Versos gaditanos hasta en Japón

La editorial Dalya, de San Fernando, reúne los poemas de Antonio Cerpa de la Flor en el libro ‘Miss Universo Observable’, prologado por Fermín Gámez. Amazon distribuye en el país nipón este poemario

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Hace mucho que el talento gaditano se escapó de su origen para materializarse. Por fortuna, o necesidad, ingenio o espíritu de supervivencia, hombres y mujeres de aquí aprendieron el oficio de emprendedor. Al menos así se observa en el campo de las letras, con un buen número de editoriales locales. Cuantiosas, habida cuenta de los índices de población y, sobre todo, de lectura y compra de libros. Han proliferado los hornos y despachos de las obras, acompañado de un ‘boom’ (al menos de cantidad) de la literatura gaditana. No estarán todos los que son, pero lo cierto es que hoy día muchos de los escritores gaditanos, profesionales o no, tienen la oportunidad de ver publicadas sus primeras piezas.

En la semana en la que se celebra el Día de las Librerías (el próximo viernes 11), nos referimos a la editorial Dalya y a uno de sus autores, Antonio Cerpa de la Flor.

La primera tiene sede en San Fernando y cuenta con una lista de medio centenar de publicaciones. Entre ellas, ‘La canción de Cádiz’ de Luis García Gil, recientemente presentada. Mariano Rivera Cross o Santiago Escalante figuran también en su nómina de autores. De temática variada, la editorial, dirigida por Francisco Mesa, no dudó hace unos meses en confiar en el joven poeta gaditano Antonio Cerpa de la Flor para dar luz a ‘Miss Universo Observable’. El autor cuenta el encuentro con el editor como algo natural, quizá poco romántico para lo que acostumbra este mundillo.

Para ahorrarse el psicólogo

No hace falta una complicada historia para el triunfo, para la grandeza del éxito, por muy pequeño que se nos antoje. Y Cerpa de la Flor, un filólogo y profesor, un currante de la vida y de la literatura, escribía por simple desahogo. Hasta que le animaron a probar suerte. Llamó a la puerta de Dalya y le recibieron con los brazos abiertos. Al poco comprobó cómo su poemario podía comprarse en Japón ( a través de Amazon) a un precio de 1.800 yenes. «Me quedé un poco traspuesto», reconoce el poeta, quien hasta hacía poco solo había juntado palabras para canalizar una pasión inculcada desde niño –dice exagerado que aprendió a leer antes de a hablar– y como fórmula para ahorrarse el psicólogo.

El autor recibe influencias de otros colegas de su generación como Marwan o La Chica Metáfora

Así lo explica cuando se refiere a su opera prima, una «sucesión de poemas que algunos llaman de amor, otros de oscuridad... pero que en realidad son experiencias convertidas en fotografías y pasadas a versos». Poesía, poesía y poesía. Es lo que más ha consumido este joven lector empedernido, que dice sentirse orgullosísimo del autor del prólogo de su poemario de estreno. El puertorrealeño Fermín Gámez, dos veces accésit al Premio Adonais. Admirador de su ‘padrino’, Cerpa de la Flor reconoce sentirse más cercano a «colegas de su quinta», como el cantautor Marwan, La Chica Metáfora, la jiennense Carmen Camacho o Elvira Sastre. «En mi opinión, los versos de esta última trascienden todo lo conocido», explica el gaditano.

De que hoy sus poemas puedan ser leídos hasta en el país nipón tiene mucho que ver la editorial Dalya, por supuesto. Pero el idilio del filólogo con el género viene de la juventud, en especial de sus años en la Universidad. Que haya trabajado en un librería durante años termina por reforzar su entrega a la escritura, aunque sus ocupaciones y aficiones sean mucho más diversas.

«La poesía no es precisamente un producto de masas. Siempre arrinconadas en las librerías, no producen beneficio económico alguno. Nadie quiere publicar poesía», lamenta el autor. Y eso que él la ve y siente en todos lados: «También es poesía el pasillo de un supermercado o la forma de amarrarte el abrigo».

Ver los comentarios