Albert Plá: «Todo lo hago por desahogo, espero que la gente no haga lo que digo en mis canciones»

Albert Plá (Sabadell, 1966) está fuera de cobertura en esta entrevista. «¡Qué bien!, en estos tiempos...!», le felicitamos. Pero el cantautor y actor catalán calla. Sigue en ese estado de desconexión, buscado. Centro de la polémica en varias ocasiones por sus declaraciones y canciones (ha hablado de temas como la independencia, la monarquía, ETA o la nueva política), el controvertido intérprete, se muestra mucho más cauto en esta conversación. Anda de promoción de ‘Guerra’, (este martes en el Falla, 21 horas) un espectáculo en el que junto a Fermín Muguruza y Raúl Fernández ‘Refree’ se reflexiona sobre los conflictos bélicos. Un soldado, una ciudad y un músico en directo. Son los tres protagonistas de este montaje, en el que se invita a pensar si no nos dedicamos a contemplar las atrocidades de la guerra como si fuera solo un espectáculo que vemos desde el sofá de casa y a preguntarnos si es cierto que, como nos quieren hacer creer, las guerras son inevitables, necesarias e incluso heroicas.

–¿Cuál es el origen de ‘Guerra’?

–ldea con Raúl Refree y Fermín Muguruza y ahí que nos encontramos... Después conocimos a un grupo que hace audiovisuales y mappins que se llaman nueve ojos y entre todos, pensando nos salió esto.

–Pero lo que se cuenta, el chispazo, fue suyo, ¿no?

–Sí más o menos, pero lo hemos hecho entre todos. Es una dramaturgia que se explica cantando, Fermín y yo el texto, Raúl la música, lo hemos ido pegando con las imágenes y con los vídeos que teníamos.

–¿Qué es lo que busca provocar?

–No sé Fermín y Raúl, yo no busco nada. ‘Guerra’ ah que bueno, que temático para hablar sobre él, nos pusimos a hablar sobre la guerra y sobre qué pasaría si hay una ciudad a la que de repente se le planta un ejército.

–Entonces, todo lo que hace lo hace por simple desahogo.

–Todo lo hago como desahogo, sí, sí. Mire, porque tengo ganas de decir cosas.

–Y no persigue que el público esté de acuerdo con usted.

–Ay no, para nada. La gente puede hacer lo que quiera, espero que no hagan todo lo que dicen mis canciones.

–La música es la gran protagonista del montaje...

–Sí, hay algún trocito de texto pero básicamente todo se va explicando con canciones, o no tanto canciones pero sí cantando.

–Puede explicarlo, ¿qué tipo de músicas?

–No sé explicar muy bien, los arreglos los ha hecho Raúl, es música bastante industrial, también hay cancioncillas por ahí pero sí es una banda sonora electrónica bastante pesada.

–¿Cree que con la música entran mejor las ideas en las conciencias?

–La primera forma que se me ocurrió.Las historias entran de muchas maneras pero así va bien.

–No es un musical al uso, sino que cuenta con unos efectos muy especiales...

–Sólo para ver eso vale la pena ir. Fui el primer sorprendido de las posibilidades que tiene este formato.

–Dice que este y otros trabajos suyos no tienen un objetivo de provocar, pero está claro que deja un mensaje, ¿cuál es el de ‘Guerra’?

–Yo creo que es una tragedia griega, todo desemboca en desastre.

–¿Cómo se va el público del teatro?

–No sé, lo último no es una sonrisa.

–Ahora que ha girado el espectáculo, ¿encuentra alguna diferencia en la reacción del público dependiendo de la ciudad en la que se representa?

–Yo no me he dado cuenta, no encuentro la diferencia entre el público de Cádiz, Santiago de Compostela o de Buenos Aires. Sí a veces entre más cortada, o más fría la gente, pero yo creo que la gente es igual en todas partes.

–¿Cree que en Cádiz sí puede encontrar ese plus de conexión?

–Ojalá, he estado en la boda del Canijo y simpáticos son un rato.

–Aquí muchas ideas se transmiten a través de la ironía del Carnaval. ¿Tiene algo en común con su forma de crear?

–No. Bueno, yo canto peor.