Música

Camila Cabello, Joe Satriani y Black Rebel Motorcycle Club, los tres discos de la semana para los críticos de ABC

Repasamos los álbumes más llamativos que se publican este viernes 12 de enero

Camila Cabello, en la última gala de los MTV Europe Music Award Reuters

NACHO SERRANO

1

Camilla Cabello «Camila»

Como probablemente el nombre de Camila Cabello todavía no le suene mucho, la presentaremos diciendo que estuvo en la girl-band Fifth Harmony . ¿No? Ella es la autora de «Havana», uno de los hits de 2017. ¿Tampoco? Para que se hagan una idea, esta jovencita nacionalizada estadounidense pero nacida en Cojímar (Cuba) es una de esas Todavía tiene que alcanzar a Miley Cyrus, Selena Gómez o Kesha, pero seguro que loconseguirá pronto porque con lo mostrado en este disco de debut, va sobrada de recursos .

Porque además de cumplir con los imprescindibles tópicos estilísticos de la cantante mainstream-pero-rebelde de hoy en día (fraseos arrastrados con arrogancia, coqueteos con el rap y cierta sobreactuación en la autoafirmación feminista), deja caer matices vocales interesantes y propone sonoridades que, sin escapar del molde de las producciones de moda , al menos gozan de cierto exotismo . Además, cuando se pone más «anglo» utiliza el piano con un mínimo de sentido y respeto, e incluso se atreve con piezas casi minimalistas y a capella («All these years») saliendo airosa.

A su favor tiene la juventud (tiene sólo veinte añitos), lo cual no sólo significa que tenga todo un futuro por delante, sino que podrá conectar mejor con las generaciones que marcarán las tendencias en los años veinte . También su raíz hispana, que hace mucho más verosímiles sus fusiones con la música latina (aunque por ahore sólo cante en inglés) , que es lo que ahora manda. Además tiene voz, se sabe mover e incluso tiene algo de sentido del humor (no hay más que ver el videoclip de «Havana»). Y tiene experiencia. Todo un peligro para Ariana Grande. Como ella, quizá adolezca de un lirismo poco provocador y escandaloso, pero es sin duda una buena apuesta para estrella de la década que está por venir . 3 / 5

NACHO SERRANO

2

Joe Satriani «What Happens Next»

Como si hubiera rejuvenecido veinte años, Joe Satriani arranca su decimosexto disco de estudio con electricidad feroz y desatada en un tema llamado «Energy» que hace justicia a su nombre. Un arranque muy movidito, que agita el cuerpo, pero en el campo instrumental estas píldoras rockeras acaban pareciendo música de videojuegos de carreras. Algo más tiene que haber en un disco de Satriani a estas alturas de siglo. Y algo va apareciendo. El guitarrista neoyorquino comienza a jugar con el sonido en «Catbot», un segundo corte bailable y de aire robótico en el que no desentonaría la voz de Josh Homme (a la postre, lo más interesante de todo el disco). Marida el stoner con el hard rock más melódico y paisajístico en la poderosa «Thunder High in the Mountain», y tampoco engaña el título de «Cherry Blossoms», una dulce balada en la que brilla la aportación de un teclado que hace las veces de arpa recreando una atmósfera de fantasía. Bastante bonito todo, pero en realidad no muy excitante . Y justo a esa altura del minutaje, cuando es evidente que el disco necesita un revulsivo, se entromete «Righteous», un medio tiempo tremendamente insulso, puro hilo musical de hotel para lunas de miel. Más de lo mismo, pero más lento y aburrido, es lo que hay en la presuntamente sensual «Smooth Soul», que cierra la primera mitad del álbum sin pena ni gloria .

En la cara B, el Satriani más frenético regresa con el boogie arrollador de «Headrush» (otro título muy elocuente), donde el bajista Glenn Hughes roba el protagonismo a la guitarra (se trata de un auténtico power-trio, ya que también está Chad Smith a la batería) con líneas vigorosas e imaginativas, pero en el que tampoco se puede destacar mucho más. Y es que según avanza la cara B queda claro que el único título engañoso es el del propio disco, «What happens next» . No es que le falte velocidad, es audacia, ingenio, la ambición de ofrecer algo más que un virtuosismo basado en la técnica académica y una imponente colección de pedales. La ambición de dejar de hacer discos sólo para viejos fans y eruditos de las seis cuerdas , y romper la baraja con alguna sorpresa (la batería reguetonera de «Invisible» no vale, Joe) que actualice el papel de la guitarra en el siglo XXI y la resucite de entre los muertos. 2,5 / 5

NACHO SERRANO

3

Black Rebel Motorcycle Club «Wrong Creatures»

Nada nuevo bajo el sol. Con el primer adelanto del disco, «Little Thing Gone Wild», parecía que Peter Hayes y compañía iban a acelerar un poco el ritmo de la banda, pero lo cierto es que los de San Francisco han vuelto a reformular la ecuación de siempre para ofrecer, eso sí, una de sus mejores versiones . Ahí están el bajo distorsionado, los riff de guitarra en bucle y la experiencia lisérgica marca de la casa. Escuchamos el shoegaze en «King of Bones», el rock espacial en «Spook», el mantra en las letras de «Question of Faith» y esa especie de blues oscuro de más de seis minutos que es «Haunt», con los que Black Rebel Motorcycle Blues ponen el listón muy alto.

Este «Wrong Creatures», con el que celebran sus dos décadas de carrera, es un trabajo quizá más complejo, que resbala en momentos puntuales como «Ninth Configuration» o «Calling Them All Away». Pero es un disco que, sobre todo, busca la belleza más que sus antecesores, y lo hace con nota . «Echo» incluso suena a Luna (¿increíble parecido con «Lost in Space»?), sutil, melódica y preciosa. Pero que no se preocupen las seguidores más ásperos, para ellos estos cinco años de espera también habrán merecido la pena . 3 / 5

ISRAEL VIANA

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