ROCK ESPAÑOL

Juancho (Sidecars): «Los Sex Pistols de ahora van en chándal y con oros colgados al cuello»

El cantante, guitarrista y compositor del grupo Sidecars habla de su último trabajo, «Cuestión de gravedad», que presentan en Sevilla este sábado

Juancho Conejo, en la grabación del directo de «Contra las cuerdas» SIDECARS

EZEQUIEL MENDOZA

«Es un gusto que te quieran dedicar un espacio, nos ha costado muchos años que nos lo quiera dedicar alguien y no es el momento de decir que no para nosotros», detalla Juancho Conejo , voz, guitarra solista y compositor del grupo Sidecars . La banda de Alameda de Osuna -epicentro de muchos otros grupos como Pereza o Buenas Noches Rose - estará este sábado en la Sala Custom de Sevilla , con todas las entradas vendidas, presentando su último trabajo, «Cuestión de gravedad».

Los hermanos mayores tenemos la manía de hacer de padres cuando éstos no nos ven. ¿Cuándo fue la última vez que el tuyo, Leiva, te dio un tirón de orejas?

[Risas] Hace bastantes años, creo que al principio de Sidecars. Pero pequeños tirones nos damos constantemente porque vivimos juntos y al final nos equilibramos un poco el uno al otro a base de convivencia y empujarnos un poquito el uno al otro.

¿Cuál es el mejor consejo, profesional o personal, que te ha dado como hermano?

Que tenga paciencia… y que la suerte me pille trabajando.

«Cuestión de gravedad» es vuestro quinto álbum. Con él lleváis ya tres bolos en La Riviera y llegasteis a ser top 3 en ventas en España. Al final, todo cae por su propio peso, pero también hay que darle al pico y la pala.

Sí, mucho. No concibo otra manera de hacerlo. Nosotros llevamos juntos ya unos once o doce años y no conocemos otra manera de hacerlo que sumando gente uno a uno. Aunque es cierto que con el anterior y con este disco ha pegado un empujón a otro nivel, pero me gusta pensar que no es cosa de un disco o una canción sino que es el conjunto del trabajo, el esfuerzo y el sudor de muchos años.

«Rock and roll con peso eléctrico y toque acústico», así definís vuestro disco. ¿Con qué trabajo, sonido o artista tiene relación directa este álbum?

Pues yo creo que tiene bastante relación con Wilco, que quizás en los últimos dos años los hemos escuchado mucho. Tanto ellos, como a Ryan Adams, otro tío que nos ha tenido ahí pillados. Están a un pasito ahí entre la música americana, el country y el rock and roll. Se van moviendo un poquito entre esto y quizás el sonido y la instrumentación de este disco ha ido hacia ese camino.

Ha habido momentos duros y de hecho por el camino ha habido gente que se ha quedado

Si no he contado mal, en este álbum hay tres canciones de amor y diez de desamor. Como diría Estopa: Las penas, con rumba, ¿son menos penas?

[Risas] Sin duda, sin duda. Es una buena reflexión, ¿eh? [Risas]. Creo que lo necesitaba. Me he puesto a escribir y cuando hemos escogido las canciones hemos visto que hemos hecho un disco conceptual, que está hablando de una historia, o casi todo de una historia. Lo hemos hecho a propósito porque tenía más sentido, porque aunque te expones más, conectas más con la gente, creo.

«Hoy en día cuesta mucho encontrar buenas letras en la música», afirmaste en otra entrevista. ¿Qué artistas os influencian a la hora de escribir una canción?

Tenemos muy buenos letristas en este país. O sea, me voy a echar para atrás un poco en mis propias palabras, porque yo no soy quién para hablar de si son buenos o no los demás. Realmente, sí que pienso que últimamente se ha trabajado mucho en la música y menos en los textos, así por generalizar. Pero aquí tenemos grandes letristas como Quique González o Santi Balmes. Nosotros a Sabina o Serrat los escuchamos mucho por nuestros padres. Tenemos buenos amigos que escriben muy bien, aunque no sean tan conocidos, como Cesar Pop, teclista, que escribe unos textos maravillosos. Intento aprender de ellos, de hecho.

Hoy en día, en la música, cuando hablamos de rebeldía o subversión todo nos lleva al trap y a este tipo de música. ¿Ha perdido el rock su lenguaje, su idiosincrasia de ser el estilo por excelencia de la rebeldía?

Bueno, yo creo que se quedó ahí porque fue el primero, el primer encontronazo que generó eso. Luego llegó el punk, los Sex Pistols, y así continuamente. Creo que el rock mantiene su identidad y siempre va a tener ese lado canalla que lo define. Pero no, creo que si me preguntaran quiénes son los Sex Pistols ahora mismo, aunque me joda mucho, diría que son alguno de esos que van en chándal y con oros colgados del cuello. [Risas]

«Hemos hecho la mili del rock», habéis llegado a decir. ¿Cuál es el peor sitio en el que habéis tocado?

¿El peor? Uf… ¡la verdad es que ha habido muchos! Al principio, nuestra agencia de «management« llevaba muchos grupos de punk, entonces había que tocar donde se pudiera todo el rato y que nos viera gente y cayeron varios festivales. Y así, a bote pronto, recuerdo que nos cayó uno en el que tocaron Boikot, Porretas y Reincidentes y nosotros en medio, sin anunciar [risas]. No estábamos en el cartel, pasamos bastante terror, pero nunca ocurrió nada.

¿Cómo respondió esa gente que espera a Boikot y de repente aparece Sidecars?

Claro, estás esperando una cosa y no tiene nada que ver. Fue mucho mejor de lo que yo podía esperar. Hicimos el concierto más rock de nuestra vida porque queríamos evitar litronas volando. Estás ahí y estás viendo las caras de la gente y los gestos y que están pensando: «¿Quiénes son estos que están aquí y que me están hablando de su novia?».

Tras diez años en la música, ¿ha habido momentos en que hayáis dicho «mira, no puedo con esto, lo dejo»?

No. Ha habido momentos duros y de hecho por el camino ha habido gente que se ha quedado. Sidecars lo armamos cuatro y Manu que era el otro guitarrista no aguantó una de las estocadas. Salíamos de gira, perdíamos dinero, siempre era todo negativo y no había recompensa. Pero hacíamos lo que nos gustaba. Eso es lo que nos ha mantenido ahí a nosotros tres. Pero bueno, a día de hoy podemos vivir de esto, desde antes de ayer si me apuras, y no sé cuánto durará, pero vamos a intentar disfrutarlo.

En el momento en que estáis ahora, que habéis conseguido algunas metas como grupo bastante importantes, ¿cuál es el próximo sueño a conseguir con Sidecars?

¡Je! Pues bueno… Siempre hemos ido poniéndonos metas cercanas. La que tuvimos muchos años fue La Riviera, después el Circo Price, que nos hacía mucha ilusión y al final nos ha pasado eso. Supongo que la siguiente meta cercana, en Madrid, supongo que sería hacer el Palacio de los Deportes. El espacio mediano de eso, supongo. Apunto hacia allá, hacia cosas que tenga casi al alcance de la mano, aunque sean difíciles, más que ponerme una cosa muy lejana que me pase muchos años soñando.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación