LIBROS

«Después del amor», de Sónsoles Onega, una historia de amor clandestino en los convulsos años treinta

La periodista madrileña presenta en la Fundación Cajasol la novela con la que ganó el premio Fernando Lara

Sonsoles Onega PEPE ORTEGA

EVA DÍAZ PÉREZ

Sonsoles Onega lidia diariamente con la realidad política. Es el rostro de referencia en los informativos de Telecinco para las noticias del Congreso. Pero ella nunca se ha conformado con narrar el presente. Cuando escribe basa sus historias en los cimientos de la realidad para luego construir los fascinantes edificios de la ficción.

Una tarde de 2014 se entrevistó con las hijas de una mujer de vida novelesca, aunque nadie la recordara. Era Carmen Trilla , una mujer escondida detrás de la vida de un personaje histórico:el capitán del Ejército Federico Escofet, el último catalán que volvió del exilio. Un personaje que fue clave en la Cataluña de Companys y Maciá. Ahora, qué curioso, una Cataluña al borde de la Historia vuelve a ser protagonista y eje de un huracán.

Sonsoles Onega (Madrid, 1977) convirtió la historia de amor entre el capitán Escofet y Carmen Trilla en materia novelesca para su libro «Después del amor» (Planeta) con el que obtuvo el Premio de Novela Fernando Lara.

Afirma Onega que los recuerdos es lo que somos. Ella se adentró con cuidado en una historia de recuerdos ajenos. Fueron las hijas de Carmen Trilla las que le relataron la historia de su madre, una mujer que tras descubrir que su marido la engañaba con su propia hermana, conoce al capitán Escofet y lo deja todo. Incluso a sus hijas. « Me sorprendió que al recordar a su madre no mostraran ningún tipo de rencor», aclara la escritora y periodista.

Onega recuerda cuando fue a visitar al biógrafo de Federico Escofet, Xavier Febrés. «Me preguntó que por qué a alguien de mi generación le interesaba el viejo Escofet. ‘Me interesa Carmen ’, le dije. Yo sólo me he permitido la licencia de poner palabras a sentimientos y a emociones».

A Onega le fascinó la historia subterránea de ese amor clandestino, esos personajes olvidados que sólo quedan en la memoria de sus familias. Y, sobre todo, el rescate de la historia de una mujer diferente en una época convulsa. Carmen Trilla, dama de la sociedad catalana conocida como la Greta Garbo de Barcelona, es una mujer de los años treinta, un tiempo en el que hay cosas que en apariencia cambiaron, pero que en el fondo no lo hicieron tanto. «Pertenece a una época en la que las mujeres no estaban autorizadas a amar. Ni a pensar. Ni a construir », explica.

¿Cómo reconstruir la historia de una mujer apenas entrevista en fragmentos de recuerdos? Onega consultó las páginas que Escofet le dedicó a Carmen y que fueron dictadas desde su exilio en Bruselas. «La conocí en un tren a La Garriga el 27 de septiembre de 1933», explicaba Escofet. «Sólo esa frase me habría bastado», añade Onega, aunque ella recreó una época histórica que ahora, curiosamente, ve reflejada en la actualidad, esa materia con la que ella trata todos los días. «Es una historia de ida y vuelta, porque el problema catalán no está resuelto. Hay que estar del lado de la legalidad, pero hay que dejar un espacio para el consenso y el diálogo». Y en esto su reflexión y sensatez recuerda a su padre, Fernando Onega, el histórico periodista de la Transición.

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