Blakeley White-McGuire, en «Chronicle»
Blakeley White-McGuire, en «Chronicle» - Brigid Pierce

Martha Graham, los cimientos de la danza contemporánea

El Teatro Real presenta a la compañía creada por la mítica coreógrafa

Madrid Actualizado: Guardar
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A Martha Graham (1894-1991) se le ha comparado con Picasso o Stravinski, tal es su influencia en la historia de la danza. La artista estadounidense puso los cimientos de la danza contemporánea. Más de un cuarto de siglo después de su muerte, la compañía que naciera hace noventa años, el 18 de junio de 1926, sigue extendiendo su legado a las generaciones más jóvenes. Esta semana vuelve a Madrid después de 24 años de ausencia; el Teatro Real acoge al conjunto, que ofrecerá dos programas con varias de las más emblemáticas obras de Martha Graham –«Deep song», «Chronicle», «Ektasis», «Diversion of Angels», «Clytemnestra, Act 2», «Cave of the Heart» y «Mapple Leaf Rag»–, que acompañará con trabajos de coreógrafos contemporáneos: «Rust», de Nacho Duato; «Mosaic», de Sidi Larbi Cherkaoui; y «Woodland», de Pontus Lidberg.

A través de estos trabajos se puede ver la evolución en el trabajo de la que fue la piedra angular de la «modern dance». Martha Graham arrancó en los años treinta del pasado siglo con un período de experimentación pura, según explica Janet Eilber, actual directora artística de la Martha Graham Dance Company. «Después incorporaría nuevas capas a su trabajo –relata Janet Eilber–: temas políticos, de la mitología griega; entraron bailarines masculinos en la compañía. En los últimos años, se mostraba fascinada por las posibilidades de la televisión y la tecnología audivisual; seguro que ahora lo estaría por las redes sociales y por internet. Le gustaba ir un poco más adelante cada día».

80 años del «Guernica»

El primer programa se abrirá con un montaje cinematográfico de Antonio Giacomin titulado «Guernica». Se trata de un vídeo de 4 minutos que enlaza con la primera coreografía, «Deep song», en la que Martha Graham se inspiró en la Guerra Civil española, y que creó el mismo año, 1937, en que Pablo Picasso pintó su emblemático cuadro, que cumple ahora ochenta años. Se basó la coreógrafa en la música de Henry Cowell, «Sinister Resonance».

Uno de los referentes fundamentales para Martha Graham fue la cultura de la Grecia clásica, y especialmente el mito de Medea. En Madrid se podrá ver en dos de las obras, «Clytemnestra» y «Cave of the Heart». «Lo que encontraba Martha en los griegos era la expresión de las pasiones básicas del ser humano. Ella trataba a su vez de encontrar una nueva expresión de esas emociones a través de la danza y buscaba hacerlo esencialmente, sin artificio». Aunque es el legado de la coreógrafa el tronco de la compañía, Janet Eilber ha incorporado a su repertorio a creadores actuales, como el español Nacho Duato. «Buscamos coreógrafos que tengan una voz diferente a la de Martha Graham, no que creen “a su estilo”, pero sí que tengan con ella una conexión artística, ideológica».

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