Vega ha colaborado con Elvis Costello en su último disco de versiones en italiano
Vega ha colaborado con Elvis Costello en su último disco de versiones en italiano - BELÉN DÍAZ

Vega: «A los veinte quería cambiar el mundo, es probable que hasta quisiera ser Britney Spears»

La cantante cordobesa, de 39 años, acaba de lanzar Non ho l'età, su disco de versiones en italiano de los años 60, los que marcaron «el comienzo de la música moderna»

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Ha llevado el pelo largo, en melena, corto, verde, blanco e incluso rapado al cero. Ha cantado en zapatillas, en zapatos, con tacones y hasta con traje de astronauta. Ha tocado en sitios para cincuenta personas y en otros en los que caben dos mil. Siempre ha compuesto las canciones que llenan sus discos, pero ahora se ha pasado al otro lado: a interpretar temas que no han salido de su puño y letra, pero que pasaron por su garganta desde que era una niña. Vega (Córdoba, 1978) acaba de publicar Non ho l’età, una colaboración entre su propio sello (La Madriguera) y Subterfuge. Un disco que ella misma confiesa «arriesgado», porque contiene once versiones de grandes clásicos de la música italiana de los años 60, incluida una colaboración con Elvis Costello.

Para finales de este año, dice que volverá a emprender «el camino de vuelta a casa», y lo hará con La reina pez, su próximo trabajo. Compaginará la grabación del que será su sexto disco «propio» con la gira por teatros en los que cantará en italiano a la vuelta del verano. Y con su familia recién ampliada.

Lo de no tengo edad es porque creo que las canciones no tienen edad y porque yo no tengo edad para cantar canciones de la década de los 60 cuando yo ni siquiera era un proyecto. No me corresponden, no es como si me dices que he hecho un disco de la década de los 80-90. A mi ‘treinta y tantos’ le queda un año para agotarlo y luego ya entramos en la cuarentena. El mensaje de ‘treinta y tantos’ es muy actual porque las familias evolucionan, la gente ya no se va con 20 años de casa, yo he sido madre con 38… Los 40 de ahora, dicen que son los 30 de antes, entonces hay que explotarlo un poco más. Lo único que pasa es que veo los vídeos y compruebo que los años no pasan en balde.

Has estado y estás delante del disco pero también detrás con La Madriguera, ¿qué análisis sacas del panorama musical actual ahora que tienes una perspectiva más completa?

Me aporta muchas cosas. Reconozco que formaba parte de ese club de artistas que ponían a caldo a las multinacionales. Cuando estás en los dos lados te das cuenta de que hacen muchas cosas mal, pero no a malas. Tienen una burocracia tan grande que, o eres Beyoncé, o no entras en los cauces tradicionales de producción, para una multinacional salirse de su maquinaria grande se vuelven locos, no saben. Hay muchos artistas que hemos sufrido el no saber. Ahora se apuntan al carro de todo e intentan mejorar, pero es un problema más de la burocracia y de los intereses. Una multinacional está para vender, y yo estoy para hacer una propuesta artística. Pretendo vivir de ella pero no es el fin.

Cuando monté mi propio sello éramos tres hermanas trabajando y teníamos el paquete perfecto: mis hermanas habían estudiado derecho, periodismo y yo marketing. Pero no dábamos abasto. Con Wolverines cuando te dije que quise parar para dedicarme un poco a mi familia es que el mundo del autónomo arriesgas, inviertes y no hay horario de oficina. Llegamos a echar 14 y 16 horas diarias. Una locura y te das cuenta que, al final, las estructuras de una discográfica están para algo. Ahora hemos buscado el apoyo de un sello con los mismos valores y formas de hacer las cosas. No vale dormir tres horas diarias. Con 20 años vale, pero con 40 ya no.

Con veinte años yo quería cambiar el mundo, es probable que hasta quisiera ser Britney Spears y tener un cuerpo de baile. No lo sé, es que no me acuerdo. Mi carrera es que se ha hecho a base de probar y ver lo que no quiero. Ahora, quince años después estoy haciendo lo que quiero, con mi propio sello, me da para vivir y para comer. Tengo la gran fortuna de vivir de mi trabajo siendo autónoma.

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