Las canciones que han dado el Nobel a Bob Dylan

El músico de Duluth cambió el mundo de la música popular con sus letras, esas mismas que le han valido el galardón

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  1. «A Hard Rain's A-Gonna Fall»

    Se pensaba que la gran bomba estaba a punto de caer. Bob Dylan supo reflejar mejor que nadie la inquietud que había en el ambiente, con imágenes llenas de fuerza y poesía. «Oí el sonido de un trueno, que rugió sin aviso, / oí el bramar de una ola / que pudiera anegar el mundo entero, / oí cien tamborileros / cuyas manos ardían, / oí diez mil susurros / y nadie escuchando...»

  2. «Like a Rolling Stone»

    Dylan volvía de una gira por Inglaterra que le había dejado extenuado y frustrado. A punto estuvo de dejar la música. Escribió un largo poema de diez páginas sin título. Y un buen día se encontró tocando al piano «How does it feel?» («¿Cómo sienta?») muy lentamente. Así nació este hito tanto en la música como en la cultura popular que elevó la figura de Dylan hasta volverla icónica. Artistas como los Rolling Stones o Green Day han realizado versiones de la canción. El tema trata sobre la pérdida de la inocencia y la crudeza de la experiencia, que expresa resentimiento y un clamor de venganza.

    «¿Cómo sienta? / Cómo sienta estar por tu cuenta, / sin un rumbo a casa, / como una completa desconocida, / como una piedra que rueda. / Nunca te diste la vuelta para ver los ceños fruncidos / de los malabaristas y los payasos, / cuando todos se rebajaban y hacían trucos para ti. / Nunca entendiste que no está bien, / no deberías dejarte en manos de otra gente / para divertirte (para ser feliz). / Solías montar en el caballo cromado / con tu diplomático, / que llevaba sobre sus hombros, un gato siamés. / ¿No es duro cuando descubres que / él no estaba al nivel (que te creías), después de que te quitara todo lo que pudo robar?»

  3. «Just Like a Woman»

    La balada más delicada de Dylan no es una canción de amor. «Just Like a Woman» es un complejo retrato de adoración y decepción, escrito como venganza, pero cantado con arrepentimiento. El músico nunca ha revelado el nombre de la mujer que lo inspiró, aunque se cita a menudo a la musa de Andy Warhol, Edie Sedgwick, y también a la cantante Joan Baez.

    «Reina María, ella es mi amiga. / Sí, creí que la iba a volver a ver. / Nadie ha tenido que adivinar / que la niña no puede ser bendecida / hasta que se dé cuenta finalmente / de que es como el resto / con su niebla / sus anfetaminas / y sus perlas. / Bebe como una mujer, ya lo creo que sí. / Hace el amor como una mujer, ya lo creo que sí. / Y sufre como una mujer. / Pero se pone a llorar como una niña.

  4. «Blowin' in the Wind»

    Al músico le bastaron diez minutos para componer esta meditación acerca de la inhumanidad de la humanidad. Es una versión libre de «No More Auction Block», un clásico contra la esclavitud del gospel. La canción contiene nueve preguntas sobre temas como la paz, la guerra y la libertad que se contestan con «The answer, my friend, is blowin' in the wind» —en español: «La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento»— .

    «Cuántas veces debe un hombre levantar la vista, / antes de poder ver el cielo. / Cuántas orejas debe tener un hombre, / antes de poder oír a la gente llorar. / Cuántas muertes serán necesarias, / antes de que él se de cuenta, / de que ha muerto demasiada gente».

  5. «All Along the Watchtower»

    Sin duda, una de las melodías más inquietantes del músico americano. Incluye dos de los temas centrales de la carrera de Dylan, la sátira y los robos. Trata de un bufón (que cree que le están robando) y un ladrón (que cree que todo en la vida es un chiste). Sobre todas, destaca la versión que realizó Jimi Hendrix de «All Along de Watchtower», seis meses después de que Dylan lanzara este tema. El músico estadounidense ha reconocido siempre que cambió su forma de interpretarla.

    «Tiene que haber alguna manera de salir de aquí / Le dijo el bufón al ladrón / Hay demasiada confusión / No puedo encontrar alivio / Hombres de negocios, ellos se beben mi vino / Labradores cavan mi tierra /Ninguno de ellos a lo largo de la línea / Sabe lo que algo de ello vale.»

  6. «Mr. Tambourine Man»

    Otra demostración más de que las letras de Dylan son exquisitas. Fue número 1 en las listas de éxitos en la versión cantada por The Byrds, grabada el 20 de enero de 1965, antes de la salida de la primera versión grabada por el cantautor. Tiene una melodía brillante y es famosa por su letra surrealista, influenciada por artistas tan diversos como Rimbaud o Fellini.

    «Eh, Señor de la pandereta, / toca una canción para mí, / no tengo sueño / y no hay sitio a donde pueda ir. / Eh, Señor de la pandereta, / toca un canción para mí, / en la mañana tintineante / te seguiré.

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