Los diez mejores discos nacionales de 2017, según ABC

Flamenco, hip hop, pop, rock, músicas del mundo y hasta trap... de todo hay entre los álbumes españoles seleccionados por los críticos y melómanos de este periódico

ABC.ES

Como cada año , los críticos y melómanos de ABC han elegido sus diez discos favoritos de todo género vernáculo viviente o convaleciente. El elegido entre los álbumes españoles ha sido «Los Ángeles» de la cantautora catalana flamenca Rosalía en comandita con el productor y trotamúsico Raül Refree. Caídos en combate como la fallecida rapera cordobesa Gata Cattana también irrumpen en la lista con su álbum debut «Banzai», junto a otros artistas de la talla de La Bien Querida, Maria Arnal y Marcel Bagés o el fulgurante C. Tangana.

[ Consulta la lista completa de los mejores discos internacionales de 2017 ]

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10. Joana Serrat: «Dripping Springs»

Sobre los males consustanciales a la globalización se podrán escribir varios manuales, pero al menos habrá que bendecir anomalías como que una cantautora de Vic haya grabado en Texas uno de los mejores discos de la temporada de música de raíz americana a ambos lados de la frontera y en cualquier hemisferio. Dueña de una de esas voces que parecen susurrar plegarias y alimentar espíritus, Serrat es una corredora de fondo que comenzó a esprintar hacia los límites de su talento con sus dos anteriores trabajos. Y «Dripping Springs» profundiza en su enorme habilidad para vestir enormes melodías con los más sutiles y efectivos ropajes sonoros. Ya sea paseando entre paisajes casi fantasmagóricos de cerrada melancolía («Unnamed» o la preciosa «Western Cold Wind») o descorriendo todas las cortinas (la luminosa «Come Closer»), las canciones de Serrat son como una niebla densa: se extienden lentamente y acaban parapetándose en un rincón de la memoria. La conexión con su nuevo productor, Israel Nash (otro maestro artesano de la evocación) ha sido inmediata, pero el talento venía de casa. Y no tiene país. / FERNANDO PÉREZ

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9. Silvia Pérez Cruz: «Vestida de nit»

La capacidad de Silvia Pérez Cruz para mudar de piel es sorprendente y, con este último salto al vacío, vuelve a demostrárnoslo. Un disco en el que se hace acompañar de tan sólo un quinteto de cuerda para reinterpretar algunos de los temas más representativos de su carrera, y otros tan ajenos como «La lambada». Pero esto no es un simple recopilatorio o el mero capricho de una artista excéntrica. Desde el principio, la cantante de Palafrugell entendió «Vestida de Nit» como un ejercicio de investigación sonora en el que volcar toda su creatividad y desprenderse del corsé de las partituras. El objetivo: convertir «Gallo rojo, gallo negro», «Ai, ai, ai» o «Loca» en canciones absolutamente nuevas y, en la mayoría de los casos, mejores. Una nueva y acertada demostración de valentía con la que Pérez Cruz sigue alimentando su modesta leyenda. / ISRAEL VIANA

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8. Audience: «Isla»

¿Pueden imaginar un grupo cantando en inglés y euskera y grabando el disco en la isla de Cuba? ¿Puede un grupo recordar a Television para acto seguido tocar una habanera? El norte siempre ha sido tierra de grandes viajeros. Audience en este su octavo trabajo y con una formación renovada han apostado por experimentar, viajar y aprender, confeccionando un disco ideal para aventureros. Es un disco con capas, transfronterizo y unitario a un tiempo, con un sonido mágico, irrepetible, de una naturalidad que pasma. Disco de guitarras con fondo preciosista, violines y acordeón incluidos, abraza músicas tan diversas como el rock británico y americano o el son de la isla de Cuba, incluyendo intérpretes cubanos de envergadura a la trompeta, las percusiones y la voz. / ÁLVARO ALONSO

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7. Wild Honey: «Torres Blancas»

Entre colchones de cuerdas, arreglos y armonías vocales que recuerdan a los ampulosos setenta, Guillermo Farré erige un agradable rascacielos de pop a prueba de tormentas tropicales. Francisco Nixon estaría orgulloso de tonadillas como la evocadora «Mapas de zonas desiertas», por la que bailan Steely Dan con Gilbert O'Sullivan. Como en los jardines colgantes de cemento de la jungla madrileña que dan nombre al disco, hay cierto organicismo lánguido en viñetas como «Desenfocada», que abren y cierran ventanas e historias humanas. Recuerdos que surgen y se sumergen y dejan tras de sí un rosario de postales trasnochadas e inquietantes que ya quisiera para sí el programa de Cárdenas. Todo bajo un tamiz de belleza reverberada, que parece guiñar un ojo al pop de anuncio y a las bandas sonoras de John Barry y Ennio Morricone. En su primer disco en castellano, Farré –que coge el sobrenombre de Wild Honey del álbum homónimo de los Beach Boys– abre un delicioso abanico de melancolía e imágenes nostálgicas que harían temblar hasta al más nervudo de los replicantes./ JAVIER TAHIRI

