Ildefonso Falcones, con un ejemplar de su última novela
Ildefonso Falcones, con un ejemplar de su última novela - J. M. SERRANO
LITERATURA

Falcones presenta su nueva novela en el Aula de Cultura de ABC de Sevilla

El escritor barcelonés dialogará con Francisco Robles sobre «Los herederos de la tierra» en el Teatro Cajasol

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El escritor barcelones Ildefonso Falcones presenta este miércoles a las 20 horas su nueva novela, «Los herederos de la tierra» (Grijalbo), en el Aula de Cultura de ABC de Sevilla, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Cajasol y la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. La cita será en el Teatro Cajasol (c/Chicarreros, 1), donde el autor conversará con el director del Aula de Cultura, Francisco Robles, y la entrada es libre hasta completar aforo.

«Los herederos de la tierra» puede leerse como una continuación de «La Catedral del mar», el debut novelístico de Falcones y que se convirtió en un fenómeno editorial. Para su autor, sin embargo, la continuidad está en que sigue narrando «la historia de Barcelona, a través de unos personajes que están relacionados en cierto sentido con los de la primera novela».

De esta forma, Falcones sigue buceando en la Barcelona medieval, que no duda en calificarla como «la ciudad más importante de las españolas» en el siglo XIV, «más incluso que Sevilla, que tuvo su gran apogeo con el descubrimiento de América».

Aquella Barcelona era una «ciudad mercantil, que tenía grandes contactos y consulados a lo largo de todo el Mediterráneo. Dominaba el Mediterráneo con Venecia, Géneva y Pisa, y se disputaba el comercio. Decayó a partir del siglo XV un poco, y el rey se fue a conquistar Nápoles, pero hasta ese momento fue una de las grandes ciudades del Mediterráneo».

Por este motivo, la ciudad mantenía entonces una «proyección comercial y mercantil importantísima. En Castilla y en muchos otros lugares, los comerciantes y los artesanos no tenían acceso a los puestos de responsabilidad políticos. Todos tenían que ser nobles. En Barcelona era al revés, eran los comerciantes los que controlaban y dirigían la ciudad. Toda la ciudad vivía por el comercio».

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