El teatro de la Zarzuela se da la vuelta con «Enseñanza libre» y «La Gatita blanca»

Cuando Daniel Bianco anunció, al asumir la dirección del Teatro de la Zarzuela, que iba a darle la vuelta al coliseo, todo el mundo lo entendió como una metáfora. Pero no: era literal. Bianco le ha dado la vuelta al teatro para la producción que se estrena mañana, en la que se reúnen dos títulos con música de Gerónimo Giménez: «Enseñanza libre» y «La Gatita blanca» (esta última firmada junto a Amadeo Vives). En ella han convertido el patio de butacas al escenario, y en éste, y en los palcos de los distintos pisos, se situarán los espectadores; desde 1922, año en que actuó allí el Circo Ecuestre Americano, no se quitaban las butacas del teatro para un espectáculo.

La idea de poner en escena estos dos títulos partió de Enrique Viana, adaptador del libreto y director de escena de la función. Le llevó a ello su pasión por Gerónimo Giménez, de quien asegura que es «uno de los mejores compositores de nuestro género lírico, y sin duda el mejor orquestador del siglo XX. Convirtió muchos aires populares en verdaderas piezas sinfónicas».

La nueva producción cuenta con dirección musical de Manuel Coves, escenografía del propio Daniel Bianco, vestuario de Pepe Corzo e iluminación de Albert Faura. Nuria Castejón firma la coreografía, que tiene en el montaje una presencia destacada. «Aquí baila hasta el apuntador», bromea la propia coreógrafa. El reparto incluye a Cristina Faus, Roko, Gurutze Beitia, María José Suárez, Ángel Ruiz, José Luis Martínez, Axier Sánchez, Iñaki Maruri y Mitxel Santamarina.

Viana ha situado la acción de su espectáculo en el número 4 de la calle de los Madrazo en Madrid, justo al lado de la puerta de artistas del propio teatro. Cuenta la historia de Cruz y Baldomero, un matrimonio de profesores universitarios; él quiere, para completar su tesis, montar en la Universidad una zarzuela: «La Gatita blanca».

La endeblez del libreto de «Enseñanza libre» -que Viana considera además ofensivo hoy en día para las mujeres, y por lo tanto irrepresentable según su criterio- le ha llevado a dejarlo de lado en su adaptación, en la que ha usado únicamente los cantables. Coincide con Manuel Coves en que este título tiene mayor entidad musical incluso que «La Gatita blanca», y por ello ha puesto la música de «Enseñanza libre» al servicio de ésta. «Hace muchos años -explica Viana- escuché la “Gavota” de esta zarzuela interpretada por Igor Markevitch y la Orquesta Sinfónica de RTVE y me quedé prendado de esta música». Ni «Enseñanza libre», estrenada en el teatro Eslava en 1901, ni «La Gatita blanca», estrenada en el teatro Cómico en 1905, han vuelto desde entonces a subir al escenario.

Bianco asegura que con el traslado de la acción al patio de butacas -pensando en ello escribió Viana su adaptación-se ha pretendido que el público abrace a los intérpretes en lo que él define «como una gran revista, exquisita de calidad». No hay problemas, dice, con la audición. «Los edificios nobles como éste tienen una acústica magnífica»