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6. Rafael Riqueni: «Parque de María Luisa»

Rafael Riqueni ha celebrado su salida de prisión regalándonos este hermoso canto a la libertad con el que el guitarrista trasciende el flamenco, para evocar los recuerdos de su infancia en el famoso parque sevillano. Una obra que se acerca a la categoría de maestra, sin más ataduras que su libérrima capacidad creativa. «Creo que toco mejor, con más genio que antes de entrar en la cárcel. Mis ideas van ahora por otro sitio», reconocía en julio a ABC, y no se equivocaba. Riqueni ha pintado un cuadro con notas, ha hecho impresionismo musical con los aires morunos de «Monte Gurugú», la serenidad de «Aquel día» o las hermosas armonías de «El estanque de los lotos». Ha conseguido parar el tiempo con ese «Recuerdo» a Lole y Manuel. Y ha confirmado, en definitiva, que es uno de los pocos guitarristas que ha sido capaz de desarrollar en el flamenco un estilo al margen de la escuela dominante de Paco de Lucía, tal y como decían de él hace años… antes de que su vida se torciera. / ISRAEL VIANA

6

5. Gata Cattana: «Banzai»

«Banzai» se publica meses después de la muerte con 26 años de su autora, la rapera cordobesa Ana Isabel García, más conocida como Gata Cattana. Como un cóctel molotov póstumo, Cattana despliega sus dotes de poetisa combativa construyendo un manifiesto que deja furiosos quiebres aquí y allá con referencias continuas a la mitología clásica («Nada funcionando», «Cartas que no repartí») o a la cultura andaluza («Mi negra», «Limonero») que dibujan un universo propio y desafiante. Así, talla a golpe de verso un álbum debut que deja con ganas de repetir postre y que nos muestra el destello de una obra en ciernes. Pese a su marcha, su duende permanece. «Llevo más de una tarde buscando la excusa perfecta, la letra perfecta, para antes de irme», declama profética entre las texturas atmosféricas del productor David Unison, que pone el broche sonoro a un disco inacabado. Más que un grito de guerra, «Banzai» se presenta como un quejío liberador que ataca al oyente con letras poderosísimas y rebosantes de personalidad. Textos políticos y ambiciosos que resaltan frente a los de otros competidores, como así subraya en la homónima «Banzai», verdadero cogollo del disco. «Esta catana tiene tres filos y uno de ellos es verde», dispara en «Mi burra» para despedirse de esta guisa en la arrebatadora «Desértico»: «Hoy me he levantao' en guerra con Orión/en guerra con Orión como Antares/veneno de escorpión y vestido de lunares/corona de laureles, aves». / JAVIER TAHIRI

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4. C. Tangana: «Ídolo»

«Molase más» o no, si sabes quién era Crema , deberías entender por qué « Ídolo » está entre los mejores discos nacionales de 2017. Con mucho trabajo, ganando por el camino amigos y enemigos a partes iguales, Antón Álvarez Alfaro ha hecho que C. Tangana ponga la música urbana en oídos de todos. Sí, hemos acabado odiando « Mala mujer » de tanto escucharla, pero un gran poder a veces implica un gran sacrificio. Y además, el primer LP del madrileño tras su sonada firma con Sony Music, está compuesto por otros 11 temas con sonidos para todos los gustos: el trap de « Caballo ganador », el dembow caribeño de « De pie »... La producción, exquisita, corre a cargo de Alizzz , uno de esos Reyes Midas de los estudios. Un trabajo sumamente pop que no quiere olvidar el hip-hop (ya avisó Puchito que él era «el más blando del rollo»). Un disco que poner en el coche mientras llevas a tu abuela al médico sin dejar de chulear ni un minuto del trayecto. / MERCEDES N. ALCOCER

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3. María Arnal i Marcel Bages: «45 cerebros y 1 corazón»

María y Marcel han vivido un 2017 de vértigo . Antes de mayo, y con tan sólo dos epés en el mercado, ya llenaban salas de media España y la prensa se deshacía en elogios con ellos. Después, con este conmovedor, original y esperado debut, la bola se hizo más grande. Antes de acabar el verano ya se hablaba de «45 cerebros y 1 corazón» como uno de los «discos del año». El guitarrista y la cantante han sabido conectar con la audiencia mezclando tradición y modernidad con una naturalidad admirable. Doce canciones que parten de la música popular y textos de autores catalanes como Héctor Arnau, Ovidi Montllor o Joan Brossa, para beber sin prejuicios de la electrónica, el pop o la música experimental. Todo cabe en el universo de este dúo que acaricia el alma y golpea la conciencia con la misma efectividad, jugando con el hilo conductor de la memoria (histórica) y su reverso, a base de temas como «Canción Total», «La gent» o «Ball Del Vetlatori»... y, cómo no, ese himno hermoso, expresivo y potente que es «Tú que vienes a rondarme». / ISRAEL VIANA

