Javier Elorrieta
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Música

Javier Elorrieta: «Todos hemos sido cobardes en el amor alguna vez»

El cantante y cineasta fusiona el romanticismo de la canción francesa con el jazz en su nuevo disco, «Aranjuez mon amour»

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El director y productor de cine Javier Elorrieta tuvo sus primeras conexiones con la creación musical componiendo bandas sonoras para películas y piezas para publicidad. Pero a partir de 2009 ha ido publicando una serie de discos con la chanson francesa como protagonista, a la que ahora añade un capítulo más, «Aranjuez mon amour». Canciones míticas que fueron grandes éxitos como «Sous le ciel de Paris» (Yves Montand), «La vie en rose» (Edith Piaf) y la inmortal «Chanson des vieux amants” de Jacques Brel se mezclan con temas más recientes como «Love me please love me» (Michael Polnareff) o «Emmanuelle» (Pierre Bachelet), leitmotiv de la famosa película y gran éxito musical de la época. Y como en todas sus obras, el cantante ofrece un recuerdo muy sentido de la icónica «Hier Encore» de Charles Aznavour.

¿Cómo fue el proceso de grabación de «Aranjuez mon amour»? ¿Hubo algún punto de partida concreto en cuanto a la búsqueda de un sonido y una atmósfera concretos?

Estos discos en los que se mezcla el jazz y la chanson francesa tienen un proceso de grabación muy interesante, puesto que grabamos todos juntos en el estudio a la vez. Si en la toma hay algo que esté mal se hace un recording de esa pequeña parte, pero la grabación en directo de los músicos y la voz se conserva casi en su totalidad, distinto a otros estilos en los que primero se graba la música y luego sobre una premezcla se graba la voz.

¿Cuál fue el criterio de selección de las piezas a interpretar?

Siempre hemos intentado que estos discos partan de un nivel musical y estético elevado, las baladas que escojo para interpretar siguen un criterio de profundidad y elegancia importante. Compositores como Brel, Becaud, Aznavour etc... Son grandes poetas de la vida, y en esa atmósfera romántica y poética nos movemos.

De todas estas canciones, ¿cuál le hubiera gustado componer a usted?

Quizá mi favorita siempre ha sido «Ne me quitte pas», creo que es absolutamente extraordinaria, tanto por la belleza de su letra como por el intimismo y la calidad de su música. Yo que también compongo, doy una importancia especial a la profundidad de esta canción. De ella, el propio Brel dijo que era una canción para cobardes, aunque mas tarde añadió que quién no habia sido cobarde alguna vez en el amor... Yo lo he sido en alguna ocasión y por eso me siento identificado con él.

¿Qué canciones francesas que aún no hayan pasado por sus manos le gustaría grabar en un futuro?

Pues todavía no me lo he planteado. Ya son cinco discos los que llevo grabados y han pasado muchos temas en francés, quizá casi todos mis favoritos, aunque estoy seguro que cuando me plantee un próximo disco habrá canciones y autores para completarlo. Leo Ferrer, Brassens o Gainsbourg entre otros, son compositores que todavía no he versionado.

Alguno dirá que no es un disco para estos tiempos… pero es más bien todo lo contrario, ¿no cree?

La música francesa ha tenido épocas de grandísimo éxito. Casi todas las canciones que canto han sido grandes éxitos en Europa e incluso algunas en todo el mudo, muchas de ella versionadas en distintos idiomas por artistas de renombre, como Sinatra, Andy Williams, Barbara Streisand, Elton John, etc... Creo que en mi caso, el acierto ha estado en recuperarlas y con ello, por una parte, llegar al recuerdo de mucha gente de cuarente años para arriba, y por otra que los jóvenes las escuchen fusionadas con el jazz, esto les ha interesado. A mis conciertos acude mucha gente joven, además canto al amor y ese sentimiento no tiene tiempo ni límite, siempre vivirá entre nosotros.

¿Cómo se presentan los próximos meses en cuanto a presentaciones en directo?

Pues de momento, muy bien. En noviembre estaré en el Teatro Real Carlos lll de Aranjuez, y ya en diciembre, el día 3 en la sala Clamores de Madrid, y el día 11 en el Teatro Zorrilla de Valladolid, y ya estamos cerrando actuaciones para enero y febrero.

¿Qué piezas de su repertorio le han dado más alegrías sobre los escenarios?

Todo lo que interpreto tiene su momento, pero quizá destacar de nuevo «Ne me quitte pas», junto a «La boheme» de Aznavour, «A toi» de Joe Dassin, «Las hojas muertas» de Prever, «Le meteque» de Moustaki, o «Que rest till de nous amour» de Charles Trenet, entre otras.

¿Cómo empezó su pasión por la música francesa?

Viene de los años en los que estudiaba en el Liceo Francés de Madrid, allí aprendí a comprender el significado de las grandes letras de todas estas canciones, que son pura poesía y que me llegaban muy dentro. Es curioso que después de tanto cine, televisión, publicidad, rock y blues, haya logrado llevar a cabo, ya mayorcito, este proyecto con el que siempre soñé.

¿Qué tipo de disco le gustaría hacer a continuación?

Todavía no lo tengo pensado, pero creo que será algo relacionado intimamente con la bossa-nova, que cada vez me interesa más.

Fue músico de rock progresivo en los setenta, ¿qué tuvo de especial para usted?

El rock progresivo, en esos años, nace como la revolución de una nueva época, en la que protestabamos y tratabamos de cambiar una sociedad terriblemente materialista y con varios conflictos bélicos. Los fondos cambiaban y también las formas, las largas melenas sustituían al cabello corto de la época anterior, la duración de las canciones era más larga y profunda, los hippies, los porros, el LSD y otras sustancias, campaban en los conciertos. Grupos como Los Brincos, Los Bravos, etc, son sustituidos entre los jóvenes por Jimi Hendrix, Led Zepellin, Janis Joplin, Deep Purple, etc. Tengo un recuerdo magnífico de los compañeros de mi grupo Museum y también de otros componentes y amigos de Máquina, Smash, Cerebrum, o Blue Bar, encabezado por Salvador Domínguez y también de mi gran amigo Mario Pacheco y del Mariskal Romero.

¿Qué otros proyectos no musicales tiene ahora mismo entre manos?

Estoy intentando volver al cine, aunque este verdaderamente difícil, desde pequeño siempre he escuchado eso de «la crísis de cine español», mi padre Jóse María Elorrieta, produjo y dirigió sesenta y cuatro películas de largometraje. Imagínese si conozco el cine desde mi mas tierna infancia, y creo que ahora nos encontramos en uno de los momentos más difíciles que he conocido en la producción cinematográfica. No obstante no pierdo la esperanza y pienso dirigir una película próximamente, que se llamará «La Cacería».

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