Ara Malikian, durante un concierto
Ara Malikian, durante un concierto - EDUARDO DE SAN BERNARDO

Ara Malikian: «La música fue mi salvación»

El violinista libanés cierra la celebración de sus «15» años en España con una parada en Madrid, este jueves, en la plaza de toros de Las Ventas, y con las entradas agotadas

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Detrás de uno de los mejores violines del mundo, tras una larga melena y una voluminosa barba, se esconde Ara Malikian. Este atípico músico libanés continúa celebrando sus quince años en España a su estilo tan particular. Hoy cierra este jueves su gira «15» este jueves, 15 de septiembre, en Las Ventas, de una forma apoteósica y junto a más de 70 músicos. Bach, The Fire, Led Zeppelin, Los Secretos... son algunos de los grupos que puede sonar en algunas de sus actuaciones y es que Malikian no cree en los límites de la música. Él toca lo que le gusta y a su manera.

Empezó la gira por todo lo alto en el Teatro Real…

Fue culpa de él (señala a su mánager, mientras él asiente).

Se nos fue de las manos. Yo quería celebrarlo en un garito de Malasaña, pero él alquiló el Teatro Real con mis amigos. Al final, salió bien.

¿Qué le ha aportado España?

Muchísimas cosas. Llevo viviendo aquí más de 15 años maravillosos. Tuve la oportunidad de crecer, he podido colaborar con muchos músicos y esta gira la tenía que dedicar a esta bonita época. Ahora, acabamos la gira con estos cinco conciertos que son también benéficos para ‘Acción contra el Hambre’. Había que celebrar esta etapa y cuando termine, a otra cosa.

Ha tenido una vida complicada, ¿qué ha sido para usted la música?

Fue mi salvación. Es la razón por la que he podido tener una vida. Gracias a ella pude salir del Líbano cuando tenía 15 años, fue mi pretexto. Y de ahí, se convirtió en mi pasión.

¿Cómo puede influir?

¿Qué puede hacer el arte y la música para las guerras? Pararlas no pueden, no tienen esa fuerza, por desgracia. Pero sí que podemos conseguir que los que hacen las guerras sean gente más concienciada… Nos sirven para sensibilizar a personas que tienen tanto odio y, quizás así, pararlas.

Pero hay que tener un mensaje muy claro

Lo que quiero transmitir es que si nos entendemos con la música, nos entendemos con el arte, si alguien que dice soy músico del Líbano y toco con un músico de Israel o de Grecia o de Turquía o de dónde sea… y nos entendemos, en otras circunstancias también podemos hacerlo. El arte siempre ha unido a los pueblos muy diferentes. Nos hace pensar y nos reconcilia.

Hace un par de meses volvió del Líbano, ¿cómo ha visto la evolución?

Fue un viaje muy duro, descubrí una realidad que desconocía. Fuimos al valle de la Bekka, donde viven más de un millón y medio de refugiados sirios. Viajé junto a la ONG ‘Acción contra el Hambre’, que se dedica a ayudar a los refugiados en el día a día. Les suministra agua, comida… para que puedan sobrevivir.

«Es muy hipócrita cerrar las puertas e ir diciendo que los refugiados son una amenaza para nuestra seguridad»
Ara Malikian

Esa es la parte buena. Sabes que salvan vidas a diario, pero el problema va más allá. Los refugiados no tienen estatutos, no pueden trabajar. Y, encima, tienen que pagar el alquiler de los terrenos donde viven… Imagina cómo se costean la vida: trabajos forzados, ilegales. A veces van más allá y tienen que vender parte de su familia. Es muy muy duro ver esta realidad. La pena es que siento que el futuro de estos refugiados depende de unas decisiones políticas. Su futuro es muy incierto...

Usted vio que se puede salir de allí, ¿qué le diría?

Yo salí en otra época, cuando aún no había tantos refugiados. Pude sobrevivir porque me han ayudado. Si se me permite dar un mensaje no es de esperanza a los refugiados, recordaría que ellos no tienen que ser una amenaza para Europa. Hay que abrirles las puertas. Son personas que huyen de la muerte, amenazados. Tenían su familia, su trabajo, su casa y, de un día para otro, tuvieron que dejarlo todo. Hace 60 años pasó lo mismo a Europa y otros países nos ayudaron. Ahora nos toca a nosotros. Creo que es una situación muy hipócrita cerrar las puertas e ir diciendo que los refugiados son una amenaza para nuestra seguridad.

¿Seguirá revolucionando la música clásica con su mensaje?

No soy quién para cambiar la música clásica. Ni me atrevo ni lo pretendo. No es mi objetivo. Lo que hago es tocar la música que me gusta y una de las que me tiene enamorado es la música clásica lo que pasa que es verdad que no sigo las tradiciones a las que estamos acostumbrados cuando la escuchamos ni me pongo el disfraz de músico clásico estirado, tan arrogante. Quiero tocar lo que me gusta: Johann Sebastian Bach, The Fire y Igor Stravinsky… y a mi manera tal como soy yo.

Pero siempre con su violín…

Claro, siempre con mi instrumento y a mi manera (sonríe).

El concierto comenzará este jueves 15 de septiembre a las 21.30 en la Plaza de Las Ventas. Las entradas son a partir de 28 euros anticipada, pero está muy cerca de colgar el cartel de «Sold out».

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