El Sónar cifra en 72 millones su impacto en el PIB catalán

El festival presenta un estudio para evaluar sus aportaciones culturales y sociales

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Entrado ya en su segunda década de existencia y con las bodas de plata como horizonte más o menos cercano, el Sónar sigue trazando derivadas para posicionarse como mucho más que un festival de música electrónica y artes visuales.

Ahí está, por ejemplo, el congreso Sónar+D, cumbre de la creatividad y los negocios digitales que llega a su cuarta edición convertido en el complemento perfecto a esa programación musical que encabezan este año Jean-Michel Jarre,Anhoni, New Order y James Blake, entre muchos otros.

Así, conciliando más que nunca todas sus caras y abriendo plano para abarcar «creatividad, negocio, tecnología y celebración», el festival llega el jueves, 16, a su XXIII edición con una misión añadida: evaluar el impacto del festival más allá de los días o recintos del mismo.

De hecho, la organización aportó ayer unos primeros datos recogidos a partir de un millar de encuestas realizadas el año pasado, información con la que quiere ofrecer una radiografía de las contribuciones económicas, sociales, culturales y mediáticas del Sónar.

El dato más llamativo es el que cifra en 72 millones de euros el impacto directo del festival en el PIB catalán, cifra que alcanza los 124 millones si se suma toda la actividad musical que, de manera indirecta, aprovecha el empuje del Sónar durante esos días, pero los directores de la cita barcelonesa prefieren destacar otros indicadores «más allá de la ocupación hotelera o el gasto por visitante», en palabras de Ricard Robles, uno de los responsables del festival.

Así, entre algunos de los enunciados más llamativos destacan ese 37% de las empresas participantes en Sónar+D que, aseguran, han incrementado su facturación gracias a haber participado en el festival; ese 80% de los asistentes que reconocen que el festival les ha aportado un mayor conocimiento musical; o ese más de 50% que destaca la importancia de la creatividad de Barcelona por encima del clima, la playa, la restauración o las tiendas.

La idea, apunta Robles, es poder identificar tendencias y ofrecer una panorámica más completa que la que puedan ofrecer los datos de impacto económico. Una valoración total que, a partir de ahora, se sumará a esas 130 actuaciones y casi 300 actividades que el festival barcelonés programa y con la que espera repetir o superar unas cifras de asistencia que el año pasado se situaron en las 119.000 personas.

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