Los Flamin' Groovies resucitan los viejos buenos tiempos

Los Flamin´ Groovies se quitaron la espina de su atribulado concierto del pasado año en la Caracol ofreciendo un excelente concierto

Imagen de archivo de los Flamin' Groovies ABC

ÁLVARO ALONSO

«Vais a escuchar lo que los Rolling Stones ya no son capaces de hacer». Es Cyril Jordan quien provoca a la audiencia de esta guisa. Sabe de lo que habla: no en vano la historia de los Flamin´ Groovies (que dieron un excelente concierto en la noche del viernes 8 en la sala Caracol de Madrid) comienza en 1965 como la de una camada de cachorros que hubieran sido amamantados por un «Rómulo» Jagger y un «Remo» McCartney.

Había una gran expectación y una cierta incredulidad en torno a este concierto debido a la irregular gira de hace año y medio . Ver esta noche a los Flamin´ tenía algo de faena de Curro Romero (todo vendido, la sala abarrotada de un público ecléctico, desde camisetas del Agapo a pin ups de atuendo rockabilly) y las espadas en alto, no dispuestos a pasarles ni una. Pero no hizo falta empuñar las armas esta vez, ni arrojar almohadillas . Primero salieron los Lookers, un trío de powerpop entrenados en los discos de los Only Ones, Plimsouls y Sex Pistols, certeros aunque algo reiterativos. Y tras una pausa en la que terminó por llenarse la sala, salieron los Flamin´ Groovies, centrados y sobrios esta vez .

El concierto se mantuvo en un nivel creciente y el sonido ayudó a mostrar la brillantez de los punteos y riffs excepcionales de Cyril Jordan, muy bien arropado esta vez por el bajo fantástico de Chris Von Sneidern y la batería de Tony Sales. La duda estaba en ver cómo se las gastaba Chris Wilson porque el peso de gran parte del repertorio en la parte cantada recaía sobre él. El «set list», fabuloso, comenzaba con «Down, Down, Down», a la que siguió con un grito general y espontáneo del público «You Tore Me Down». Los primeros acordes disparados desde la guitarra de neones verdes de Cyril crearon la magia. Chris Wilson ya no tiene la voz angelical, aún así pudo con ella. Siguieron con «Yes I Am» y acto seguido arremetieron con «I Want You Bad», el clásico de NRBQ que han incluido en su nuevo disco «Fantastic Plastic» . Es un atrevimiento tocar esta preciosa canción de melodías exquisitas cuando la edad ronda los setenta años. Pero los Flamin´ llegaron con ganas de hacernos recordar los viejos buenos tiempos .

Y lo consiguieron, homenajeando a Chuck Berry en «Don´t You Lie To Me», seguida de «Hungry», «Way Down Under» y la esperada «Teenage Head». Cuando ya había sobrevolado la sala el espíritu de los Byrds y los Rolling Stones, le llegó el turno al clásico «Shake Some Action», momento cumbre con el público completamente volcado. Después ya todo supo a gloria, sobre todo la sensacional «Slow Death». El cuarteto se sintió cómodo en el escenario y se los vio disfrutar, muy centrados en todo momento. Tanto, que en esta ocasión salieron a hacer un bis, todo por el mero placer de rockanrolear un rato más . Al finalizar, salieron los cuatro a firmar esos discos guardados como reliquias en lugar de privilegio por los buenos aficionados al rock. Quién sabe cuándo volveremos a ver algo así. Y esta vez, como con Curro Romero en sus días de duende, no hubo que recoger almohadillas.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación