Amaral durante su concierto en el Granada Sound
Amaral durante su concierto en el Granada Sound - RAFA MARCHENA

Cinco años del Granada Sound sobre las tablas salen rentables a la ciudad

Casi 50.000 espectadores cantaron al ritmo de Amaral, Love of lesbian o Miss Caffeina para dar la bienvenida al otoño

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Una capital que aspira a ser la ciudad del rock, 50.000 espectadores y nueve millones de euros. Ese es el balance que deja el Granada Sound, en un fin de semana en que todos los rincones de la ciudad, los bares, las tiendas y los parques estaban repletos de festivaleros (de esos que se puede reconocer por su pulsera identificativa en la muñeca). El inicio del curso escolar (universitario) era la excusa perfecta: el cartel, casi anecdótico.

Un no parar de grupos nacionales se fueron relevando desde la tarde del viernes hasta la madrugada, al igual que el sábado, cuando Buffetlibre se encargó de bajar el telón… eso sí, desde la organización se han despedido «hasta el año que viene».

Asegurando que será 2017 el año de su sexto aniversario y que podrán celebrarlo, al igual que en esta edición, desde el escenario.

El plato fuerte del viernes era Amaral, en su única fecha andaluza dentro de su verano de festivalero para presentar Nocturnal, su último álbum. El dúo zaragozano era el más esperado en el Inside Stage, y no falló en su cita con el público de Granada que ya había disfrutado después de que Anni B Sweet subiese al escenario a Lori Meyers, que tocaron en casa ‘Religión’, uno de sus temas más conocidos.

Puntuales, y con una enorme luna que vigilaba la espalda de Eva Amaral mientras observaba desafiante al foso al inicio del concierto, comenzó a sonar ‘Unas veces se gana y otra se pierde’, que dio el pistoletazo de salida a un setlist que combinó nuevas y viejas canciones. Para los más nostálgicos, unas guitarreras ‘No sé qué hacer con mi vida’ o ‘Estrella de Mar’, devolvieron a la era de los 2000 a los asistentes, algunos más jóvenes de lo esperado, que ya se habían dejado la voz al grito de ‘Revolución’. Las canciones de Nocturnal tampoco defraudaron y ‘Lo que nos mantiene unidos’ (baile disco de Eva incluido) fue uno de los temas más coreados. Así, en la primera jornada del festival, Amaral mostró un directo contundente y engranado con el que, sin novedad o artificio, Eva Amaral y Juan Aguirre ratificaron por qué suman más de 18 años de éxitos.

Un poco más tarde, los enérgicos León Benavente volvieron a llenar con su música el escenario principal, con sus ya clásicos 'Ánimo, valiente' o 'Ser brigada', pero también con algunos nuevos de su último disco, «2». Canciones para un público algo más veterano que también tenía cabida festivalera en la ciudad de la Alhambra. Neuman, Fuel Fandango o Eme DJ se encargaron de prolongar la fiesta hasta las 5 de la mañana.

Para la jornada siguiente se notaba que era sábado. Las colas y las multitudes se multiplicaron por dos. La gente joven, también: en el cartel sobresalía el nombre de Miss Caffeina. Pero antes sería el turno de Ángel Stanich, Full o Modelo de Respuesta Bipolar. El plato fuerte esta jornada era Love of lesbian, y los catalanes no defraudaron. Con temas de «El poeta Halley» pero también de «1999» y de «Cuentos chinos para niños del japón», los de Santi Balmes se metieron al público en el bolsillo después de soportar su «mono» tras no poder tocar en Barcelona 48 horas antes. Sin camiseta y por el suelo, cerraron su actuación con 'Planeador'.

Después, en el escenario Negrita ya estaban listos los murcianos de Second. En un concierto con pocas palabras y con muchas canciones, tal y como ellos acostumbran, tocaron desde su «Rincón exquisito» hasta las más nuevas de su «Viaje iniciático». Elegancia y electricidad sobre el escenario por parte de estos veteranos.

Poco más tarde sería el turno para The Ting Tings, el reclamo internacional para esta edición del festival de la Alhambra. El dúo británico de dance punk, que ha vendido más de dos millones de copias y cuatro millones en sencillos en todo el mundo hizo enloquecer a un público que, pese a las horas ya casi de madrugada, tenía ganas de más. Después, la M.O.D.A. y Buffetlibre despidieron como se merece el quinto aniversario del festival andaluz que cada vez mueve a más personas.

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