Carmen Conesa, en una escena de la obra
Carmen Conesa, en una escena de la obra - Teatro Español
CRÍTICA DE TEATRO

«Sueño de una noche de verano», de Shakespeare: en el mágico corazón del bosque

Darío Facal dirige en las Naves del Español una producción de la comedia con Carmen Conesa como protagonista

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Una aproximación directa, concisa, divertida y clara al bosque de la imaginación que Shakespeare convirtió en escenario propicio para que, azuzados por la magia nocturna y la calidez estival, se liberen los sentidos y desaten las pasiones. Darío Facal perfila con trazo seguro los tres mundos que confluyen en el embriagador ámbito feérico: el de la doble pareja de enamorados atenienses, el de las hadas y los espíritus, y el de los torpes artesanos que preparan una función teatral para celebrar los esponsales de Teseo, rey de Atenas, e Hipólita, soberana de las amazonas. Al fin y al cabo, parece que el Bardo también escribió esta comedia en 1595 como epitalamio de la boda de sir Thomas Berkeley y Elizabeth Carey.

«Sueño de una noche de verano» (***)
Autor: William Shakespeare. Versión y traducción: Javier L. Patiño y D. Facal. Dirección: Darío Facal. Escenografía: María de Prado. Vestuario: Ana López Cobos. Iluminación: Juanjo Llorens. Intérpretes: Carmen Conesa , Alejandro Sigüenza

En su despejado espacio escénico, María de Prado ha distribuido elementos sugeridores de los lugares donde transcurre la acción (plantas, un oso y un zorro disecados, lienzos con figuras arquitectónicas, anatómicas y zoológicas…), con un letrero luminoso que indica tiempo y lugar de las escenas. Facal dirige a los actores con austera precisión buscando sobre todo el efecto cómico, que culmina en la descacharrante representación de los bienintencionados trabajadores. Un reparto equilibrado y sin fisuras se divierte y nos divierte reeditando la fantasía de este sueño inagotable. Si Emilio Gavira es un Puck cautivador, la palma de la comicidad la comparten Vicente León como portavoz de los artesanos, Óscar de la Fuente en su doble cometido del enamorado Demetrio, y Francisco Flauta y Agus Ruiz en la piel del más histriónico de los actores rústicos.

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