Música

Dani Martín: «Puede que mi próximo disco sea una mierda, pero será diferente a todo lo que he hecho»

El cantante presenta la caja recopilatoria «Grandes éxitos y pequeños desastres», que presentará en una extensa gira

Dani Martín, en la tienda de El Rastro donde presentó su recopilación ISABEL PERMUY

NACHO SERRANO

El madrileño Dani Martín ha hecho una parada en su carrera, pero no para estarse quieto ni mucho menos. Su nuevo proyecto, la caja recopilatoria «Grandes éxitos y pequeños desastres» , se basa en una mirada atrás, una recapitulación para después regresar al estudio de grabación con fuerzas renovadas. De hecho, una de las noticias que dio al presentarla el pasado jueves en una tienda de antigüedades de El Rastro fue que ya tiene prácticamente listo su próximo álbum. «Tengo dieciseis canciones nuevas, de las cuales ocho ya tengo claro que estarán dentro de lo siguiente. Ya tengo hasta el título elegido. Esto es como un punto y aparte, y ahora vendrá algo muy diferente a todo lo que he hecho hasta ahora. Puede que sea una mierda, pero será diferente».

Como la intención de la caja es mirar atrás, el cantante ha decidido presentarla en un lugar especial que le trae muchos recuerdos: el barrio donde pasó su infancia. «Aquí en la calle Arganzuela nació mi padre, y en la paralela, Bastero, nació mi madre», explica el artista, que confiesa sentir «pudor ante las palabras "grandes éxitos". Yo quiero verlo como frase que se utiliza para recopilar una serie de canciones que han sido parte de la vida de la gente».

«Grandes éxitos y pequeños desastres» se publica tanto en CD+DVD como en vinilo+DVD, en ambos casos con la discografía completa y nueve rarezas y demos inéditas. Además, la versión en vinilo incluye los singles en siete pulgadas de «Los charcos», «Cero» y «Que se mueran de envidia». Sin duda un material muy jugoso para los fans más acérrimos, que ya están reventando la taquilla para no perderse la gira de presentación con la que Dani desempolvará su pasado. «Me acaban de decir que en sólo unas horas ya se han vendido 50.000 entradas, y la verdad, yo no entiendo nada», bromea el cantante, que espera que gracias a este tour se produzca «un bonito reencuentro con canciones que hace mucho tiempo que no canto», y anuncia que «habrá alguna sorpresa muy grande de alguna canción que no esperan que cante».

Martín, que asegura tener en cada ciudad «un amigo que se dedica a la música», no descarta que sea una gira llena de sorpresas. «Siempre será un honor compartir escenario con mis amigos y en Madrid y Barcelona, habrá un montón de gente pero no me apetece contarle al público que esto es una gira de colaboraciones porque no lo es. Es una gira donde los protagonistas son el público, mis canciones, mis músicos y el escenario. Si se da la posibilidad de contar con alguno de esos amigos será de manera natural». Entre esos posibles invitados cita a tres, pero sólo dando pistas. «Tengo un amigo gallego que no es muy alto pero que tiene una genialidad tremenda (en referencia a Iván Ferreiro), y dos amigos vascos, uno con pendientes y una gorra (Fito Cabrales) y otro que tiene los dientes así (Mikel Erentxun)».

Pequeños desastres vitales

Esta será la primera vez que Martín salga de gira sin la presión de tener que presentar disco nuevo, acomodado sobre un repertorio que ya sabe que funciona en directo. Pero eso no le hace estar más tranquilo. «Nunca lo estoy. Soy así, tengo mis miedos e inseguridades. No sé cuál es el motivo. Sufro mucho las cosas, pero también las disfruto mucho. Cuando estoy con mis amigos es como si me estuvieran regalando 150 millones de años de vida. Pero cuando hay una mala noticia caigo en el mayor de los abismos. Suelo ponerme en lo peor, todo el rato». Sin embargo, las cifras de ventas de su carrera en solitario, repleta de discos dobles y triples de platino, son como para ser optimista e incluso como para comparar con los de su pasado «cantoloquero». «No tengo un termómetro para medir si he superado lo que hice con El Canto, cuando tenía veinte años», asegura. «El Canto del Loco es un orgullo, es algo que se me ocurrió en una escuela de teatro con un amigo, al que le dije que montáramos un grupo para hacer canciones y disfrutar de la música. Desde entonces es lo que hago, y no sé si me habré superado, o habré ido por el lugar erróneo, pero siempre he hecho lo que me ha apetecido y lo que me ha salido de dentro. Y estoy feliz de vivir este momento artístico, que es acorde con mi momento vital».

Haciendo repaso de toda su trayectoria desde El Canto del Loco, Dani Martín reconoce que ha sufrido algunos pequeños desastres. «He tenido la (mala) suerte de cruzarme con asesoramientos, tanto en El Canto como después, que no han sabido hacer las cosas con la ilusión, el discurso y la ideología con que yo quería hacerlas. Eso te frena un poco, te resta tiempo, te resta dinero, pero lo que no me han conseguido quitar nunca es la ilusión. Así que aquí estoy una vez más, con una ilusión que te cagas por esto, que me vuelve loco».

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