio Calonge: No depende de las épocas. Depende de uno mismo. Los grandes valores dependen de ti. Cambiarte tú es más difícil que cambiar el mundo, que es lo que mucha gente pretende. Cambiarse a uno es más difícil que cambiar el mundo. Más que criticar a la sociedad hay que cambiar el teatro, para eso necesitas cambiar tú y ser mejor. Mejor actor, mejor dramaturgo...

Eusebio, habló de las tres preguntas claves, como motor: la vida, el amor y la muerte. Y aludía que estas preguntas sin respuestas son el motor. ¿Nunca podremos responderlas?

Eusebio Calonge: No. Los que crean en el más allá sí pueden esperar una respuesta. Pero y si no ¿quién? ¿Un sistema político va a responder a la muerte de tu padre, al amor, al desamor? Nadie va a explicarlo. Son preguntas sin respuestas y la grandeza es buscarlas. Preguntarte como ser humano, te define como tal.

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