Un momento de «Danzad malditos», que cuenta con un nutrido elenco actoral
Un momento de «Danzad malditos», que cuenta con un nutrido elenco actoral
Cultura-Teatros

«Danzad malditos»: tormenta eléctrica

Llega a las Naves del Español / Matadero una potente e innovadora versión escénica que se apoya libremente en la novela «¿Acaso no matan a los caballos?», de Horace McCoy, y en la película «Danzad, danzad, malditos», de Sidney Pollack

Madrid Actualizado: Guardar
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En el principio fue Horace McCoy. Todo empezó con su impactante y brutal novela «¿Acaso no matan a los caballos?» (1935), sobre los maratones de baile que se celebraban en la Norteamérica de la Gran Depresión, y donde los concursantes se volcaban hasta la extenuación para conseguir el sustancioso primer premio. Después, Sidney Pollack la llevó al cine en un filme mítico «Danzad, danzad, malditos» (1969). Ahora, llega al escenario en un montaje tan singular como sugerente, dirigido por Alberto Velasco y con dramaturgia de Félix Estaire, que se apoya libremente en la novela y en la película.

«Danzad malditos» se estrenó en el Frinje del pasado verano y resultó una de las propuestas más exitosas de un festival de artes escénicas cuyas señas de identidad son la innovación y el riesgo, el diálogo vivo y enriquecedor entre distintas disciplinas artísticas.

De todo ello participa «Danzad malditos», que se recupera en las Naves del Español / Matadero, donde permanecerá en cartel hasta el 13 de diciembre.

Actores que no se resignan

Once de los actores que protagonizan «Danzad malditos» -a los que luego se sumaron para el montaje Rulo Pardo y Verónica Ronda-se conocieron en un taller impartido por Andrés Lima. Cuando terminó el curso, y tal como está el patio, el «escenario» más seguro y probable que les esperaba era el de su casa. Pero decidieron que no se conformaban, y se echaron para adelante. Formaron la compañía Malditos, con no pocos esfuerzos, incluso crematísticos, al convertirse en productores. El primer fruto de su arranque es este espectáculo. Ahora todos están de acuerdo en que la decisión mereció la pena. No quisieron resignarse esperando sentados una llamada salvadora. Que un día puede llegar. O no.

Once de los intérpretes que protagonizan el montaje se conocieron en un taller y decidieron crear la compañía Malditos

Cuando la compañía Malditos -formada por Guillermo Barrientos, Carmen del Conte, José Luis Ferrer, Rubén Frías, Karmen Garay, Ignacio Mateos, Nuria López, Sara Párbole, Txabi Pérez, Sam Slade y Ana Telenti-, le planteó a Alberto Velasco la posibilidad de embarcarse en este proyecto, no lo dudó un segundo: «Ya en la primera reunión que tuvimos -confiesa- derrochaban tanta ilusión que me enamoré de la idea. Hacía mucho tiempo que no veía tal pasión, tal entusiasmo, en unos momentos en los que la crisis ha sumido a la profesión, al mundo del espectáculo, en una pesadumbre, en una desgana que aunque no quieras te contamina». Lo mismo sintió Félix Estaire, quien, además, poco antes había trabajado en la adaptación teatral de la película de Pollack, pero para una subida a las tablas más convencional. Algo que no se da en absoluto en este caso. Aquí triunfa una rabiosa creatividad en un montaje que Velasco califica de «tormenta eléctrica», y que destila una «enorme energía». En él se dan la mano en perfecta simbiosis el teatro, la danza -el bailarín y coreógrafo Chevi Muraday colabora como asesor-, y la competición. «Una competición -subraya Alberto Velasco- real y en directo, donde en cada función los actores luchan por ser la pareja ganadora, guiados por un maestro de ceremonias, que interpreta Rulo Pardo, y con la presencia de una misteriosa cantante, encarnada por Verónica Ronda. Los concursantes tienen que superar pruebas de azar, lealtad y resistencia física y mental, y cada día hay una pareja vencedora distinta, elegida finalmente por el público».

Los concursantes tienen que superar varias pruebas y en cada función hay una pareja vencedora distinta elegida por el público

Prosigue Velasco que se trata de «un homenaje a los perdedores, a los que se quedan en el camino». Pero tanto el director como el adaptador y los actores aclaran que no es un derrotista regodeo en el fracaso. José Luis Ferrer, uno de los actores, señala: «No vamos de víctimas», y la actriz Ana Telenti proclama: «Puede que las circunstancias no sean las mejores, pero eso no puede ser excusa para que tú no te esfuerces, no lo des todo». Y Alberto Velasco concluye: «El fracaso, los obstáculos, están para saltarlos, para vencerlos. Pese a la dureza, el pesimismo, hay esperanza. Siempre tengo presente que José Luis Sampedro dijo que el mundo lo cambiarían los pesimistas, pues para los optimistas todo estaba bien».

«Danzad malditos» es un espectáculo potente, una metáfora de la vida.

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