Los hermanos Jim y William Reid, Jesus & Mary Chain
Los hermanos Jim y William Reid, Jesus & Mary Chain - ABC

Jesus & Mary Chain: el regreso de los inventores del pop cabizbajo

Los hermanos Reid, que este fin de semana actúan en Barcelona y Madrid, vuelven al mercado discográfico 20 años después

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Jesus and Mary Chain se apuntaron a la moda de las reuniones de bandas, también a la de celebrar cumpleaños de discos míticos («Psychocandy»), pero les faltaba ir un paso más allá para seguir dando verosimilitud a su permanencia sobre los escenarios. Hace un par de años lo dejaron caer en su entrevista con ABC («estamos en ello, habrá nuevo disco») y no mintieron: el pasado 24 de marzo por fin llegó a las tiendas el séptimo disco de la banda escocesa, el primero desde «Munki», publicado en el ya lejano siglo pasado.

Por supuesto, el regreso de los inventores del «shoegaze» (ese subgénero del pop alternativo cuyo impacto estético se basó en la indolencia escénica)ha generado altísimas expectativas, pero afortunadamente no ha habido decepción.

En «Damage and Joy» los hermanos Reid y compañía han vuelto a destapar el tarro de las esencias de The Jesus & Mary Chain, ofreciendo un sonido reconocible y familiar para sus fans, sin caer en derivas pretenciosas o puestas al día impostadas. Se espera así un reencuentro cargado no sólo de nostalgia, sino también de interés y curiosidad por comprobar cómo defenderán su nuevo material sobre las tablas.

Estas canciones lo tendrán difícil, sin embargo, para erigirse en protagonistas de un repertorio en el que habrá auténticos tótems del indie británico, un hijo de los ochenta que encontró en Creation Records su primer hogar. El sello nació el mismo año que The Jesus & Mary Chain, 1983, así que era cuestión de tiempo que su fundador Alan McGee y los hermanos Reid cruzaran sus caminos.

«La mejor banda del mundo»

McGee asistió a uno de sus primeros conciertos y quedó fascinado por la combinación de elementos que se desplegó ante sus ojos. La banda, de espaldas al público. El sonido, apenas inteligible por la muralla de distorsión. Los espectadores, atónitos o a golpes entre sí. Podría parecer que no fue una experiencia estrictamente musical lo que guió al joven empresario discográfico, pero en realidad ya había escuchado sus demos y asistió a la prueba de sonido de aquel concierto, así que tenía razones de sobra para estar seguro de que había algo especial en ellos.

Se convirtió en su mánager, los fichó para su sello y en cuanto lanzaron su primer single (con «Upside Down» en la cara A y una versión de «Vegetable Man», de Syd Barret, en la B), la revista «New Musical Express» se apersuró a ser la primera en decir que The Jesus & Mary Chain eran «la mejor banda del mundo».

Para casi todos sus fans sólo su álbum de debut, «Psychocandy» (1985), estuvo a la altura de semejante halago, pero en su posterior haber no todo son discos menores, ni mucho menos. Y además, la visita de un grupo pionero, rupturista y desafiante siempre anima el espíritu.

Ver los comentarios