Hallyday, ayer por la noche en el escenario del Liceu
Hallyday, ayer por la noche en el escenario del Liceu - EFE

Johnny Hallyday revoluciona el Liceo

El francés se estrenó en Barcelona con un recital pletórico dentro del Suite Festival

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Ah, los viejos rockeros. La lógica nos dice que, antes o después, todos acabarán cayendo, pero las leyendas, ya se sabe, no entienden de asuntos mundanos. Miren sino a Johnny Hallyday: 72 años, un bronceado de central nuclear, gabán y pantalones de cuero, tupé esculpido en granito y licencia para transformar el Liceo, sacrosanto templo de lo lírico, en su patio de recreo.

Es cierto que, a estas alturas, el Gran Teatro ya las ha visto de todos los colores, pero aún le faltaba rendirse ante uno de últimos iconos de la música europea inéditos en Barcelona. Lo de rendirse, en este caso, no es una figura retórica: fue arrancarse con «Rester Vivant» y a los acomodadores del Liceo les debió dar un síncope al ver como parte del público salía eyectado de las butacas para amontonarse frente al escenario.

Sí, de pie. Sí, en el Liceo. Para cuando llegó «O Carole» y Hallyday tuvo a bien regar a parte de sus seguidores con una botella de agua, los nervios entre bastidores debían estar tan tensos como las cuerdas de un violín.

Pero como no todos los días se tiene a un mito de país vecino paseando por el escenario, la excepción fue ayer la norma y el Liceo, sede del Suite Festival, acogió un vistoso jolgorio de rock pirotécnico, rockabilly fibroso, algo de blues terroso y soul expansivo y baladas estratégicamente situadas para recuperar el resuello. Que gran parte del público fuera francés ayudó lo suyo, pero aún más que Hallyday se presentase acompañado de una docena de músicos -mención especial para los vientos-, cuatro coristas y muchas ganas de echar el resto durante cerca de dos horas.

Ahí estaba, pues, un Hallyday pletórico frenando y acelerando sobre medio siglo de carrera y, sobre todo, exprimiendo un repertorio hecho a base de músculo, guitarrazos y retales de Carl Perkins, Elvis Presley -el set de «Mystery Train» y «Blue Suede Shoes» fue de lo más vistoso de la noche-, The Animals, Creedence Clearwater Revival -más nervios cuando el guitarrista saltó del escenario y recorrió el pasillo de la platea mientras atacaba «Fils de Personne», su lectura «Fortunate Son»- y los Bravos -cayó, como no, «Noir c'est Noir»-. Al final, y después de echar el cierre con «La musique que j’aime» y «Te manquer», el Liceo temblaba. Sí, 72 años. Sí, rock and roll actitud, que diría Loquillo.

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