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Marisol Ayuso y Juan Calot, en una escena de la obra - marcosgpunto

El teatro María Guerrero abre su temporada con «Los caciques», de Arniches

Marisol Ayuso, Fernando Conde y Juan Calot protagonizan la obra, dirigida por Ángel Fernández Montesinos

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En el teatro de la Comedia de Madrid, el 13 de febrero de 1920, se estrenó «Los caciques», una «farsa cómica de costumbre de politica rural dividida en tres actos, original de don Carlos Arniches», como anunciaba la prensa de la época. Cuatro décadas más tarde, con motivo de la puesta en escena de la misma obra que dirigió José Luis Alonso en el teatro María Guerrero, Enrique Llovet escribió en ABC: «No se puede entender el teatro español sin don Carlos Arniches. No se puede entender siquiera la historia de España -al menos la de los cincuenta años que cabalgan sobre el siglo pasado y el nuestro- sin recurrir a ese docuento exactísimo sobre algunas realidades españolas que es el teatro de Arniches, nuestro gran “neorrealista” (...) Sé que Arniches fue algo más que un mero costumbrista.

Y ahí está la fresca, la encantadora, la ilustre reposición de “Los caciques”».

Más de medio siglo después, «Los caciques» vuelve al teatro María Guerrero. Lo hace de la mano de uno de los directores que mejor conoce la obra y a su autor: Ángel Fernández Montesinos, superviviente de una generación de directores que convivió con los grandes autores de la comedia española, herederos a su vez del genio de Arniches. Al dramaturgo, de cuyo nacimiento se cumplen en 2016 ciento cincuenta años, lo define Ernesto Caballero, director del Centro Dramático Nacional, como «un autor fundamental para comprender la dramaturgia española contemporánea. Él es el patriarca de la nueva comedia española, que todavía está por reivindicar».

A las órdenes de Fernández Montesinos estará un reparto compuesto por Víctor Anciones, Marisol Ayuso, Juan Calot, Fernando Conde, Óscar Hernánez, Alejandro Navamuel, Elena Román, Raúl Sanz y Juan Jesús Valverde. La escenografía y el vestuario las firma Alfonso Barajas, y Álvaro Luna se encarga de la videoescena del montaje, donde el pasodoble tiene una notable presencia. «Si se habla de música española, en un lugar donde hay sol y moscas ha de sonar un pasodoble».

Carlos Arniches se inspiró en «El inspector», de Nicolai Gogol, para su obra, en la que cuenta la historia de una pequeña ciudad española, indeterminada, en la que su alcalde lleva treinta años en el poder, ejercido con caciquismo y corrupción; se le anuncia la visita de un inspector de Hacienda al que debe rendir cuentas, y el alcalde le recibe dispuesto a comprar su silencio. Sin embargo, llega a la ciudad un joven, acompañado de su tío, para pedir la mano de una sobrina del alcalde, y éste cree que se trata del inspector, provocando los malentendidos.

«He querido hacer unos “Caciques” actuales -explica Fernández Montesinos-, con un mayor ritmo, para lo que me he apoyado en los audivisuales. El texto, ya se ve, no puede tener mayor actualidad». En la versión, que firma él mismo junto a Juan José Seoane, se ha prescindido de muchos personajes. «La comedia original tiene veintitrés, porque Arniches la escribió para la “compañía titular” del teatro; ahora sería totalmente irrepresentable». El director asegura, sin embargo, que «la trama permanece inalterable y están los mejores diálogos».

Aunque Carlos Arniches brilló en el sainete costumbrista-«lo que los une a “Los caciques” es la descripcion de los tipos; era un magnífico fotógrafo de tipos de su época», en esta obra -lo mismo que en «La señorita de Trévelez»- fue un poco más allá: «La comedia es una crítica feroz, en ella Arniches fustigó a la sociedad de aquella época. El envoltorio humorístico ha oscurecido su espíritu crítico», concluye Fernández Montesinos.

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