Atom Rhumba: «Los contratos que nos ofrecían muchos sellos independientes eran casi esclavistas»

El grupo vasco de rock presenta en Madrid «Cosmic Lexicon» en uno de sus habituales «rituales eléctricos»

Atom Rhumba grabó su primer disco en 1997. ABC
Israel Viana

Esta funcionalidad es sólo para registrados

A veces «no es posible», repite estos días Rober! ante la recurrente pregunta de por qué Atom Rhumba ha tardado ocho años en publicar un nuevo trabajo. «Estamos mal acostumbrados a ese esquema de los 60 de disco y gira por año. De todas formas, nosotros no hemos parado, simplemente hemos estado fuera del foco haciendo otras mil cosas. Joseba Irazoki ha sacado tres discos en solitario e Íñigo “Cabezafuego” , sus dos primeros. Andoni Etxebeste ha grabado cinco en diferentes proyectos y yo he montado otras cuatro bandas. Ahora parece que, si no estás en Facebook y esas hostias, no existes», comenta el cantante y guitarrista desde Bilbao.

Con « Cosmic Lexicon », sin embargo, este grupo que durante años fue la niña bonita del rock independiente vasco, con un directo arrollador e influencias del hardcore, el funk y el soul —«queremos pasar por encima del público en una especie de ritual eléctrico»—, ha vuelto a ser portada de algunas de las principales revistas musicales del país tan dadas a resaltar lo de fuera. «No podemos quejarnos. Siempre hemos recibido el apoyo unánime de la prensa y del público en los sitios en los que hemos tocado. Y teniendo en cuenta lo que hacemos, estoy muy agradecido. Ese apoyo nos ha ayudado mucho», reconoce.

De la industria no tiene la misma opinión. Según los mandamientos publicados recientemente por la banda —«una barrabasada de Íñigo que hay que tomarse un poco a broma»—, Atom Rhumba «nunca ha hecho concesiones, ni en el terreno artístico ni en el mezquino negocio musical». «Supongo que en eso tiene razón, porque nunca hemos dependido del grupo para comer y, por lo tanto, hemos hecho lo que hemos querido. Parece algo obvio, pero te sorprenderías de las concesiones que hacen muchas bandas, incluso las que llaman independientes», asegura Rober!, antes de subirse al escenario de la sala El Sol este viernes.

¿En España ya no es tan válido ese discurso de que las multinacionales son lo contrario de los sellos independientes?

¡Cuidado con eso! En España adoptamos mucho el discurso de multinacional versus independiente y nosotros, con el anterior disco, contactamos con un montón de sellos independientes y el siguiente paso de los contratos que nos ofrecían era el esclavismo. Mucho peor que las multinacionales y, encima, sin presupuesto. No voy a dar nombres, pero a muchas se les debería caer la cara de vergüenza con los contratos que ofrecen a las bandas que quieren fichar.

¿Quiere decir que las características que asociamos a las discográficas independientes no siempre se dan?

Exacto. Siempre hemos tenido claro que es una multinacional, de la misma forma que siempre hemos asociado unos valores a los sellos independientes. Por ejemplo, que el grupo va a formar parte de la política de la discográfica, que esta no va a exprimirte y que las decisiones se van a tomar en común. Pero ahora es igual que la música independiente, que antes englobaba a los grupos que iban a su bola y eran menos comerciales y ahora se ha podrido un poco el término. En algunos círculos, el término «indie» es ya un insulto, cuando antes era algo bueno. Yo mismo tiendo a pensar, cuando lo escucho, en un grupo que hace música en español, más o menos amable… o tirando a sosa.

Con todas estas críticas, ¿por qué no se han autoproducido «Cosmic Lexicon»?

Hablamos con un sello cuando ya lo habíamos grabado, pero nos nos gustaba lo que nos ofrecía y, efectivamente, íbamos a autoeditárnoslo. Justo cuando ya estaba en la fábrica, El Segell del Primavera [compañía fundada por el festival Primavera Sound] nos llamó y nos envió un contrato tipo. Les corregí tres cosas, las aceptaron y firmé el contrato que siempre quise firmar con una discográfica, sea independiente o multinacional. Nunca he firmado un contrato tan bueno. Llevamos muy poco con ellos y las cosas se pueden torcer, porque yo soy bastante desconfiado con estas cosas, pero no puedo decir nada malo de momento.

En alguna ocasión ha dicho que tenía la suposición de que nadie les iba a esperar. ¿Por qué ese sentimiento?

No creo que seamos tan relevantes. Pero yo no vivo con pena nuestro estatus. Cuando voy a Madrid o Barcelona, mucha gente me pregunta que cuándo grabamos el siguiente disco, pero no es ese rollo de que el mundo necesite un disco de Atom Rhumba. Si dejásemos de tocar, no creo que pasara nada.

¿Nunca ha buscado o soñado conscientemente con un mayor éxito comercial?

Cuando empecé, no esperaba nada. Además, la mayoría de mis referentes se morían de hambre y pensaba que dónde iba a ir yo con esta música que hacía. De hecho, con las primeras canciones mucha gente preguntaba: «¿Pero esto qué es?». Yo sólo quería grabar uno o dos discos y ya, así que todo lo que he conseguido es un premio, como hacer esta entrevista y las siete que tengo a continuación, además de ir a tocar por ahí. Y, por otro lado, si lo pienso racionalmente, creo que un grupo como el nuestro no puede llegar más lejos. Si algún tema pega el pelotazo, bienvenido sea, pero no tengo esos sueños.

Pero hubo una época en la que la prensa les sacaba continuamente, incluídos los medios generalistas...

Cuando se fundó Atom Rhumba yo ya era un poco mayor y siempre he tenido los pies en la tierra. Sí que recuerdo como, cuando los medios empezaron a darnos bola en 2003, con «Backbone Ritmo», a algunos miembros del grupo de entonces sí que se les fue un poco la olla. Creían que porque nos sacaban en todos los lados y la gente nos reconocía, éramos más de lo que éramos. Si después de veinte años siguiera teniendo aspiraciones de ese tipo, me habría entrado una depresión.

En esos mandamientos hay otro que dice: «La banda lo es todo. El individuo no»...

En eso también coincido. Somos un grupo darwinista y, cuando alguien ya lo ha dado todo, se va por su cuenta. Salvo un bajista al principio, en Atom Rhumba no se echa a nadie. Y cada vez que viene alguien nuevo, suele ser un subidón. A cada cambio nos han dicho que «es la mejor formación que ha tenido la banda». Supongo que vamos mejorando.

¿Pero podría existir Atom Rhumba sin usted?

¡Buah! Mmmmm… responda lo que responda voy a quedar mal.

Adelante...

Pues siendo racional y sincero creo que no.

¿Por qué?

Porque en todas las bandas, aunque sean más o menos democráticas, siempre hay alguien que tira del carro. Siempre. Y en este grupo soy yo. Ten en cuenta que soy el compositor del 90% de las canciones. Podría haber otra banda con el resto de miembros de Atom Rhumba que fuera igual de potente, seguro que sí, pero seguramente no sería Atom Rhumba.

De hecho, a pesar de los continuos cambios de formación, y teniendo en cuenta que usted es el único miembro que ha estado desde el principio, el estilo se mantiene inalterable. ¿Cómo lo consigue?

Cuando llamo a alguien ya veo que tiene algo que encaja, independientemente de la técnica. Y también busco que no se pregunte el «porqué» a cada paso, sino que se deje llevar en una especie de punto de fuga en las canciones. Supongo que es una mezcla de buen ojo y buena suerte. De todas maneras, hay casos como el de Joseba que parece que han nacido para Atom Rhumba. Toca con mucha gente [Nacho Vegas, Mikel Erentxun, Beñat Achiary…] y con todos aporta alguna de sus facetas, pero en Atom todas.

¿Cómo se le ocurrió recurrir a Nacho Vegas para que escribiera la letra de «Tejedor de misterios»?

Me pilló el toro y no tenía nada para esa canción. Estuvimos a punto de no grabarla, pero Joseba sugirió a Nacho y se la pasó. Me sorprendió que se animara y que me dijera que nunca se lo habían propuesto, puesto que yo creo que lo que mejor hace son las letras. Le pasé la canción y le di la primera palabra: «Mentir». Y le prohibí un par de cosas que no quería que hiciese.

¿Cuáles?

Que no fuera una letra misógina y que no hablara de las mujeres como en ocasiones se hace en el blues, porque no lo soporto. Él tampoco hace eso, pero se lo advertí por si acaso. Y me gustó mucho lo que escribió.

Cómo único miembro de Atom Rhumba de origen, ¿cambiaría algo del pasado si pudiera?

La gente que dice que no se arrepiente de nada me parecen unos hijos de puta. Yo me arrepiento de muchísimas cosas. Ha habido muchas desgracias en el grupo, incluídas varias muertes. Son cosas que te dejan marcadas y siempre te preguntas: «¿Y si hubiera hecho esto?». Y musicalmente algunas, pero las más graves son las personales.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación