Biffy Clyro: «No soportamos las redes sociales»

Era una animosa banda de rock procedente de una pequeña ciudad escocesa y, casi de la noche a la mañana, se convirtió, sobre todo con la edición de su cuarto álbum, «Puzzle», en uno de los grupos más populares de la escena alternativa británica, algo que, naturalmente, no esperaban, pero que, según Ben Johnston, batería del trío, han logrado asimilar con cierta naturalidad: «Fue como un terremoto; nuestra situación cambió muchísimo, claro, pero creo que nos hemos podido mantener lo suficiente serenos. A veces todo es un poco locura, pero, por supuesto, también tenemos un montón de cosas buenas».

Una de las que más les incomodan es la presión de las redes sociales: «La verdad es que las odio.

Supongo que tienen su utilidad, pero a mí me resulta muy irritante todo lo que se mueve alrededor de ellas. ¿A quién le importa qué he desayunado esta mañana o cuál es mi color favorito? Ese tipo de chorradas te hace ser un poco escéptico acerca del éxito, la fama o tu valor como músico…».

«Thekidswhopoptodaywillrocktomorrow» es el bonito título del primer trabajo del grupo, un Ep de limitadísima circulación que revelaba algunas de las claves del sonido del grupo: «Nos encanta el título porque es un poco ambiguo, pero, en realidad, dice bastante de nosotros; éramos y somos un grupo de rock, pero nos gustan los buenos estribillos y las melodías consistentes… es como justificar un poco el hecho de que tuviéramos melodías pegadizas. Nos encanta ese sonido potente de las guitarras, un poco a la manera de Nirvana, pero, también como ellos, nos gusta que las canciones sean consistentes. En realidad lo más importante son siempre las canciones».

Asentados en la primera división del rock internacional, Biffy Clyro echan de menos «sobre todo la excitación que supone montar una banda, sin ningún tipo de expectativas, pero con toda la ilusión del mundo. Lo hacíamos todo nosotros, desde contratar una sala para poder actuar a montar el equipo, conducir y vender camisetas para intentar no perder dinero… Todo era simple y puro, muy emocionante y divertido».

Tras varios años casi sin parar de actuar, para la grabación de su más reciente entrega, «Ellipsis», editado en julio del año pasado, necesitaron tomarse un respiro: «No dejamos de ser una banda y de vernos muy a menudo, pero sí sentimos que teníamos que permitirnos un descanso para poder enfrentarnos al nuevo disco con las ideas más claras, con cierta frescura que quizá habíamos perdido en los últimos tiempos. Con cada disco tienes un poco más de presión que con el anterior. Tienes que intentar hacerlo mejor y tienes que evitar repetirte… Lo que procuramos no hacer es escribir canciones pensando en nuestros fans. Si lo haces, estás perdido».