PABLO MARTÍNEZ PITA

Silvia Pérez Cruz: «Al terminar un disco me entra el miedo»

Publica «Domus», banda sonora del filme sobre el drama de los desahucios que ella misma protagoniza, «Cerca de tu casa»

MADRID Actualizado: Guardar
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La deSilvia Pérez Cruz es una de esas irrupciones silenciosas en el mundo de la música por las que hay que sentirse agradecido. Es una suerte descubrir su talento y poder disfrutarlo sin que nadie se entere, como si fuera un tesoro, y afortunados son los que la siguen desde sus primeros pasos. No solo por la belleza que han podido paladear gracias a los tres discos que ha publicado desde su salida del grupo Las Migas, sino también por la evolución que ha trazado a lo largo de su carrera en solitario, un espectacular suma y sigue que además de convertirla en una de la mejores y más versátiles vocalistas de nuestro país, la ha consolidado como compositora, letrista, arreglista, productora...

y ahora actriz. Así que le quedan dos telediarios como artista desconocida para el gran público.

—Imagino que esta vez los nervios son dobles, ya que presenta disco y película, aunque ésta se estrene en primavera.

—Totalmente. He estado bastante nerviosa por el disco, porque no tengo claro que le vaya a gustar a la gente.

—¿Por qué? ¿Poco accesible en las primeras escuchas, quizá?

—No lo sé, supongo que son miedos que entran cuando terminas un proyecto. Creo que es normal, ¿no? Cuando trabajas tanto tiempo y tan duro en algo, al final pierdes un poco la consciencia de lo que has hecho. Pero vaya, que estoy superfeliz, contenta y satisfecha por haber hecho este disco. Porque además he aprendido muchísimo haciéndolo.

Un largo proyecto

«He terminado todo hace un mes. Apenas he respirado hasta ahora»

—¿Cuándo y cómo empezó a gestarse este proyecto?

—Hace tres años me senté por primera vez a hablar con el director (Eduard Cortés), y la primera canción la compuse durante la Semana Santa siguiente. Luego seguí escribiendo temas hasta que me tocó hacer de actriz (risas), y cuando terminamos la película antes del verano pasado, me puse con las mezclas finales del disco. He terminado todo hace un mes. Apenas he respirado hasta ahora (risas).

—Se ríe al decir lo de actriz, se ve que aún no ha terminado de asimilar su debut en la gran pantalla.

—No, qué va. Estoy empezando a asimilarlo ahora.

Cautivada por la historia

«Eduardo Cortés es una persona tan empática, tan inteligente, y me gusta tanto su discurso, que me terminó cautivando»

—¿Primero vino la propuesta de la banda sonora, y después la de actuar? ¿O Cortés llegó con todo el «pack», por decirlo así?

—Sí, sí, él quería desde el principio que yo fuera la actriz protagonista, lo tenía clarísimo. Al principio, yo solo acepté lo de cantar. Lo de animarme a actuar me llevó varios meses, hasta que me convenció. Es una persona tan empática, tan inteligente, y me gusta tanto su discurso, que me terminó cautivando.

—Su personaje es una madre que se queda en la calle tras un desahucio. ¿Las canciones sufrieron alguna modificación durante el rodaje? Meterse en un papel con semejante carga emocional quizá la inspiró para algún retoque.

—Sí, pero sólo a nivel de arreglos musicales. Había trabajado tanto en las letras, las melodías y las guitarras que no sentí la necesidad de añadir nada.

—En estos tres años también ha estado involucrada en la grabación del álbum «Granada» junto a Raül Fernández «Refree», ha colaborado en el último disco de Kiko Veneno... ¿cómo encontraba tiempo para todo?

—La verdad es que en los tramos más duros, ninguna jornada de trabajo bajaba de las doce horas diarias. En realidad, fuerte fuerte ha sido solo un año. No es para tanto, es cuestión de organizar bien el calendario. De todas formas, reconozco que ahora me siento muy vacía, quiero tomarme el año que viene de otra manera, para viajar y volver a llenarme.

—Ya había compuesto bandas sonoras para «Terra Baixa» (Lluís Homar) e «Informe per a una acadèmia» (Ivan Benet), con las que ganó sendos Premios Butaca, y fue la voz de «Blancanieves» (Pablo Berger). ¿Le ofrecen proyectos que no quiera hacer?

—Sí. Tanto en la vida como en una carrera artística, los noes son mucho más importantes que los síes. Con el tiempo te van ofreciendo cada vez más cosas, y empieza a haber algunas a las que cuesta mucho decir que no. Pero si de algo estoy especialmente orgullosa en mi trayectoria, es de no haber cedido a nada por cuestiones de dinero. Vivir en el mundo de la música es algo muy valioso para mí, porque es el mundo en el que yo me siento sincera, así que tengo que saber cuidarlo. Me daría mucha pena estropear eso. Todo lo que haga en el futuro, tengo que poder justificarlo con el corazón. Tiene que tener un sentido para mí, al margen de lo que signifique para los demás.

—«Refree» se ha convertido en uno de los productores más solicitados de la escena independiente española. ¿Cree usted que, como productora, ha recogido su influencia en su trabajo en solitario?

—Todos los artistas con los que he trabajado, que ya son muchos, me han dejado huella de una u otra manera. Y Raül también, por supuesto, quizá más porque cuando trabajé con él llegamos a un nivel de entendimiento casi telepático. Llegó un momento en el que sabíamos lo que quería el otro solo con mirarnos de reojo.

—¿Se documentó para la película, se puso en contacto con personas que sufrieran casos reales?

—Pues íbamos a tener unas reuniones con la PAH, pero no sé por qué al final no se hicieron. De todos modos, el tema estaba en todas partes, salía tanto en televisión que era casi como una moda.

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