Una escena de la obra
Una escena de la obra - Vanessa Rabade
CRÍTICA DE TEATRO

«Las crónicas de Peter Sanchidrián»: el apocalipsis es ya

El Pavón Teatro Kamikaze estrena la obra escrita y dirigida por José Padilla

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Clones de ocasión, superhéroes irrisorios, viajes espaciales con ambiente de crucero caribeño, inmortalidad con ecos de Frankenstein, relecturas del terror clásico, inteligencias artificiales respondonas y el comienzo de la cuenta atrás del Apocalipsis para ya mismo: las historias que se entretejen en «Las crónicas de Peter Sanchidrián» parodian de manera antológica la ciencia ficción cochambrosa, la neomitología del mundo los cómics, el cine y las series de televisión que moja el pincel en los entramados cosmológicos clásicos, la hipertecnología que tiene explicaciones y soluciones para todo, la jerga científica superespecializada...

«Las crónicas de Peter Sanchidrián» (****)
Autor y director: José Padilla. Vestuario: Sandra Espinosa. Sonido: Sandra Vicente. Música: Jesús Hernández. Intérpretes: Cristóbal Suárez , Juan Vinuesa

José Padilla ha escrito y dirige una función divertidísima, cuya consistencia risueña puede disfrazar la hondura de la munición reflexiva que contiene, como la manera en que se confunden la cultura clásica y la popular, la confrontación entre ciencia y ética, o la pervivencia de la fuerza imparable de los sentimientos por encima del aparataje tecnológico.

La escritura de «Las crónicas de Peter Sanchidrián» es inteligente, viva, empapada de referencias que saltan aquí y allá como liebres traviesas; y lo mismo refrenda la supremacía moral de un héroe mortal como Spiderman frente al imbatible Superman, cuyos superpoderes quitan mérito a sus proezas, que hace una deliciosa relectura terrorífico-cómica del magistral y escalofriante relato «La pata del mono» de W. W. Jacobs.

Padilla firma además una puesta en escena austera e imaginativa, en la que el ambigú del Pavón Kamikaze, espacio donde se representa la comedia, se convierte en escenario múltiple de las distintas historias, con la barra del bar incorporada como un elemento más a la función. El reparto se entrega al delirio fantástico con entusiasmo y convicción absoluta: Juan Vinuesa es el Peter Sanchidrián que se confiesa tozudo trasunto del arácnido Peter Parker frente a Cristóbal Suárez, que accede a cumplir el papel de doctor Octopus por amor; María Hervás es la científica capaz de vencer a la muerte pero se molesta cuando, en un homenaje en reconocimiento a sus logros profesionales, su expareja (impecable José Juan Rodríguez) hace manitas con su nueva novia; Antonia Paso es la profesora de interpretación que acude a pedir un favor a una exitosa alumna (soberbia Laura Galán), que se sirve de clones. Todos están estupendos en esos y los demás papeles que interpretan en un montaje descacharrante.

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