INTERESTELAR SEVILLA

Lori Meyers: «De algunos festivales tenemos anécdotas que no se pueden contar»

El grupo granadino tocará este sábado como cabeza de cartel de la tercera edición del festival Interestelar Sevilla

Alfredo Núñez (izquierda) y Noni (derecha) ABC

EZEQUIEL MENDOZA

Antonio López (Loja, 1981), «Noni», habla con mucha naturalidad, y mucho cachondeo también. Por mucho que pase el tiempo, no pierde su fuerte acento granaíno . Como tampoco pierden sus canciones el acento «Lori Meyers». Eso sí: él sigue hablando muy rápido, aunque sus canciones ahora lo hagan más lento. Algunos lo quieren achacar a la edad, pero ellos siguen -todavía- en la treintena: la mejor época para vivir una segunda juventud.

Lori Meyers cumplen veinte años encima de los escenarios y qué mejor manera de celebrarlo que siendo cabeza de cartel en la mayoría de los festivales en los que participan. Cómo no, también en el Interestelar Sevilla . De su último disco, «En la espiral» (2017) , la prensa dice que es el más maduro y oscuro. Noni, por otra parte, piensa que es un disco optimista, crítico y más pausado. Y al público, sin embargo, sólo le importa que sigan disfrutando al tocar los temas en directo, como llevan haciendo durante las últimas dos décadas. Como harán este fin de semana en Sevilla.

-Tengo amigos en Granada que me dicen: «Los Lori Meyers llevan 20 años saliendo en el bar de siempre, con la gente de siempre».

-¡Sí! Bueno… yo creo que nosotros nos metimos en la música porque éramos amigos, nos divertíamos y eso creo que era lo que pasaba, que nos lo pasábamos muy bien, que sabían que estábamos haciendo lo que nos gustaba. Creo que eso lo hemos ido reflejando siempre en toda nuestra carrera. Pienso que es parte de la base: nos lo hemos pasado bien, nos hemos respetado y hemos intentado divertirnos. Eso creo que se refleja en el público, que lo sabe y se lo pasa bien. Cuando «Lori» no llegue a hacer eso, que no lo transmita… va a ser complicado, cuando nada te transmite ningún sentimiento positivo.

-Vuestro último disco, «En la espiral», aunque hay gente que dice que es muy oscuro, tiene mensajes muy positivos como en «Siempre brilla el sol». Ese optimismo refleja el momento en que vive la banda.

-Sí, yo pienso que no era solo un disco oscuro, pienso que era más progresivo… que había que hacerlo, por decirlo así. Discos como «En la espiral» u «Hostal Pimodán», en aquella época, tenían que parirse. Creo que tenemos una pequeña época de regeneración, con discos que necesitábamos sacar. Creo que ahora estamos viviendo una época convulsa entre música y letra. Pero vamos, ya estamos componiendo de nuevo, tenemos suerte que somos prolíficos con las canciones. El otro disco nos pilló un poco con la primera bajada a Latinoamérica y dos años enteros de gira, y tardamos un poco más. Entonces negociamos con Universal, que nos pidió una maqueta, y les dijimos «mira, estamos componiendo un disco, le estamos dando forma». Y cada disco es de una manera y tiene su concepto y tiene que ser distinto y cada uno complementa siempre al otro.

-En la espiral en la que está España actualmente, ¿hay motivos para ser optimistas?

-Claro. Pero no sé si yo tengo los motivos... o los tendríamos para ser optimistas. Personalmente no voy a hablar por todos, porque cada «Lori» tiene su opinión y luego hay un monstruo musical que tiene una opinión general. Pero parece ser que los máximos responsables no están haciendo bien su trabajo, ¿no? En lo que sí coincido es en la gente de a pie, que está trabajando día a día por su cuenta y con cada granito de arena cambia el mundo. Luego, hay gente que está en el poder, que puede hacer cosas, y te decepciona día a día.

-En vuestro último disco mantenéis vuestra esencia, pero el sonido evoluciona hacia ritmos más tranquilos y que recuerdan a los 70.

