Luz Gabás, durante la entrevista con ABC
Luz Gabás, durante la entrevista con ABC - Rubén Vicente

Luz Gabás: «Yo no dejo de leer a un escritor porque sea de izquierdas o de derechas»

«Como fuego en el hielo» es el nuevo libro con el que la autora de «Palmeras en la nieve» cierra lo que denomina una «trilogía emocional»

BENASQUE (HUESCA) Actualizado: Guardar
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En Benasque (Huesca) el paisaje, con su verticalidad helada y blanca, lo impregna todo. Y la vista se escapa continuamente hacia lo alto. Unas veces cresteando las montañas que lo rodean y otras porque la nieve que guardan los tejados, en esta época del año, comienza a desplomarse de los aleros. Por las calles conviene ir mirando al cielo. Los oriundos hablan de esta zona como el «Valle Escondido», un término con cierta evocación romántica y literaria que da una dimensión aproximada de sus posibilidades para convertirse en escenario de una novela. Luz Gabás (Monzón, 1968) sitúa por estos valles y montañas el trasiego de los personajes de su nueva obra: «Como fuego en el hielo» (Planeta).

En esta pequeña localidad de los Pirineos (y en también en la parte francesa) transcurre la nueva obra de la escritora montisonense que comenzara su carrera literaria con «Palmeras en la nieve» (2012).

En realidad lo hace en «Albort», pueblo imaginario que bebe del Benasque de tres siglos atrás y de muchos de los rincones que aún conserva el actual. Con la aparición de su nueva obra, como confiesa la autora, viene a cerrar lo que ella misma denomina «una trilogía emocional». El libro que ahora presenta «surge al volver a ser libre después de ser alcaldesa» un periodo en el que aprovechó «los ratos libres que tenía en el Ayuntamiento para ir al archivo» e ir documentando el proyecto. Porque Gabás fue alcaldesa entre 2011 y 2015 de Benasque. Los hay que se sorprenden al enterarse de que fue alcaldesa por el PP. «Yo es que no dejo de leer a un escritor porque sea de izquierdas o de derechas», resuelve la escritora.

«Este libro surge al volver a ser libre después de ser alcaldesa»

El paisaje, en este rincón de España, se debate entre la hostilidad climática y lo idílico de las tierras nevadas en blanco y las cumbres escarpadas. Un terreno del que se sirve la autora a su vez para ir moldeando la personalidad y el carácter de unos personajes que viven una España decimonónica, entre Espartero e Isabel II. Una España donde hasta entonces (recién terminada la Primera Guerra Carlista) el turismo no se estila demasiado. En este contexto histórico, con la aparición de las primeras termas y la llegada de aristócratas europeos en viaje de ocio, construye Gabás su historia. Un argumento entre lo romántico y las circunstancias de unos personajes para los que el «yo soy yo y mis circunstancias» de Ortega no parece ser una simbiosis, sino una dictadura insalvable (ni siquiera para la literatura).

Novela sobre la vida

«Esta es una novela sobre la vida». Las dos anteriores («Palmeras en la nieve» y «Regreso a tu piel») «trataban de indagar en mis propios orígenes y la segunda trataba sobre la muerte. Esta habla de la vida, que no deja de ser otra cosa más que tomar decisiones». Decisiones como las que debe tomar Attua, el protagonista que vuelve al Pirineo tras la muerte de su padre. Cuando Gabás alude a su nueva obra es recurrente en el discurso el término romántico. Pero conforme lo desarrolla es fácil percatarse de que se trata de un romanticismo decimonónico, en el amplio sentido de la palabra.

«En mi infancia leíamos lo que había... Lo que había en la biblioteca del pueblo»

Para llegar hasta el «Valle Escondido» desde el que escribe y se inspira Luz Gabás el paisaje va enroscándose a medida que se asciende, lo mismo que el argumento de la novela. La naturaleza gélida de estos escenarios devuelve al lector el reflejo de aquellos años a mitad del siglo XIX. «La naturaleza en contraste con la civilización». Y allí en lo alto de la montaña se mantiene erguido, con cierto aire monacal, el edificio de baños que se abrió en la época que narra la novela y que es uno de sus escenarios más imponentes del paraje. La construcción, imposible, da cierta sensación titánica por el lugar elegido para levantarlo. Gabás afirma que el estado actual es «delicado. Hace falta invertir dinero para renovarlo».

Ante la pregunta de cuáles fueron sus primeras lecturas la escritora se remonta a la infancia y adolescencia. «Madame Bovary» o el «Frankestein» de Mary Shelley. «Es que entonces leíamos lo que había… Lo que había en la biblioteca del pueblo. Generalmente había libros de aventuras, que ya de por sí marcaban porque nos hacían ver que había otro mundo más allá del nuestro provinciano». Después vendría la universidad y la carrera de filología inglesa.«La verdadera patria del hombre es la infancia», aseguraba Rilke sin aclarar si también las lecturas que ocuparon esta.

Por las calles del Benasque actual hay neveros que se van acumulando por las esquinas; Luz Gabás hace de guía. De fondo quedan las montañas y la historia. Los «Baños de Benasque» ya sólo abren en verano.

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