9

2. La Bien Querida: «Fuego»

Hay muchos mundos en la música de Ana Fernández Villaverde, y casi todos caben en su quinto disco, una suerte de prontuario de los distintos estilos sobre los que ha saltado, giros sin miedo al vacío, en una década de carrera ejemplar: la efervescencia planetaria trufada con aires folclóricos de sus dos primeros trabajos, el synthpop deudor de New Order que articulaba «Ceremonia», la electrónica más oscura y enigmática de «Premeditación, nocturnidad y alevosía»… En esta ocasión, añade una nueva muesca atreviéndose en «7 días juntos» con una especie de electrocumbia que, contra todo pronóstico, forma parte ya de lo mejor de un catálogo sembrado de himnos. También asoman unos eficaces arreglos de cuerda que remiten a la épica intimista del «Hallelujah!» de La Buena Vida. Por eso sería injusto rebajar «Fuego» a la etiqueta de disco de transición. Más bien se podría decir que toda su carrera la hubiera estado conduciendo a este preciso momento. No hay revolución, pero si evolución, en un disco mucho más directo y accesible que sus dos predecesores, una colección de canciones sin desperdicio sobre la pulsión amorosa y sus efectos de destrucción masiva («todo el mundo tiene restos de sueños, y regiones de la vida devastadas…»), pero también una celebración de la pasión y la vida, aunque a veces duela («tú tienes la culpa, yo no tengo nada, pero no me importa, hoy salgo a bailar»). Porque siempre será mejor arder como un pagano que quedarse frío. Su lírica sencilla sigue conservando una eficacia demoledora, esa capacidad para la conexión emocional inmediata que uno solo recuerda en la mejores letras del J menos autocomplaciente. / FERNANDO PÉREZ

10

1. Rosalía: «Los Ángeles»

Por más que su colaboración con C. Tangana pudiese hacer pensar en una suerte de cante 2.0, Rosalía es tradición pura y también pura vanguardia. Cantiñas, verdiales y seguiriyas reinventadas desde la desnudez y el minimalismo que esta joven cantaora de Sant Esteve de Sesrovires ha rescatado de los bajos fondos del flamenco para traerse al presente a La Niña de los Peines, El Niño de la Huerta y Manolo Caracol. Una voz sin linaje capaz de inventarse su propia tradición, apropiarse hasta el escalofrío del «I See A Darkness» de Bonnie Prince Billy y cantarle al duelo y a la pérdida con arrebatadora vitalidad. Flamenco añejo que suena en manos de Rosalía y de Raül Fernández, productor y cómplice necesario de este «Los Ángeles» de belleza sobrecogedora, como recién salido del horno. / DAVID MORÁN

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Resto del ránking

11. Salto: «Far From the Echoes»

12. The Secret Society: «Hacemos ruidos raros al rompernos»

13. Cala Vento: «Fruto Panorama»

14. Ángel Stanich: «Antigua y Barbuda»

15. Guadalupe Plata: «Guadalupe Plata»

16. Templeton: «Una mar enorme»

17. Rocío Márquez: «Firmamento»

18. Josele Santiago: «Transilvania»

19. Mamá: «Toque de Queda»

20. Recycled J: «Oro Rosa»

21. Los lagos de Hinault: «Escenas de caza»

22. Amateur: «Debut»

23. Xoel López: «Sueños y Pan»

24. Enrique Bunbury: «Expectativas»

25. Los Planetas: «Zona Temporalmente Autónoma»

26. Exquirla: «Para quienes aún viven»

27. Los Estanques: «II»

28. Biznaga: «Sentido del espectáculo»

29. Futuro Terror: «Precipicio»

30. Juancho Marqués: «Blue Sundays»

31. Pau Vallvé: «Abisme cavall hivern primavera»

32. Los Punsetes: «Viva!

33. Medalla: «Emblema y poder».

34. Los Bengala: «Año selvático»

35. Iván Cano: «Baraka»

36. Joe Crepusculo: «Disco duro»

37. Mujeres: «Un sentimiento importante»

38. Bejo: «Hipi Hapa Vacilanduki»

39. Joan Miquel Oliver: «Atlantis»

40. Ainara LeGardon: «Ainara LeGardon»

41. Tigres Leones: «El año de la victoria»

42. N-Wise Allah: «Casino chips»

43. Ramírez Exposure: «Young is the new old»

44. Señoras y bedeles: «Las cuatro hermanas»

45. Soukin: «Energeia»

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