-Sí, sí. Pienso que también ahora la música, como la información, iba demasiado rápido… que parece que la mayoría de canciones que le gustan a la gente son ritmos rápidos. Pienso que de vez en cuando hay que hacer también lo que te pide el cuerpo, simplemente. Nosotros nos metemos en un estudio y realmente no decimos: «¡Oh, ahora vamos a hacer un disco lento», «¡Oh, ahora vamos a hacer un disco rápido!», «¡Oh, vamos a hacer un disco lleno de ‘hits’!». Eso no lo dice nadie, porque entonces todo el mundo haría un disco lleno de ‘hits’ [risas]. Todo el mundo querría ser el gran creador de ‘hits’. Nosotros tenemos una serie de canciones que describen la actualidad, lo que está pasando. Es cierto que hay muchas más reminiscencias de los 70 en este disco que en otros discos de Lori Meyers, que había de referencias de otros laos .

-Una vez dijo: «me atormenta no saber expresarme» y que suele buscar consejo a la hora de componer. ¿Quién es esa persona que hace de juez ante sus versos? ¿Son muy duros?

-¡Claro! ¿Te imaginas que digo «mi abuela»? [Risas] No… Reamente tengo muchos amigos y a mi pareja, que es Anni, que es cantautora, que es mucho mejor escritora que yo. Y más exigente. Nosotros, cuando yo tengo que componer las letras y tal, siempre pienso como en una reunión de amigos. Nunca he pensado que lo poético me fuera a llevar a ningún lado. Pero oye, algo de poesía tiene que haber en mí porque me dediqué a escribir, aunque fuera a pegar frases. He sido un gran fan de Valle-Inclán, Lorca, Baudelaire… He tenido la suerte de tener amigos que me recomendaban muy buenos libros. Mira, ellos han sido de los primeros jurados, cuando yo he tenido una maqueta. Esos amigos, aparte de los «Lori», los músicos y tal, son los que te pueden ayudar, porque vienen con el oído limpio y tú llevas trabajando en una canción muchas semanas o así, moralmente y mentalmente está bien que alguien te dé un soplo fresco y sea crítico contigo. Normalmente yo pienso que mis amigos son muy críticos conmigo [risas]. Entonces yo pienso que, por eso, por ese nivel de exigencia, hemos tenido resultados con el público y por eso nos ha ido también bien.

-Hay un famoso discurso de Robe Iniesta en el que pide más ayudas para las bandas emergentes en Extremadura. ¿Cómo ve la situación aquí en Andalucía? ¿Lo tienen fácil los grupos para salir adelante?

-Nosotros es que aquí en Granada ya hemos tenido de todo, ¿no? Incluso tuvimos que hacer un «Granada en off», que era una reivindicación, una protesta. Porque pensamos que había una causa indiscriminada contra varios bares, los dueños de esos bares y los grupos incluso, porque no había muchas salas donde empezar, estaban empezando a cerrar las salas y solo quedaban las que pueden acceder grupos con grandes presupuestos… y era muy complicado. Se hicieron muchas cosas, se hicieron reivindicaciones. Los Niños Mutantes leyeron un comunicado y todos estuvimos presentes… Creo que se tiene que intentar cambiar en toda la cultura. No podemos, porque vengan momentos de crisis, momentos chungos sociales, no podemos dejar atrás la cultura. No podemos dejar de hacer conciertos, de ver cine, de leer libros, de todo. Pienso que todo eso forma parte de nuestra cultura, también. Hay que seguir invirtiendo en eso porque siempre tuvimos talento, hay que confiar en eso. Ahora son tiempos convulsos y parece que no importa mucho la cultura. Ya es complicado y hay que luchar por eso.

-Habéis sido cabeza de cartel en el Festival En Órbita, en Granada, sois cabeza de cartel en Interestelar Sevilla… Hay pocos grupos que sean profetas en su tierra, menos aún en los festivales, donde solemos tirar por lo foráneo… y vosotros lo sois aquí en Andalucía.

