La segunda vida de Maga llega a Sevilla

Los aficionados al pop independiente en Sevilla han tenido en Maga, desde su fundación hace algo más de quince años, una de las bandas de referencia en la ciudad. Su disco de 2002, conocido como «álbum blanco», es uno de los debuts de grupos españoles más apreciados en lo que va de siglo, reafirmado después con una discografía con numerosos puntos de interés, cuyo último capítulo, por ahora, es «Salto horizontal» (Warner, 2017), editado al final del invierno y punto de partida de la que puede denominarse la segunda vida de Maga, tras el «descanso» de dos años que se tomaron en diciembre de 2014 para oxigenarse y probar otras aventuras personales. Un álbum que renueva su sonido sin renunciar a la inmediatez y luminosidad de sus primeros álbumes, y que este sábado presentan en casa, dentro de la programación del festival Interestelar.

El proceso que llevó a Miguel Rivera, Javi Vega y César Díaz a reactivar el grupo arranca en el verano de 2015, según explica el primero. «Aquel verano tenía una serie de bocetos de canciones que suenan completamente a Maga. Me di cuenta que el proyecto no estaba agotado, sino que necesitábamos un descanso y perdernos un poco de vista. Entonces, Maga resurge por sí solo. Nos damos cuenta de que nos apetece volver, pero tiene que ser con un disco del que nos sintamos orgullosos».

En diciembre de aquel año, el grupo anuncia su vuelta, regraba su debut con invitados de lujo (Iván Ferreiro, Xole López, The New Raemon…) y ofrecen una minigira de conciertos que arrancó en Madrid y concluyó en enero en Teatro Central con las entradas agotadas. «Esos conciertos nos sirvieron un poco como un termómetro de cómo la gente iba a recibir la vuelta del grupo. Desde el principio vimos en las redes que la acogida fue brutal. Pero el proceso de reafirmación en la vuelta no fueron estos conciertos, sino el grabar el disco nuevo».

Desde su salida, «Salto horizontal» se ha situado como uno de los más destacados dentro de su discografía, al recuperar la inmediatez del pop luminoso y arreglos soprendentes de sus inicios, donde conviven guitarras, sintetizadores, bases electrónicas y que reafirman la rotundidad de melodías, como «Domingo» o «Por las tardes en el frío de las tiendas» que ya son clásicos de su repertorio. Un resultado en el que ha tenido mucho que ver la decisión del grupo de contar por primera vez con un productor como Ángel Luján, que ha trabajado con Vetusta Morla, Annie B Sweet y Xoel López.

A Ángel Luján lo conoció, precisamente a través de este último, Miguel Rivera. «Nos planteó que Maga tenía un sonido y unos rasgos característicos genuinos que la gente reconocía, que teníamos que recuperar y llevarlos a la actualidad. Así, en el disco hay sintes coloristas, ritmos más bailables, melodías más luminosas… Creo que hay que probar cosas, pero también que tienes un legado y que puedes recuperar los rasgos característicos y genuinos del grupo. En eso Ángel ha sido crucial y ha tenido un grado de implicación brutal, ha sido como un quinto Maga».

Mañana por la noche interpretarán por primera vez sus nuevas canciones ante el público sevillano, pero también ante los miles de personas de otros lugares que a buen seguro atrae un festival como Interestelar. «Salir ahí con un montón de peña emociona. El público, además, suele corear nuestros temas. A los quince días de salir el nuevo disco a la calle, ya había gente cantando algunas canciones nuevas». Una nueva cita con Maga dentro de un festival, aunque Miguel Rivera señala que tienen previsto volver a actuar en sala en sevilla antes de que acabe el año.