Salvador Contreras, junto a José Luis Ferris, en un momento del curso que impartieron en El Escorial
Salvador Contreras, junto a José Luis Ferris, en un momento del curso que impartieron en El Escorial

Un estudio grafológico revelará cómo se sentía Miguel Hernández

Un trabajo ya iniciado por la Diputación de Jaén permitirá saber cuáles eran sus emociones en cada etapa de su vida

San Lorenzo del Escorial Actualizado: Guardar
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El estado anímico que el poeta Miguel Hernández tenía en cada momento de su vida podrá conocerse gracias a una trabajo grafológico que ha iniciado la Diputación de Jaén, según anunció esta semana el director del Instituto de Estudios Giennenses (IEG), Salvador Contreras, durante los Cursos de Verano que organiza la Universidad Complutense en San Lorenzo de El Escorial.

Este estudio grafológico, explicó Salvador Contreras, se encuentra en una primera fase que acaba de iniciarse, aunque las primeras investigaciones ya han detectado que Miguel Hernández«nunca padeció abatimiento ni depresión» durante su etapa carcelaria, pero si padeció un cansancio progresivo que fue intensificándose a medida que pasaba el tiempo.

Salvador Contreras destacó que el legado de Miguel Hernández está digitalizado en su instituto con 5.819 registros y 26.684 imágenes.

La digitalización de su obra fue uno de los compromisos adquiridos por la Diputación de Jaén con la familia del poeta alicantino al adquirir su legado en 2012 con el objetivo de contribuir a preservarlo y ponerlo al alcance de todo el mundo, pues, según Contreras, «no es un regalo a todos los públicos, sino un deber con los ciudadanos».

Por su parte, el biógrafo José Luis Ferris insistió en que las últimas investigaciones sobre Miguel Hernández revelan «datos sorprendentes que nos hacen comprender la figura universal» del poeta alicantino.

Gracias a la precisión de las últimas investigaciones, matizó Ferris, ya es un hecho comprobado lo que se suponía como anécdota en la que la escritora María Teresa León pegó un bofetón a Miguel Hernández cuando este insultó a los intelectuales republicanos porque celebraban una fiesta durante el transcurso de la Guerra Civil española.

Ferris definió al autor de «El rayo que no cesa» como el poeta que «mejor resuelve en la historia de la literatura la fórmula de compromiso y palabra», a diferencia de otros escritores que no han encontrado la mejor vía para unir poesía con ideología. «Aparte de escribir una obra que cuente lo que está ocurriendo en una guerra lo que hay que hacer es encontrar la fórmula para hacer una poesía creíble», comentó.

Ferris, Premio Azorín de novela, se mostró afortunado al recibir la llamada de una editorial para realizar la biografía de Miguel Hernández: «A veces pienso que fue Miguel Hernández quien me eligió a mí porque no busqué voluntariamente escribirla».

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