Ramoncín: «Me alegra que sigan surgiendo músicos provocadores»

Su gira repasa todo su carrera, recogida en «Quemando el Tiempo»

El artista madrileño lanzará nuevo disco «pronto»
Nacho Serrano

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Todo el mundo cree saberlo todo sobre Ramoncín . Pero hasta el más erudito de sus fans encuentra sorpresas en «Una vida en el filo», el documental que hace unos meses acompañó la edición del recopilatorio «Quemando el tiempo» . La película , que milagrosamente es capaz de condensar una trayectoria de cuarenta años en sólo una hora, ofrece un riguroso retrato biográfico-musical acompañado de intervenciones de personajes de diferentes ámbitos, algunas de ellas tan elocuentes, reveladoras y significativas como la de Loquillo : «Sin Ramoncín yo no existiría. Así de claro».

—El documental arranca con su infancia sin padres. ¿Cómo le afectó esa situación?

—Yo me autoanalizo todo lo que puedo, y creo que no fui infeliz. La ausencia de mi madre no la noté porque se fue cuando tenía dos años, y la vida con mis tíos se desarrolló en una estructura familiar perfectamente normal. A mi madre biológica , cuando la veo ahora todavía me resulta un poco desconocida . En mi vida influyó más la calle, el barrio, que la ausencia de padres biológicos.

—No sabía que fue usted primero quien lanzó objetos al público.

—Fue en mi concierto de presentación en Barceló, en 1977. Vinieron mis amigos del barrio, pero la compañía invitó a gente importante que fue con sus mejores galas, así que decidí tirarles media docena de huevos . Con el tiempo lo pagué caro, porque tiré seis y me devolvieron sesenta mil. Lo decían hasta en la radio: «Ve a ver a Ramoncín y tírale tus huevos». Increíble.

«Que C. Tangana tenga un discurso parecido al que yo tenía hace 40 años me parece perfecto»

—El artista de moda, el polémico C. Tangana, hace declaraciones muy parecidas a las que usted hacía hace cuarenta años: «Soy el mejor de la escena», «nadie se lo ha montado tan bien como yo en este negocio»...

—Es que ya tocaba, hombre. A mí me alegra que sigan surgiendo músicos provocadores , incluso que ofendan un poco, porque llevo cuarenta años esperando a que salga alguien y diga algo. A que aparezca alguien nuevo que monte un buen alboroto. Alguien que la gente lo vea y diga: «Mira qué hijo de puta» . Así que si C. Tangana tiene un discurso parecido al que yo tenía, me parece perfecto.

—Sus provocaciones eran en directo, ante millones de personas.

—Sí. Cuando salí en la tele cantando «Marica de Terciopelo» y dediqué la canción «a todos los presos que tenéis en el maco, sin excepción», estaba seguro de que al terminar me iría detenido . Pero no. Aunque lo han seguido intentando, ¡jajaja!

—A finales de los ochenta paró máquinas. ¿Alguna vez se arrepentió?

—No, jamás. Si no lo hubiera hecho hoy no seguiría haciendo música. De pronto sentí que no quería un día más en la oficina . Así de poco emocionante se había vuelto todo. Vi que tenía la nevera llena y que podía hacer otras cosas, así que lo dejé. Luego es verdad que me costó mucho volver , luché contra todo y contra todos para recuperar mi público, pero ahora estoy viviendo el momento más bonito de mi carrera . Ahora la gente llora y se emociona en mis conciertos como nunca antes había visto. Hace poco saqué el que creo que es mi mejor disco, «Cuando el Diablo canta» , y espero volver a grabar nuevas canciones este mismo año.

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