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Jo Nesbø - ABC

Jo Nesbø, el hombre que sueña en negro

Acaba de publicar en España «Policía» (Reservoir Books), la última entrega de la serie de Harry Hole

MADRID Actualizado: Guardar
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Unos vaqueros gastados, una mirada dura y amable al mismo tiempo, un firme apretón de manos. Estas tres cosas tiene en común Jo Nesbø con Harry Hole, el policía que le ha hecho vender 25 millones de libros en todo el mundo. Pero no es esa la característica vital más importante del más importante de los autores escandinavos del momento, sino un suceso acaecido a sus trece años que parece extraído de una de sus novelas. El sol se ponía en Molde, el pueblecito de Noruega donde vivía su familia, y el joven tuvo un repentino ataque de pánico, al imaginar que estaba atrapado en un ataud, enterrado bajo tierra. Fue corriendo a buscar a su padre, al que preguntó qué ocurría al morir.

El padre le miró con extrañeza y finalmente respondió con una frase que serviría para definir la carrera como novelista de Nesbø y, a la postre, la literatura escandinava que ha triunfado en toda Europa: «Todo se vuelve negro». Charlamos con el autor coincidiendo con el lanzamiento de su última novela «Policía» (Reservoir Books).

-¿Sabía que los españoles pronuncian su nombre como «Yo»? Pero en realidad se pronuncia de diferente forma, ¿no?

-Bueno, sonaría más como Chu Nespa, creo… No me importa cómo lo pronuncie la gente, respeto a todos por al menos intentarlo.

-¿Supo siempre que iba a dedicarse a escribir novelas de misterio? Muchos escritores comienzan con la aspiración de escribir la próxima gran novela, después tornan hacia el más estructurado género de misterio.

-Escribí una novela de misterio solo para probar lo que pensaba era el género más sencillo del arte de la escritura. Al hacerlo, me di cuenta de que hay algo muy especial en la interacción entre el lector y el escritor en la novela negra, hay tanto que no hace falta ni decirlo. Y no decir o no hacer algo también significa mucho en un thriller, del mismo modo que no decirle hola a tu vecino significa mucho más que decírselo. La fuerte y ampliamente conocida etiqueta del misterio le proporciona más cuerdas a tu guitarra.

-Un símil que solo haría un músico…

-(Risas) Supongo que sí.

-Ha trabajado como agente de bolsa, Estrella del rock, jugador de fútbol, taxista…

-Un taxista muy malo.

-¿De cuál ha aprendido más?

-Agente de bolsa. Aprendí que la gente piensa que hay que ser inteligente para ser rico. Ayuda, pero estar dispuesto a arriesgar tus ganancias una y otra vez es más importante. Lo más inteligente que puedes hacerse es nacer de padres ricos, por supuesto.

-Además de las horribles muertes, ¿qué otras características definen y distinguen a la literatura de misterio escandinava como opuesta a la norteamericana?

-Supongo que la tradición de una agenda política, que data de los años 70 con Sjöwall y Wahlöö. Stieg Larsson y Henning Mankell desde luego formaban parte de esa tradición. Quizás yo estoy más influenciado por los duros detectives de la novela americana de los 60 y 70.

-El éxito creciente de los autores escandinavos ha supuesto un desafío al resto de autores del mundo para subir el nivel de calidad.

-Puede ser. La competencia es quizás más dura en Escandinavia, pero hay tantos autores mediocres o directamente malos en Escandinavia como en cualquier otro sitio. Puede que incluso más, ya que hay tantos autores de misterio que consiguen ser publicados.

-Vamos a jugar a las adivinanzas. Nunca he oído nada acerca de sus influencias, pero si digo… Chandler, Hammett y Jim Thompson… ¿Estoy fallando mucho el tiro?

-Ha dado en el blanco con Jim Thompson. He leído casi todas sus obras, las buenas y las malas, pero cuando lo hace bien, es mi favorito.

-Deje que le diga algo… Usted ha escrito la más repugnante, física y magistralmente escrita escena «entre la espada y la pared» que nunca he leído. Se encuentra en «Headhunters» e implica un rollo de papel higiénico. ¿De dónde viene la confianza para escribir algo como eso?

-Gracias (risas). Nunca he carecido de confianza. Esa confianza me ha llevado, en ocasiones, a lugares muy interesantes, como cuando tenia 5 años, acababa de recibir mi primera lección de natación y pasé por delante de la piscina de adultos, vi a la gente nadando y pensé «no puede ser tan difícil», así que salté en la parte profunda de la piscina. El profesor me vio y me salvó. Bien, con esta escena, con el héroe saltando dentro, nadie me salvó.

-¿No estaba asustado? No solo en ese momento, pero, ¿nunca pensó… Vale, esto es demasiado, incluso para mí? ¿Tirarán los lectores el libro?

-No. Pensé: ¿ha mirado alguien una letrina y no imaginado cómo sería si tuvieses que bajar ahí?

-Esta «Policía» es su décima entrega de la serie. Diez novelas con el mismo protagonista. No siente el deseo de matarle? Un coche, una bala, un martillazo en la cabeza, sobre todo si consideramos que es un bastardo irritante, molesto y terco.

-Ah, pero no vivirá eternamente, así que vamos a ver qué pasa. Tengo un plan para Harry. Me gusta, pero en algún punto será momento de irse. Y no resucitará.

-¿Cómo ha sido la evolución este año?¿También ha crecido usted junto con su personaje?

-Creo que lo hice, es algo raro cuando te das cuenta de que, sin saberlo, estás escribiendo sobre tu propia vida a través de tus personajes, algo que entiendes, tal vez, años después de haber escrito la novela. Y por supuesto, si te aferras a la esperanza de que mejoras como escritor, y si ese es el caso, tu personaje también crece.

-¿Es difícil para usted cambiar el chip y pasar de escribir Harry Hole a escribir libros como la serie infantil «Doctor Proctor», la cual se ha publicado recientemente en España?

-No es tan difícil. Es narración, son ideas diferentes, una música distinta, pero aun así, es lo mismo, tener el privilegio de conseguir pasar tiempo imaginando y dar con cosas.

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