El jazz sueña con 'Quimeras del mar'

Una balada hipnótica da título al segundo trabajo del saxofonista y cantaor isleño Antonio Lizana. 'Quimeras del mar' arriba al mercado discográfico en uno verano de continuo ir y venir para el músico y su grupo. Esa metáfora que formuló Lizana al componer el tema, solo piano y saxo, de olas que traen historias, que depositan fantasías en la orilla, enmarca un álbum que presenta «más jazz», pero también «más flamenco». Si 'De viento', su primer disco, fue recogiendo elementos del directo hasta el último momento y resultó más casual e improvisado, en 'Quimeras del mar' se demuestra el rodaje y la madurez del grupo. Lizana lo ha compuesto pensando en todos los instrumentos para sacar el mejor potencial de cada uno de ellos.

«En 'Quimeras del mar' el jazz está más abierto, hay más interacción, pero también hay flamenco, tango, seguiriyas, soleás...», trata de explicar el saxofonista sobre el resultado.

No hay mejor argumento que una escucha para entenderlo. No hay otra explicación que la que otorgan los sentidos. Y eso lo explotan, a la perfección, Lizana y sus compañeros de grupo.

El álbum está a punto de salir del horno, pero este domingo, dentro del festival 'La Isla Ciudad Flamenca', Lizana recala en su tierra ( a las 22:30 horas en el patio del colegio San José de San Fernando) y presentará algunos de los nuevos temas. Espera poder hacerlo oficialmente en la próxima cita que tendrá en la provincia en el mes de agosto, la del 21 de agosto en el Baluarte de la Candelaria de Cádiz, en la que contará con Mario Díaz como artista invitado.

De compañeros de escenario también tiene Lizana un master. La nómina la amplió el pasado domingo en el festival 'Cultura inquieta' de Madrid, donde tras sorprender al público con su quinteto, Lizana tocó junto al mismísimo Marcus Miller. «Imagínate tocar con alguien tan importante como él, que tocó con Miles Davis... Fue un regalazo», recuerda el músico.

'Quimeras del mar' marca «un cambio de época», trata de plasmar una evolución vertiginosa. Desde que saliera a la luz 'De viento', ha recorrido los escenarios de innumerables festivales de jazz, como el de Heineken Canarias, Sevilla en el Teatro Central, Huelva JazzyMás, Jerez Sherry Jazz, 365 Jazz Bilbao, Ciclo 1906, Jazzeñe... «Está siendo increíble», ataja el saxofonista, que apenas dos días de volver a Cádiz estará en un importante festival de jazz italiano con su grupo.

Buena parte del éxito de este joven artista reside en sus directos. «Aunque tenemos estructuras ensayadas, estamos jugando todo el tiempo, si tuviéramos que hacer lo mismo todos los días, nos dedicaríamos a otra cosa», apunta sobre sus espectáculos, en el que el componente didáctico está muy presente. «La interacción con el público es muy importante, hay que explicarle lo que vamos a hacer, no tienen por qué entender de jazz o de palos de flamenco. Humildemente, nos consideramos traductores de la música de raíz», explica. Mejor ver y dejarse llevar. No defraudará.