La doctora granadina Odile Fernández
La doctora granadina Odile Fernández - ABC
ENTREVISTA

Doctora Odile Fernández: «Hay mucha relación entre lo que comemos, cómo vivimos y el cáncer»

El reciente testimonio de la autora de «Mi revolución anticáncer» en un programa de televisión no ha dejado indiferente a nadie

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La doctora Odile Fernández acaba de pasar por Sevilla para presentar su cuarto libro sobre el cáncer: «Mi revolución anticáncer», libro emotivo, lleno de positivismo y buenos consejos para afrontar el cáncer con el que la autora se estrena en la editorial Planeta. Hace seis años le fue diagnosticado un cáncer de ovarios con metástasis, cuyas posibilidades de supervivencia eran reducidas.

- ¿Cómo se afronta un diagnóstico así?

- Tenía entonces un niño de tres años y supuso un golpe muy duro. Lloré mucho. En mi caso la quimio se planteaba con fin paliativo, no como curativa. No me quería morir y pensé, sabiendo lo que me ofrecía la medicina oficial, que no quería que fuese sólo paliativa.

Me dije a mi misma, me doy la quimio y no quiero volver a pasar por esto. Al final le das las gracias al cáncer porque aprendes a valorar más la vida. Te cambian las prioridades. Te planteas qué es lo que puedes hacer: qué es lo que está en tu mano, y qué es lo que está en la mano de tu oncólogo. Es un proceso por el que pasan todos los enfermos.

«Siempre celebro dos cumpleaños, el día que nací y el día que me diagnosticaron la enfermedad, porque fue un renacer de una nueva persona»

- ¿En qué te ayudó el hecho de ser médico de familia?

- El ser médico de familia te da una visión de la enfermedad diferente de la que pueda tener otro enfermo. Al principio lo llevas fatal, porque conoces los efectos secundarios, has visto a gente morir en tus brazos, en medicina de familia vemos de todo. Pero quería formar parte de ese porcentaje que sobrevive más de cinco años a un cáncer como el mío. Al ser médico lo pasé muy mal pero también me ha dado herramientas que no tienen otras personas y por eso decidí escribir y contarlo, porque no todo el mundo tiene acceso a esa información.

- ¿Eres conciente de que tus declaraciones pueden influir en mucha gente?

- No soy ninguna gurú, ni guía espiritual. Soy una mujer corriente que hizo algo extraordinario cuando creyó en ella misma. La parte positiva que tiene todo esto es el feedback de los lectores, gente que te da las gracias simplemente porque le das esperanza. No sólo personas con cáncer, sino personas que les has ayudado a cambiar la forma de ver la vida y por ello te dan las gracias.

- ¿Cómo puede influir la nutrición en esta enfermedad?

- Una vez recompuesta de aquel golpe me di cuenta de que al enfermo diabético le cambia la alimentación, al hipertenso el estado emocional, si te da un infarto debes comer sano, estar tranquilo, hacer ejercicio... y pensé que en oncología también debería de influir esto. Hasta hace poco tiempo se hablaba poco de este tema. El cáncer era quimio, radio... pero no se hablaba de la enfermedad como estilo de vida. El hecho de ser médico me hizo pensar ese planteamiento y luego buscar información: encontré publicaciones que relacionaban el cáncer con la alimentación y el estilo de vida. Incluso la OMS tenía en marcha un estudio EPIC sobre cáncer y nutrición. Empecé a ver que hay mucha relación entre lo que comemos, cómo vivimos y el cáncer.

- ¿Realmente se puede hacer algo más que acudir a la medicina oficial?

- Pude comprobar que había hospitales como la Andersen de Houston o clínicas de Nueva York que aparte de ofrecer lo mejor de la medicina oficial a los enfermos les ofrecían consejos nutricionales, talleres de cocina, masaje, yoga, meditación. Y pensé que eso era lo que necesitaba.

- ¿Y qué conclusiones sacaste de aquello?

- Necesitaba esto para poder tener mi mente ocupada. No sé si me voy a morir o no, porque al final todos nos vamos a morir. Cuando asumes que todos nos vamos a morir, pero lo que viva lo voy a disfrutar. Me voy a dedicar a hacer mis sueños realidad. El cáncer me ha cambiado mi enfoque sobre la medicina: ya no veo enfermedades, veo enfermos. Ver a cada personas con sus necesidades diferentes de cada uno. Te da un enfoque diferente a la medicina. Todo el mundo sabemos la teoría: hay que comer sano, hacer ejercio, vivir el momento presente. Todos más o menos lo sabemos, pero ¡cuánto nos cuesta!

- ¿Cuáles eran esos sueños?

- Los descansos de quimio me dediqué a viajar. Me hice una lista de deseo de cosas que quería hacer antes de morirme y me dediqué a cumplir mis sueños. Veía que pasaban los días y no me moría. Empecé a comer bien, yoga meditación... pasaban los días y no me moría. Luego vino la primera prueba de control y no había metástasis. Médico de familia, madre ¿Como me voy a morir sin tener de nuevo la experiencia de la maternidad? y afortunadamente pude tener dos hijos más.

«Los meses de la quimio creo que han sido los meses que más intensamente he vivido en mi vida»

- ¿Qué te ha enseñado el cáncer?

- He cambiado como persona, a ver la vida, a disfrutarla más, el carpe diem, a vivir intensamente, a enfocarme en hacer realidad mis sueños, dejar de tener miedo, dejar de pensar en el pasado y en el futuro, sino vivir en el momento presente. Me ha ayudado a intentar cada día ser mejor persona. Intentar hacer cosas buenas por los demás sin tener rabia, ira, ni envidias. Centrarme en mí. Al final le das gracias a la enfermedad porque te ha enseñado a vivir de manera diferente. Siempre celebro dos cumpleaños, el día que nací y el día que me diagnosticaron la enfermedad, porque fue un renacer de una nueva persona.

- ¿Y la quimio?

- Los meses de la quimio creo que han sido los meses que más intensamente he vivido en mi vida, cuando más he disfrutado y donde más feliz he sido. Cada mañana cuando despertaba me decía a mi misma ¿Qué no me he muerto? voy a aprovechar este día por si mañana no me levanto. Me sometí a quimio. Jamás diré que nadie deje de darse quimio porque yo fui la primera que lo hice. Esto es un complemento y ojalá en todas las unidades de oncología hubiera nutricionistas, psicólogos, terapeutas que te enseñaran meditación o yoga para que se abordara la enfermedad de manera multidisciplinar, no solamente enfocándote en la enfermedad, sino en las necesidades de los enfermos.

- Tu revolución anticáncer

- No es un libro. Es un diario a personalizar por cada uno. Para que cada lector escriba el camino que quiere seguir. Una guía para que el enfermo viva la vida que desea vivir. Un compañero de viaje para que te empuje a vivir la vida que quieres vivir. Más que un compañero de viaje, es para que te enfoques en vivir la vida que quieres vivir. Para darte un empujoncito en el objetivo que tenemos todos los seres humanos: ser felices y no tener sufrimientos.

- ¿Qué cambia del cáncer?

- La palabra cáncer está cambiando mucho. Antes lo asociábamos al dolor, miedo, muerte, al color negro y desde que tuve la enfermedad quiero cambiar ese concepto por eso todos mis libros son verdes (verde esperanza), de que cáncer no es igual a muerte. Es verdad que cada vez hay más casos, pero también es verdad que cada vez hay más supervivientes. Cáncer no es igual a muerte. Quizás sea una portunidad para echar el freno y decir ¿cuánto y cómo quiero vivir? y para hacer la reflexión de que al final todos morimos. Voy a VIVIR.

- ¿Cómo te encuentras ahora?

- Cada día te encuentras que estas mejor. Ahora estoy bien con la «ITV» anual, pero bien. Tengo otro ritmo que el de hace seis años. Con los libros viajo mucho y tengo familia numerosa que me tiene todo el día ocupada. Como madre la enfermedad te enseña a disfrutar más de los niños y regañar menos. En estos momentos no quiero volver a pasar consulta médica. Me gusta más esta forma de ayudar que los cinco minutos por consulta que tenemos los médicos de familia por paciente en estos tiempos.

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