-¡Si! Creo que lo he dicho en alguna entrevista. Pienso que al ser originario de Loja… Allí a lo mejor son más críticos con nosotros, ¿no? [Risas]. Yo me vine a Granada con dieciocho años a estudiar, igual que la mayoría de «Loris». Entonces, bueno, pienso que Granada es nuestra segunda casa de acogida, pero… bueno, no creo que lo sea, en realidad. Porque llevo más tiempo de mi vida aquí, que el que pasé en Loja. Pienso que hemos tenido una adaptación distinta, que ahora la música no es como antes… Pienso que hemos conseguido que aquí, cuando demos un concierto, no estén pensando en si son de Granada o no. Yo no pienso ya si alguien es de un sitio u otro. Al mismo tiempo, llevamos nuestra bandera, por toda España, de que somos de Granada. Pero luego… no, los grupos no hay que entender de qué sitio son. A mí me encantan Pony Bravo y hasta que no pasó un tiempo no supe de dónde eran.

-Es sabido que, en los festivales, lo mejor pasa siempre en camerinos, cuando una banda se cruza con otra. ¿Tenéis alguna anécdota curiosa con otra banda?

-[Risas] Puf, tenemos muchísimas anécdotas que la mayoría no podemos contar. Sobre todo, si implicamos a músicos que no están presente… ¡vaya que alguno nos quiera demandar! [risas]. Pero bueno, en general, pasan muchas cosas. Yo creo que, en la escena alternativa, cuando nosotros entramos, éramos muy jovencitos y estaban grupos como The Sunday Drivers, Los Planetas, Mercromina… estaban ahí tocando, tal. Yo creo que hace tanto tiempo que empezamos con «Lori» y que muchos de esos amigos los tenemos ya, a día de hoy, en los camerinos, en la zona técnica, gente del equipo de sonido… Cuando llevas tanto tiempo... imagínate. Hemos tenido fiestas con todos nuestros amigos, músicos españoles, tantos, que si empiezas a nombrarlos alfabéticamente, todos, todos los grupos alternativos de España, te digo que hemos estado de juerga con todos alguna vez [risas]. Pero nosotros somos tranquilos, la mayoría de las veces estamos tomando algo en el camerino, los ves, les preguntas por su family, te tomas una cerveza… Lo normal del gremio de nuestra profesión.

-«Hemos tenido más problemas con un sello independiente que con Universal», es otro de vuestros titulares. ¿Es el indie un estado mental?

-No… no, no. Yo lo llamo más «música alternativa», que está fuera de los cánones. Pienso que es alternativa porque son grupos con personalidad, que crean sus canciones ellos mismos desde el local de ensayo… Pienso que eso es la música alternativa. Cuando dije lo de Universal, nosotros estuvimos en un sello pequeño, independiente, de Barcelona y nosotros tuvimos problemas porque, cada vez que grabábamos un disco, había siete mil discusiones. De repente, cuando Universal nos ficha, sabía qué grupo éramos porque ya teníamos dos discos. No podían decirnos: «no, pero ahora el tercero ya no hacéis lo mismo, ahora nos hacéis un Justin Bieber» [risas]. Sí, nos pedían maquetas, pero yo decía «no, no las entrego». Nos han dejado libertad. Eso es solo en nuestro caso. A la mayoría de los grupos puede que les pasara al contrario, que se fueran a una indie y su vida cambiara a mejor. Cada grupo habrá vivido su experiencia, a nosotros nos pasó eso.

-«Decir ‘te quiero’, todos los días, es la revolución», dice una de vuestras letras. ¿Es así?

-Yo creo que sí, como no lo digo nunca, lo digo en todas las canciones, todo lo que puedo [risas]. Realmente, luego, en la vida real, lo digo poco, porque soy una persona que me cuesta, me da vergüenza expresar mis sentimientos y así. Las canciones ayudan a que no me den nunca vergüenza decirlas. Este disco necesitaba canciones como «Zona de confort», que aliviara y que dijera más cosas bonitas, no tantas curvas de oscuridad. Con un estribillo luminoso. Y tenía ganas de decirlo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación