Proust pagó a críticos para que glosaran su genio

Pidió al primer editor de «Por el camino de Swann» que ofreciese dinero a dos gacetilleros a cambio de artículos «entusiastas» en «Le Figaro» y el «Journal des Débats» en noviembre de 1913

Marcel Proust, en una fotografia de 1896 ABC

JUAN PEDRO QUIÑONERO

Antes de ser celebrado como una revelación por la crítica más influyente de su tiempo ( Jean Cocteau , Edith Warthon, Leon Daudet), Marcel Proust estuvo dispuesto a pagar entre 300 y 600 euros de 1913 a «críticos» o gacetilleros dispuestos a glosar su «genio» en dos periódicos, cuando uno de los dos o tres libros más importantes del siglo XX tenía muchas dificultades para ser editado, rechazado por los editores más influyentes.

Sotheby’s estima que uno de los cinco ejemplares de «Por el camino de Swann», el primer volumen de «En busca del tiempo perdido» , editados en papel japón imperial, por cuenta de su autor, en 1913, pudiera venderse, hoy, en subasta pública, por entre 400.000 y 600.000 euros. «Ese ejemplar hace soñar», comenta Jean-Yves Tadié , autor de la biografía canónica y la edición de Proust en la colección de La Pléiade, referencia clásica.

El ejemplar de «Por el camino de Swann» subastado AFP

Más allá del fetichismo hacia el objeto único y precioso, el ejemplar que sale a subasta tiene un cierto interés crítico. Su primer propietario, Louis Brun , director literario de Grasset (primer editor del libro), decidió encuadernar su ejemplar, numerado, acompañando una correspondencia íntima.

Correspondencia

Esa correspondencia recuerda detalles bien conocidos y hace alguna revelación relativa: Proust llegó a pedir a Brun que ofreciese 300 y 600 francos a dos gacetilleros de la época, para que publicasen artículos «entusiastas» sobre «Por el camino de Swann» en «Le Figaro» y el «Journal des Débats», con motivo de la primera edición de la novela que comienzan el ciclo catedralicio de «En busca del tiempo perdido» , en noviembre de 1913.

La disposición a comprar críticas favorables , en dinero cantante y sonante, ilumina la soledad, incertidumbre y angustia de Proust en el momento crucial de darse a conocer. Llevaba diez largos años escribiendo crónicas de sociedad en «Le Figaro», sus legendarios salones, obras maestras, en su género. Y había tardado cuatro años en escribir «Por el camino de Swann», rechazada por todos los editores de París…

Cronista de la más alta sociedad, en el periódico de referencia de la burguesía más acomodada, «Le Figaro», Proust tenía muchos problemas para publicar sus cosas más íntimas. Gaston Calmette, director del periódico, ni siquiera respondió a sus primeras proposiciones de publicar algunos capítulos de su primera novela. «Le Figaro» terminó publicando dos capítulos de «Por el camino de Swann». Y Proust llegó a regalar una pitillera de oro a Calmette, antes de dedicarle su libro «como muestra de agradecimiento».

Rechazo

Todos los editores parisinos rechazaron la publicación de la primera novela proustiana. La dedicatoria al director de «Le Figaro» tampoco ayudó en nada. Y Proust se vio forzado a pagar de su bolsillo la primera edición. Louis Brun consiguió vencer las resistencias del propietario de Grasset. De ahí el agradecimiento emocionado del autor. Siguió una correspondencia parcialmente conocida. La subasta del ejemplar dedicado por Proust a su editor y amigo aporta menudas revelaciones. Brun decidió encuadernar su ejemplar incluyendo textos y cartas más personales.

El ejemplar de «Por el camino de Swann» dedicado por Proust a su editor AFP

Se han escrito millares de páginas sobre las manías y el angustioso preciosismo proustiano, cuidando detalles íntimos, intentando «corregir» incontables problemas de edición, consecuencia, en cierta medida, de sus propios originales manuscritos, más tarde reescritos, con interminables «añadidos». Entre esa miscelánea de intimidades relativas se encuentran varias cartas de Proust a Brun , pidiéndole que transmitiese su disposición a pagar 300 y 600 francos, por dos críticas «muy favorables», insistiendo en su «talento».

Sin ser totalmente desconocida, la anécdota permite volver a las condiciones de redacción, edición y recepción de una obra monumental , una de las novelas más importantes de la historia literaria universal. Su «trabajo» como cronista de sociedad y crítico de arte, en «Le Figaro» y otras publicaciones comenzó por dar de Marcel Proust una imagen bien ganada de snob de gran mundo. Esa imagen pública comenzó por confundir y descarriar a los editores y escritores más «selectos». Es leyenda canónica el rechazo de André Gide , primer culpable de la negativa de Gaston Gallimard a publicar la primera novela de Proust.

Gran escritor

Sin embargo, tras el primer rechazo, Jean Cocteau, Edith Warthon, Leon Daudet, entre otros, fueron algunos de los primeros lectores que anunciaron el advenimiento palmario de un gran escritor. Las críticas pagadas por Proust se perdieron pronto en el desierto de la insignificancia. Por el contrario, los comentarios entusiastas de Leon Daudet, un amigo, y Jean Cocteau, un amigo por venir, entre otros, descubrieron a un autor que pronto ganó una cierta celebridad.

Gaston Gallimard , que había rechazado «Por el camino de Swann», advirtió con rapidez que había cometido el error más burdo de su vida. Y se apresuró a lanzar una operación de «caza y captura» del autor, poniendo a sus pies todo tipo de alfombras económicas y editoriales. La correspondencia entre Marcel Proust y Gaston Gallimard tiene por momentos escorzos «sadomasoquistas» (tan presentes en la obra y la vida íntima del escritor). El editor se disculpa una y otra vez, poniéndose siempre a sus pies. El escritor coquetea con elegancia snob y cierta piedad comprensiva.

Cien años más tarde, descubrimos las cartas del joven autor angustiado, presto a pagar para poder leer críticas elogiosas de su obra. No es un secreto que Proust se gastó mucho dinero comprando amor tarifado, en un hotel prostibulario inmortalizado en las páginas más crudas y sadomasoquistas de «En busca del tiempo perdido» , uno de los monumentos literarios de nuestra civilización.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación