«Hablar por hablar», un estudio de radio en escena

El teatro Bellas Artes de Madrid acoge el estreno de una obra de teatro inspirada en las historias contadas en el legendario programa radiofónico

Los actores de «Hablar por hablar» ABC
Julio Bravo

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Hace casi tres décadas nacía el programa radiofónico «Hablar por hablar» , un espacio nocturno de la cadena SER que cedía la voz a los oyentes y a las historias que estos quisieran contar en antena. Sobre la base de estas narraciones, cinco dramaturgos - Juan Cavestany, Yolanda García Serrano, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol - han escrito los textos que, con la dramaturgia y dirección de Fernando Sánchez-Cabezudo , se han convertido en una función de teatro, titulada como el programa. El espectáculo se estrena hoy en el teatro Bellas Artes , con un reparto integrado por Antonio Gil, Ángeles Martín, Samuel Viyuela, Carolina Yuste y Pepa Zaragoza .

«El reto era convertir el programa de radio en un espectáculo de teatro», explica Sánchez-Cabezudo, que con esta función sigue de alguna manera el camino narrativo emprendido con la exitosa « Historias de Usera ». «Para mí es un segundo paso; es contar historias pequeñas y anónimas, pero emocionantes y llenas de humanidad». Y « estar a la altura de los seres humanos que están detrás de estas historias», según expresión de la actriz Pepa Zaragoza, ha sido uno de los nortes que ha guiado la puesta en escena de «Hablar por hablar». «Nosotros damos voz -completa Antonio Gil- a esos autores invisibles. Son retazos de vida llenos de humanidad, de intimidad, de fragilidad...»

Sánchez-Cabezudo ha metido el estudio radiofónico en el escenario , para desde allí desgranar una docena aproximadamente de historias -rescatadas del archivo sonoro del programa y de las recopilaciones que llevaron a sendos libros dos de las presentadoras del espacio, Mara Torres y Macarena Berlín -, que se engarzan unas con otras, y que llegan al espectador en parte narradas y en parte dramatizadas. «Hay un poco de todo», cuenta Sanzol, que se confiesa «fascinado por las historias que cuenta la gente. Un ser humano es el conjunto de sus historias . Lo importante es la necesidad que tenemos de transmitirlas y crear con ellas emociones».

Y eso es lo que quieren conseguir Sánchez-Cabezudo y los actores. Su intención es lograr transmitir a los espectadores de teatro la atmósfera de intimidad y soledad en que se escuha habitualmente el programa de radio. «Las historias le llegan normalmente a los oyentes entre las sábanas, a medio camino entre el sueño y la vigilia», apunta Antonio Gil, al que apostilla Pepa Zaragoza: «Se ha realizado un gran trabajo de sonido para recrear esa atmósfera».

«El montaje teatral trata de rescatar el alma del programa -dicen sus responsables-, de las llamadas, de la noche, de los oyentes, introducirnos en sus vidas, en los silencios, en los momentos previos o posteriores a una llamada donde quizás no encontraremos historias que llenarían las primeras páginas de los periódicos pero que estarán cargadas de humanidad ». A ellas ha dado, dice Sánchez-Cabezudo, protagonismo en su montaje. «Hemos querido privilegiar la escucha, forzar al espectador a oír».

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