Lucía y la luz

Tiene algo -mucho- de magnético el trabajo de Russell Maliphant, uno de los grandes creadores de la danza británica actual. Es un magnetismo que proviene no solo del movimiento, sino también, y muy especialmente, de la propuesta escénica, en la que juega un papel determinante -y así lo ha reconocido el coreógrafo- la luz; en el caso de las obras de Maliphant, siempre con la firma de Michael Hulls.

Precisamente para celebrar dos décadas de trabajo conjunto, ha preparado Maliphant un espectáculo, titulado «Conceal / Reveal/ («Oculto / Revelado»), en el que une dos nuevas creaciones -«Piece Nº 43» y «both, and»- a uno de sus trabajos más significativos: «Broken Fall», creado para una de las más grandes e influyentes bailarinas de las últimas décadas: Sylvie Guillem.

En Madrid el papel que creara la artista francesa lo ha interpretado la donostiarra Lucía Lacarra,

Lucía es una bailarina de una sensibilidad y musicalidad excepcional; poseedora de una técnica férrea, imprime a su baile sin embargo una delicada y acariciadora belleza. Sus movimientos son armónicos y naturales, dulces, seguros, exactos. Se encuentra además, como ella misma confesaba en estas páginas, en un momento de madurez personal y artística que tiene su reflejo en el escenario; disfruta con el lenguaje absolutamente personal que le propone Maliphant, y eso se nota en escena.

Hay en el coreógrafo británico reminiscencias de creadores como William Forsythe, pero lo que en aquel transmite frialdad en Maliphant adquiere cierta calidez. Es, como escribí con motivo de la actuación que ofreció en el Teatro Real junto a Sylvie Guillem, un escultor del movimiento, que sabe pintar con la luz sus trabajos, aunque a veces caiga en cierto manierismo y monotonía, como en la segunda pieza presentada, «both, and».

Junto a Lucía Lacarra, Marlon Dino, Dana Fouras, Erik Murzagaliyev y Yu-Hsien Wu muestran su calidad y su compromiso con un tipo de danza tan exigente como sugerente y severa.